Epílogo

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La puerta de una casa fue abierta, un joven y una mujer de mediana edad se tuvieron de frente.
–Buenas tardes, busco al dueño de la casa. Mi nombre es...
–¿En que puedo ayudarte muchacho?–Una ronca voz interrumpió, proveniente de un hombre de no más de los 50's. El hombre salia de casa vestido en traje y un maletín en manos.
–Un gusto conocerlo Señor.
Linda, llegare tarde, así que no prepares la cena.
–Como ordene – La mujer se adentro a lo que parecía la cocina.
–Habla rápido que llevo prisa. Esteban paso a un lado de él, el joven se giró hacia Esteban con la intención de seguirlo.
–He llevado el caso de Karey N. Cohel– Esteban paró en seco, mientras que el chico se distrajo sacando algo desconocido de la mochila que colgaba en su espalda.
–¿Eres algún enfermero?...–Esteban se volvió hacia el chico.
–No, yo...– Habían llegado frente al auto de Esteban cuando aquel interrumpió al joven.
–¿Entonces?...¿Cual es tu nombre? – Esteban se mantenía serio sin interés a la conversación, la razón era que le dolía aun su pasado.
–Yo... Soy Beck– Respondió con una sonrisa –Hace un año que llevo...¿como decirlo?, mi propia investigación, el hecho que sucedió hace mas de 14 años...–
–No tengo tu tiempo para jugar a la policía, además no metas las narices donde no te incumbe, preocupante por ser alguien...–miro con desprecio al chico de pies a cabeza, quien vestía unos jeans gastados y playera negra en su mismo estado, algo en el joven se le hacia familiar, pero lo ignoro en en momento en que el chico hablo sobre el incidente, ahora estaba disgustado – ...digno– Concluyó.
Esteban se adentro al auto, y condujo hacia el trabajo dejando a Beck en medio de la calle.

Era casi media noche cuando Esteban llego de un sofocante trabajo, bajo del auto y frente a la puerta de su casa yacía el mismo joven de esta mañana. Corto camino entre ellos, al estar frente se percato que estaba dormido, Esteban comenzó a darle un par golpes ligeros con su pie. Beck lentamente fue despertando se talló los ojos para aclararse la vista y mirar hacia arriba.
–¡¿Quieres que llame a la policía?!, ¿Que demonios sigues haciendo aquí?– Beck se puso de pie en un instante, el chico consideraba a Esteban un amargado que en estos momentos lo había intimidado, pero no bajo la guardia.
–No me voy hasta aclarar algunas cosas que me intrigan... –Respondió metiendo sus manos a los bolsillos de sus jeans despreocupado.
Esteban estaba irritado, opto por tomar de la playera del chico y hacerlo a un lado ya que obstruía la entrada a su casa.
–¡¿Quien te crees eh?!, ¡que derecho tienes tu, para venir y hacerme contar mi vida!
–Pero, ¿Y si yo...estuve ahí? – Beck estaba dándole la espalda a Esteban con la mirada hacia el suelo.
–¿Que carajos dices?, ¡Maldición niño!
–Yo...– Beck busco su mochila en el suelo, al encontrarla se inclinó para sacar un papel doblado de esta –...Yo soy él– Beck extendió el brazo entregando en papel doblado a Esteban.
Esteban estaba exasperado, él solo quería tener una noche relajada; llegar a casa tomar un poco y descansar. Hasta que ese chico le arruinó la noche, en el momento que Beck le extendió una hoja y que haya comentado sobre que estaba involucrado con esa noche, hizo Esteban estremecerse, sin esperarlo tomó el papel con una temblorosa mano. Lentamente fue des doblándola, su cuerpo sintió una agitación repentina al ver el escrito donde se anunciaba el desaparecimiento de un niño con el nombre de 'Luhan Noriega Cohel', su mirada volvió hacia el chico que tenia una mirada ilusa.
–¿Que clase de broma es esta? – Estaban estaba apunto de perder los estribos.
Los ojos de Beck perdieron el brillo que hace unos segundos manifestaba, por unos golpes en el pecho.
–Sabe que, vayase a la mierda...
La actitud de Beck seguía siendo serena, en ese instante Esteban lo miro fijamente, su nuca sintió picazón de los nervios por que al ver su expresión, paso por su mente Karey haciendo la misma mueca. Beck le quitó el papel de las manos a Esteban, el cual estaba en algún tipo de trance, después de tomar la mochila del suelo se giro entre sus talones y se encamino a la calle dejando a Esteban en el marco de la puerta.

Beck camino un tiempo sin rumbo por la calle, cuando un auto negro se paro a un lado. Beck trago pesado, entrando en pánico cuando la ventanilla del copiloto comenzó a bajar.
-¡Sube!– Ordeno Esteban dentro de esta. Beck pensaba ignorarlo, tenia un gran orgullo pero, a estas horas de la noche y sin un peso en sus bolsillos.
((¡Al carajo!))
Abrió la puerta y se introdujo al auto. El silencio era incomodo, nunca en todo el recorrido hubo un comentario.
Cuando llegaron frente a la casa, Esteban bajo sin decir nada y se encamino a esta, Beck bajo del auto después y camino hacia la puerta que Esteban había dejado abierta, Beck lo tomo como una invitación a entrar y lo hizo.
Esteban estaba nervioso, la soledad en estos años le había sentado bien pero ahora, podría estar hablando con alguien de su pasado, su...
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta fue cerrada violentamente.
Beck caminó decidido hacia Esteban que estaba sentado en un sillón individual.
– Perdón... Le aplique mucha fuerza– El chico se paro frente a Estaban, quien después le señaló con la mano un sofá, indicando que tomara asiento, Beck asintió y obedeció.– Wow... Su casa es muy ¿grande?– Comentó Beck para ver si así podrían entrar en confianza, miro a Esteban que también lo miraba pero con un rostro frío.
–Te escucho– Susurró.
–¿Que?
–Dijiste que tenias intrigas, te esc...
–Ah–interrumpió Beck –En realidad, quiero escucharlo a usted.
–¿De que?– Preguntó indiferente.
–Aun no confía en mi, ¿Cierto?–
Esteban no sabia que decir ni que hacer.–Se preguntara que hago yo aquí, ahora... Bien mi padre murió hace mas de un mes, mi madre hace dos años,  suerte que no fui a un orfanato, pronto seré mayor de edad– Sonrió tristemente – Cuando mamá murió, me... Confesó algo que en ese momento creí incoherente pero...–
Esteban ahora escuchaba atento a lo narrado de Beck, hasta que le llego una duda:
–Dices padres...
–Es obvio que no de sangre, siempre supe que era adoptado, mi madre era estéril. Fui adoptado...– en ese momento hizo ademán en forma de comillas–...de bebé.
>>El punto es que, días antes que mi madre muriera me dijo la verdad sobre mi adopción, que un día llego un lejano vecino de la casa donde antes residían, toco a su puerta con un bebé en brazos, osea yo. Les dijo a mis padres, que mi madre biológica no me quería, dijo también que él era el padre... El nombre que me dieron mis padres era un tal Chris, de ahí en adelante no sabia más del tipo.

INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora