Capítulo 41: Especial.

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NOTA:
Este capítulo no fue escrito con fin de ser divulgado, ya que fue escrito como un regalo de cumpleaños para Lúa 🇦🇷 y Dani 🇨🇴, pero también creemos que en compartir va un poco la felicidad y decidimos publicarlo.
Niñas hermosas, llenas de luz que me han entregado a mí y al fandom.
Disfruten porque yo sé que querían leer algo más.
-Las quiero un montón-Gaspi♡
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Era de noche y me encontraba cenando con Juan Pablo en un restaurant lujoso del centro que tenía la instancia para que la gente que quisiera se animara a cantar o bailar.

Vestida de azul, con tacones plateados y coleta hecha a la gomina, labios profundamente rojos y delineada. Él no desteñía, me encontraba embobada por sus ojos grisáseos y su estirado de labios esporádico.

-Se ve hermosísima esta noche-uno de esos comentarios que antes no provocaban nada, pero ahora me hacían querer comerle la boca sin importar nada. Me controlé moviendo un poco el tacón de manera rítmica. Reí un poco y miré hacia abajo.

-¿Vamos a pedir ya? Muero de hambre-mentira cochina. Lo que menos tenía era hambre.

-¿Qué va a pedir? -lo miré de reojo mientras él miraba el menú concentrado, se veía tan bien esa noche.

-Estamos en un restaurant de pasta, así que pediré mariscos, ¿te parece?-sentí como le cayeron veinte kilos de plomo en la cabeza tras mi comentario.

-Una noche siendo seria, ¿mucho pedir?

-Vale... -Tenía preparada una canción para Villamil, una que siempre quise que me cantara si terminabamos porque sentía que definía su lado de la historia a la perfección

Llegó el mozo con una botella de vino, yo no bebía pero esa noche era nuestra primera cita oficial como "Vilén", como nos solían llamar sus fans.

-Un brindis por nosotros-Extendió su copa y la chocó con la mía

-Porque perduremos hoy y siempre. Así, a nuestra manera, locos y dramáticos.

La comida estuvo tranquila, conversamos sobre todo lo posible. Llegó el momento que me ponía más nerviosa, cantarle a Juan Pablo

-Cariño, voy al baño ¿me esperas?-me vió levantarme y acomodar mi acampanado vestido

-Sí, pero está para allá

-No voy a ese, tú tranquilo

Me dirigí taconeando al pequeño escenario de madera y me ubiqué en el micrófono, las luces se apagaron y me enfocaron solo a mí.
Tomé una de las guitarras acústicas que poseía el local.

Hola muy buenas a todos los presentes, espero no incomodarlos. Me llamo Belén y soy una chica extranjera, con millones de sueños en un par de maletas. Hoy, vengo a agradecerle a la persona que me ha acompañado a pesar de mi carácter. Juan Pablo Villamil, esta es la canción con la que me encantaría que me recordaras hoy y siempre, estemos juntos o no. A mí manera, porque sé que alguna vez, seré "Tu peor error"

-Me temblaban las rodillas y sentía que él se quería morir.

"Si fui ingenuo al pensar
Que amarías igual
Con la misma fuerza de un huracán
Fue mi culpa al final
El quererte de más
Y tan solo recibir la mitad
Bajé la guardia y me expuse al dolor
Caricias falsas, frío en la habitación
Bajé la guardia y aposté el corazón
Tantas palabras sin ninguna emoción
Yo te quise y no te bastó
Y aún te amo a pesar de que has sido
Mi peor error"-solté una lágrima, la primera por amor. Por el amor de Juan Pablo.

Lo vi dirigiéndose a mí, mientras todos aplaudían. Subió a la tarima y me plantó un beso demasiado delicioso. Susurraba "te amo" en pequeños trazos de las pausas respiratorias.

Bailamos al compás de "Punto y Aparte", canción de su banda, la única que me convencía y que me lograba gustar.
Me sentía como una princesa, de esas que aparecían en los cuentos que jamás me gustaron. Pasé de ser una persona cerrada de todos sitios, a una mujer dichosa y feliz que se sentía bonita, libre, amada, deseada, admirada y perfecta para otro ser humano. Creo que esto es amor.

Salimos del local y nos fuimos a una plaza, donde nos sentamos porque mis pies ardían.

-Sáqueselos, la llevo a mis espaldas

-No, te vas a cansar

-Le van a salir ampollas Belén; o se pone mis zapatos y yo me voy descalzo o la monto a caballo

-Siempre quieres montarme-Tenía que decirlo, aunque fuese algo demasiado ordinario para mí. Subió sus ojos y me agarró en brazos. Me acomodé y le pasé mis tacones

-¿No que no quería que me cansara? Lleve los tacones usted

-Ya que insististe tanto, haz todo el trabajo- me puso su chaqueta encima y caminó conmigo en brazos las 10 cuadras que nos separaban de casa. Me sentía tan cómoda que cerré mis ojos y me empecé a dormir.

Llegamos a casa y entramos. Me dejó con delicadeza en el sofá. Él se tiró cual foca.
-Que rifa tan mala la que me saqué para tener una novia tan consentida

-¿A sí? Pues la mía estuvo maravillosa, tengo un novio que me trae en brazos

-Belén...no se acostumbre

-Mejor tú vas al gimnasio y yo me acostumbro comodamente

Nos quedamos viendo una película llamada "A Walk to Remember" que a una Belén pasada le daría asco, pero que ahora se sentía identificada con todo lo que pasaba en ella. 

Siento que nada de esto tiene precio, ver a Juan cada mañana mirándome como si no hubiese otra cosa es algo que me llena. Me gusta sacarlo de quicio, verlo hacer drama, verlo llorar cuando colapsa, verlo enojado. Amo cada una de sus facetas y las que no, bueno iremos viendo sobre la marcha.

La melodía más difícil de tocar. Juan Pablo Villamil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora