Epílogo: De besos y otras cosas enredosas

114 18 2
                                    

Advertencia amistosa: No es la gran cosa -y no es lo que parece-, pero hay algunas escenas... "especiales". Proceda con discreción (¿?)

« A veces es buena idea creer
que las cosas no pasan
por mero azar. »

Luego de otro día de turno corto, se encontraban esta vez en la casa de Ivan, la cual no era ni muy grande ni muy pequeña y solamente de una planta.

—Entonces... crees que pueden estar dando buenas películas a esta hora... —dijo el ruso mientras traía unos platos de la cocina y Keith estaba recostado en una parte del sillón, control remoto en mano.

—Suelen dar pelis de acción —respondió, ayudando a Ivan con lo que traía. Los otros días se habían pasado con los snacks y la comida rápida -y el alcohol-, así que ahora... optaban por ensaladas. Ensaladas que la mayoría de las veces quedaban a medio comer cuando se asomaba una que otra lata de cerveza.

—¿Qué es esta vez? —preguntó el rubio mayor en referencia a las ensaladas, haciéndole un espacio a su lado para que el contrario se sentara.

—Lechuga y... algo de rábano. Creo que eran rábanos —se encogió de hombros, muy bien no se llevaba con las verduras—. ¿Qué películas hay...? —se sentó junto al mayor, apoyándose un poco en su hombro mientras veía los canales cambiar.

Una película de unos tipos con pistolas. Decidieron cambiarla pues era algo repetitivo, o sea, ambos son policías, era cosa del día a día.

Otra película de un viejo que debía pasar una odisea para conseguir una piedra o algo así. También la pasaron.

Una de superhéroes, que ya iba en más de la mitad. No, gracias.

Ivan ya algo aburrido, abriendo una de las latas del pack de cervezas cerró los ojos y recostó la cabeza en el hueco del cuello de Keith, así que solo veía las luces de la televisión a través de los párpados y sentía el sonido de las películas y el silencio de un segundo cuando cambiaban el canal. Entonces de pronto sintió unos ruidos provenir de una película, esos eran... ¿jadeos o... gemidos...?

Levantó la mirada y observó de reojo la historia que estaban pasando en la pantalla: una película erótica donde no sabía si dos o tres personas estaban con una especie de bondage, y es que no sabía dónde comenzaba algo y dónde terminaba lo otro. Era algo obvio que a esas horas de la noche estuvieran dando ese tipo de cintas en al menos uno de los canales, pero igual le tomó por sorpresa y, con un sonrojo inevitable, le arrebató el control remoto a Keith.

Y pensar que este último incluso ya estaba metiéndose en la trama; pareciera que el que Goodman fuera distraído no quería decir que fuera inocente.

Keith no preguntó por qué había apagado la televisión, y es que se notaba a millas la razón si se veía el rostro coloreado del menor.

Con la televisión apagada, no quedaba más iluminación que la luz cálida y tenue de una pequeña lámpara colgante. Karelin solo se acurrucó un poco más en el cuello del mayor, esperando que pasara el momento bochornoso y de paso que no se le notara mucho el sonrojo. El estadounidense levantó una de sus manos, dirigiéndola a la mejilla descubierta del contrario, y la acarició con cuidado.

Luego del beso de la vez pasada hubieron más besos, pero ninguno de los dos sabe a ciencia cierta qué tipo de relación es la que llevan.

O qué tan lejos quieren llegar.

Paseó los dedos desde la mejilla, bordeando la mandíbula, bajando por el cuello pálido, deteniéndose allí un par de segundos. La respiración de Ivan, acompasada y silenciosa, le invitaba a continuar por esta vez. Subió las caricias nuevamente por el cuello, recorriendo y elevando el mentón, rozando con las yemas los labios carnosos y rosados que tenía.

Sorprendentes para ser de un chico. E increíblemente besables.

Ninguno de los dos se rehusó cuando los centímetros comenzaron a disminuir, tampoco cuando sus labios se tocaron con algo de necesidad, ni cuando comenzaron las lenguas a entrelazarse aún con algo de timidez.

"¿Qué somos?", es lo que Iván quería preguntar, pero de sus labios no salían más que besos y pequeños suspiros. Keith la vez pasada le había informado que para él no estaba en segundo plano, pero, ¿se refería al trabajo y a los comentarios del "so-and-so"? ¿O a que tampoco estaba en segundo plano en su vida privada?

Habían tantas preguntas que quería formular, pero se atascaban en su garganta y nada podía hacer por dejar de besarle. Pudo respirar finalmente cuando los labios de Keith viajaron a la piel de su cuello, acompañado de pequeñas mordidas.

Ivan quería detenerse, pero al mismo tiempo, no. Como siempre le faltaba fuerza de voluntad, pero no sabía si le faltaban fuerzas para decir "no, basta" y alejarse, o para susurrar "Keith, quiero continuar, continuar contigo".

No tenía idea de nada.

Keith era alguien que solía disfrutar únicamente del momento que estaba viviendo, consiguiendo con ello no quejarse en sobremanera de las situaciones que le ocurrían, pero por eso mismo, era especialmente distraído. Todo eso le ayudaba a no preocuparse más de lo necesario en los besos y las caricias que repartía en el cuerpo contrario, pero una pequeña voz resonaba en su interior, y le avisaba que todo lo que hacía no repercutía en solo una persona. Sino en dos.

En él y en Ivan.

Y no quería dañarle, oh no, pero no saben cuánto quería continuar con todo esto, y al no sentir ninguna queja por parte del otro, creía que no había problemas con proseguir.

Más allá de los besos y caricias por sobre la ropa nunca pasaban, y era porque esa misma voz resonaba en el interior del rubio dorado.

Si tan solo pudiera exteriorizar esa voz interna en algún tipo de frase...

—Keith...

Si tan solo pudiera ordenar bien los pensamientos, aún teniendo a Ivan hincado sobre sus piernas...

—Keith... —volvió a susurrar, un poco más demandante.

Si tan solo...

—Keith, me duele...

Entonces fue consciente del montón de mordidas y marcas que había regado desde el cuello hasta el hombro del menor, facilitado eso por la camiseta holgada de cuello ancho que éste traía puesta.

—Ivan —le llamó con firmeza, sin perder la suavidad, con un brillo especial en los ojos azules. El rubio le miró con atención—. Me gustas, y de nuevo, me gustas.

¿Qué tipo de declaración era esa? Era tan... Keith Goodman. La sonrisa de Ivan se ensanchó con una mezcla de ternura, diversión y alegría, olvidando las marcas que tenía en el cuello y depositando un beso pequeño en los labios contrarios, entregando de paso su respuesta ante la confesión.

—¿Qué es lo que somos? —preguntó entonces el ruso, con los ojos cerrados, a milímetros del rostro de su superior.

—No lo sé, aún no lo sé —respondió.

—Me parece —sonrió y le volvió a besar, siendo rápidamente correspondido.

De modo que a ninguno de los dos le encantaban las cosas serias, y tampoco era molestia descubrir entre besos y demases el tipo de relación que mantenían.

__________________________
_____________


Como nada es imposible, este capítulo pertenece al quinto lunes del desafío en cuatro partes de la página de Facebook #EsDeFanfics xD

Las tres palabras utilizadas fueron:
-Rábano
-Odisea
-Bondage (why xd)

¡Gracias, y de nuevo gracias,
por apoyar esta historia
hasta el final!

-Neiru (δωδ.)

(rереnтinо самвiо dе nомвrе xd)

🎉 Has terminado de leer The so-and-so [Soragami] [Sky High x Origami Cyclone] [Tiger & Bunny] 🎉
The so-and-so [Soragami] [Sky High x Origami Cyclone] [Tiger & Bunny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora