Capítulo 6. Sospechoso

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El móvil de Esteban fue lanzado con brusquedad hacia el suelo, ¿acaso Karey lo engañaba también?.
«Miente Chris, miente»
Tomo asiento en la esquina de su cama, un intenso dolor de cabeza lo atormentaba. Se hizo hacia atrás para recostarse, si no podía descansar su mente por lo menos descansaría su físico.
El timbre resonó por toda la casa, de un brinco corrió por el pasillo y las escaleras.
–Karey– Susurró. Las ganas que tenia de verla era infinita le importaba un bledo lo que Chris le había dicho por teléfono. Esteban no la creía capaz. Al abrir la puerta dos hombres vestidos de traje vieron a un despeinado y descanso hombre frente a ellos.
–¿Señor Noriega?– Un hombre robusto extendió su brazo en forma de saludo.
–Si
–Un gusto,  soy el detective Ángel Robledo, mi compañero el detective Ernesto Capistrán llevaremos su caso– En el momento que Esteban llego a casa después de la llamada con Amelía recurrió a la sección amarilla para contratar investigadores privados.
–Adelante– Esteban correspondió al saludo de ambos hombres.
–Menciono que la última vez que la vio fue en el hospital después de su accidente– Afirmo el detective Capistrán mientras Esteban le invitaba a tomar asiento en los sofás de la sala.
–Así es.
–De camino acá...– intervino el Señor Robledo – Hemos recurrido al hospital para que nos permitan las cámaras de vídeo, tanto del estacionamiento como fuera de el.
Esteban cruzaba sus brazos y se recargaba sobre el sofá individual, mientras los hombres sacaban de un maletín un portátil y una grabadora de voz. El aire se sentía denso en su alrededor quizá la presencia de esos hombres le intimidaba. Uno de ellos recibió un texto y añadió:
–Yo me retiró, el hospital a aceptado la intervención a las cámaras de seguridad, si tengo algún indicio que puede conducir a la averiguación del hecho se los haré saber pronto– El detective Capistrán se puso de pie y paso de largo hacia la puerta, salio sin ningún interés de despedirse. El detective Robledo puso su portátil sobre sus piernas y se dirigió hacia Esteban que miraba perdido un punto infinito.
–Le haré algunas preguntas sobre su esposa, para recabar mas información.
Esteban se limito a asentir con la cabeza, y señor Robledo comenzó con el cuestionamiento, Esteban contesto a todas, si el tenía algún tipo de enemigo, ciertamente descartaron un secuestro, en todas las horas que su familia yacía desaparecida no habían pedido algún tipo de rescate. Todo era ordinario,   hasta que la siguiente lo descolocó y el detective lo miro intrigante al ver que no la respondía la pregunta:
–¿Sospecho de alguna infidelidad?
No sabia que decir, el infiel era él.
«Alto»
Recordó lo que Chris menciono en su última llamada.
–Hay a-algo – titubeó al responder.
–Adelante
–Hace unas horas, un amigo llamó, supongo brindar me su  apoyo al confirmar mi divorcio entre ella y yo– el detective encendió el grabador de voz y lo colocó sobre el soporte del sofá – Chris comento que...–Esteban se negaba a creerlo, no podía siquiera pronunciarlo pero era necesario –había escapado con alguien más.
–No es posible– intervino el detective –No hemos puesto en contacto con sus padres, estaban destruidos. Ellos la describieron como una hija ejemplar... A lo que quiero llegar es que, si eso hubiera hecho, le hubiera comentado a su madre quien dijo que era su confidente y además, todas sus pertenencias seguían ahí, es evidente que pensaba regresar después de su visita en el hospital– Sentencio cerrando el portátil y haciendo lo un lado. –¿Es un amigo cercano?
–Si, hace año y ocho meses que llego a trabajar en la empresa, nos hicimos muy buenos amigos.
–¿Cual es su nombre?
–Christian Varela Ávila
–¿Tiene un retrato de él?
–Por supuesto– Esteban tenia una foto con él, el día del asado en casa de Chris, cuando encontró la fotografía se la entregó al  detective Robledo.
Esteban no sabia como sentirse, estaba confundido por diferentes razones, se sentía aliviado al descartar la idea de una infidelidad por parte de Karey pero, por que Chris había dicho tal cosa...
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el detective que yacía a un lado de él, se ponía de pie para contestar una llamada entrante. Unos segundos después anoto algo en una pequeña libreta, tomó asiento de nuevo y se volvió hacia Esteban  que lo miraba con interés.
–Mi compañero a comprobado que Karey tomó un taxi, tenemos las placas del aquel, así que...– Comenzó a guardar todos sus materiales de trabajo – Necesito ir a averiguar por mi cuenta, si sucede algo no dude en localizar me– Se encamino hacia la salida con Esteban por detrás.
–Estaremos en contacto– abrió la puerta y salio del lugar.
A Esteban no le quedaba mas que esperar.

✖✖✖

La puerta seguía abierta, la herida en su pie tenia sangre, pero Karey acababa de despertar de un desmayo, lo primero que hizo fue pronunciar el nombre de su hijo a susurros, su voz no daba para más por que hacia tiempo su desgarrada garganta gritó con todas sus fuerzas por ayuda o el nombre de su pequeño. En ninguno hubo respuesta. Habían pasado horas, la habitación estaba comenzando a ponerse en penumbras de la noche, cuando unos pasos se oían aproximarse. Karey se estremeció pero aun no perdía la esperanza de que Daniel apareciera cargando a Luhan. Las luces fueron encendidas, lágrimas comenzaban a caer de los ojos de Karey al ver entrar a Daniel con un tazón y un vaso con agua.
–Es hora de comer– Él poso sus ojos a el pie herido de Karey su reacción no fue de impresión sino como si supiera la razón por el hecho, Chris se mostraba conforme, colocó los recipientes en la silla, abrió la puerta del baño y se adentro a este. Segundos después Daniel traía consigo un botiquín de primeros auxilios. Se inclino frente a Karey que se encontraba sentada en el suelo y recargada en la cama, Daniel se dio cuenta que estaba débil así que ni se preocupo por liberarla unos segundos. De un momento a otro la cadena fue despojada del pie izquierdo de Karey con delicadeza y colocado hacia el derecho, en todo en tiempo en que Daniel se dedico a desinfectar y vendar la parte lastimada Karey seguía con la vista hacia la salida con los labios sellados pero lágrimas no dejaban caer y recorrer sus mejillas hasta el cuello. Daniel la tomó en brazos con la intención de recostarla sobre la cama, en ese instante Karey salio de su trance, comenzó a patalear y golpear el pecho de Daniel.
–¡Donde esta!...– Gritó una vez mas.
–Calmate Arey, te lo explicaré– Daniel logro acostar a Karey, ella ya no tenia fuerzas todo en su cuerpo dolía y pesaba era incapaz de tan siquiera darle un misero golpe al sujeto de frente. –No te preocupes, pronto estaremos lejos de aquí... No tendrás por que llorar– Daniel metió sus dos manos a los bolsillos de su pantalón y sacó dos corbatas – Tendremos una linda casa, un lindo jardín y muchos hijos...–Comenzó a atar a Karey de brazos y pies arriba de la cadena y el vendaje.
–No– susurro entrecortada –Mi hijo...
– Él...Karey ambos somos de muy buenos genes, tendremos hijos maravillosos que harán olvidar el lamentable accidente. –interrumpió Daniel, se posicionó de rodillas sobre la cama a un lado de el cuerpo de ella– El pobre cayo por las escaleras...– Karey no podía contener los espasmos de su llanto, la dolía toda el alma su hijo había... –Luhan esta muerto. Daniel aprovecho el momento cuando Karey quedó estática por la noticia, se acomodo en sima de ella y se inclino para besarle—Lamerle— la oreja derecha mientras le susurraba:
–Es mas por que no comenzamos ahora, e intentamos que quedes embarazada amor.

INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora