La melodía más difícil de tocar. Juan Pablo Villamil

Capítulo 32

-Me encontraba durmiendo de lo más tranquila, hasta que sentí un par de manos recorriendo mi cuerpo y explorando cada rincón de él de manera cautelosa y cuidadosa.

-Juan Pablo-no te hagas el dormido hijo de puta, que para agarrarme todo lo que se llama trasero ocupaste bastante fuerza-Juan Pablo Villamil, te estoy hablando-sigue haciéndose el dormido-sé que estás despierto

-Qué pasa? -hizo como si estuviese recién despertando, dormitando de manera falsa

-Eso debería preguntar yo, ¿no? Me estás tocando todo el cuerpo y no puedo dormir

-¿En serio? ¿Y qué va a hacer ante eso? -dijo desafiante-no me niegue que no le causé nada

-No, ni un pelito se erizó, de hecho fue bastante incómodo...tus manos son bastantes buenas para tocar banjo, pero han perdido la delicadeza para tocar a una chica

-Haré como que no escuché eso

-¿Te puedo hacer una consulta Juan?

-Claro

-¿Te moles....-solo sentí el tirón con el que me llevó hacia él. Sentía como mi boca comenzaba a pedir muy poco a poco la suya y mi corazón se aceleraba hasta un punto que el gasto cardíaco ya era máximo y si en ese mínuto medían mi volúmen final de diástole, estoy segura que sería mínimo unos veinte litros de sangre por minuto. Sentí como se posó encima mío con su no trabajado torso desnudo y su cara algo sudada. Me intenté dejar llevar por él para que no influyeran mis fantasmas del pasado, me despojó de la camiseta de los Rugats que llevaba encima del cuerpo y cuando iba a quitarme el sujetador...recordé y mi juicio volvió a mi: ¡MARIE! Jua..Juan..Juan para...Marie nos va a escuchar y habrá drama por la mañana

-Que nos escuche, me da igual esa desagradable de mierda

-Juan, para de verdad...esto no está bien para ninguno de los dos

-No le voy a hacer daño, basta con eso

-¡No es eso Juan Pablo! Es solo que no me siento lista

-No te caliento ¿por qué no me lo dice y ya? Es fácil-frenando en seco todo movimiento y dándose vuelta hacia la pared acomodando su cobija-pero ya basta de excusas baratas, ¿no?

-Imbécil, me calientas. Ese es el problema. Pero me da miedo, yo jamás había sentido algo así por nadie, nunca había vivido una sexualidad tan sana como esta, mucho menos había tenido un novio que aguantase por tanto tiempo no estar conmigo.

-Vaya con ese discurso barato a otro lado. Me paró la emoción en seco por culpa de la puta esa, estoy seguro que le gustas por eso me odia tanto.

-Vete a la mierda, ¿lo quieres así? Pues así va a ser-se levantó de su cama y se puso su camiseta otra vez
Bel se fue al balcón y encendió un cigarrillo mientras leía "Ardiente Paciencia". No creía que no había durado más de dos horas sin pelear con Juan Pablo desde que eran novios.-uno de los dos tiene que ceder respecto al tema. Yo ya he cedido bastante, creo que ahora le toca él aguantar todo impulso biológico que recorra sus venas, estamos con una tercera persona en la casa y no quiero que Marie piense que soy una puta de tomo y lomo.

Juan Pablo no podía dormir pensando en que le había pasado a Belén para irse así como si nada-La cagaste, creo que la cagaste huevón. Belén de seguro se espantó, mañana mismo va a volver a ser la chica desagradable que conociste. Sentí como abrió la puerta del balcón y entró en silencio pensando que yo estaba durmiendo.