IV: Simpatía.

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Nadie me hacía sentir mal con sus acciones crueles hacia mí, siempre creí que todos eran idiotas por creer que podían siquiera hacerme sentir mal o estúpida.

Pero... mis padres eran los únicos que podían herirme.

Ambos prometieron cenar conmigo en el Chatton Noir por mi graduación, pero a última hora ninguno apareció.

-Está bien, los amo. -Sonreí en la videollamada grupal que tenía con ambos.

Colgué y guardé mi iPhone X en mi cartera de cuero negro marca Prada, mirando mis zapatos a la par que mordía mi labio; unas terribles ganas de llorar me embarcaron ahí afuera del restaurante, pero me negaba rotundamente a llorar.

Sin embargo, mis ojos fueron traidores y dejaron escapar lágrimas provocando que mis sollozos también se hiciesen presentes.

Y mis llantos fueron interrumpidos por una molesta voz que ya conocía.

-Hey princesa sin corona, ¿todo bien?

De todas las personas en el mundo, ¿tenía que ser él?

-¿Qué rayos quieres cretino? -Espeté molesta, limpiando rápidamente mis lágrimas para que no me mirase.

Harry examinaba mi rostro en silencio, y en cierta forma su mirada profunda con aquellos ojos verdes comenzaba a incomodarme por completo.

-Deja de mirarme. -Gruñí dispuesta a irme de allí.

Pero su gran mano se cerró en torno a mi brazo ocasionando que me acercara a él, juro haberme quedado muda cuando sus ojos bloquearon la visión de los míos.

Aunque lo odiara por ser la persona más molesta del universo, el muy tonto era demasiado guapo e incluso me atrevía a decir que era más guapo que Cedric.

Aunque eso no quitaba el hecho de que mi corazón seguía latiendo por su hermano menor.

-Vengo en son de paz, te vi sola aquí parada en frente del Chatton Noir, ¿esperabas a alguien? -Preguntó con total curiosidad sin dejar de mirarme.

Resoplé enojada, quizás decirle la razón no iba a hacer ningún daño.

Tomé aire y desvié la mirada, cruzándome de brazos cuando él me soltó.- Mis padres iban a cenar conmigo, pero por sus obligaciones cancelaron la cena para otro momento.

Hubo silencio de su parte, y realmente no esperaba que dijese nada porque no quería su lástima debido a mi situación.

No quería la lástima de nadie.

-Entiendo, bueno... ya que aún estás aquí, vayamos a comer algo. Después de todo mi hermano cenará en casa de Heaven esta noche y no me apetece cocinar. -Comentó él encogiéndose de hombros frente a mí.

Esperen, ¿acababa de decir que quería cenar conmigo?

-¿Estás loco?, yo me voy a casa. -Espeté molesta porque vamos, no deseaba para nada pasar tiempo con él.

Pero su mano extendida hacia mí fue algo que me detuvo de mi andar a casa.

-Acepta la ayuda de tu prójimo, Stacy. -Sonrió sin dejar de mirarme fijamente.

Heaven's Symphony 🔛 || Libro #2 Saga: Música CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora