Heaven's Symphony 🔛 || Libro #2 Saga: Música Celestial

XI: No será fácil

-Amén. -Susurré con una pequeña sonrisa luego de que Harry me hiciera la oración de fe.

El rubio sonrió más que contento mientras que me observaba, seguramente estaba hasta más alegre que yo.

-Has dado un gran paso Stacy, bienvenida a la familia de Dios. -Agregó guiñando uno de sus ojos sin dejar aquella sonrisa, cosa que me hizo reír suavemente.

-Gracias... pero creo que debo volver a casa y... -Rasqué mi nuca algo nerviosa ya que, la cercanía del Hamilton mayor no me estaba causando nada de bien.

¿Por qué me sentía de esa forma con él?

Él asintió levemente y se ofreció a llevarme hasta a mi casa, por lo que nos subimos en su camioneta y tras encender el motor condujo en dirección a mi casa.

-Por cierto, ténla tú. -Dijo de repente extendiéndome su Biblia, la cual sacó de su maletín de trabajo.

Me sorprendí al ver aquel gesto de parte suya.- Pero... te quedarás sin Biblia...

Más él negó sonriendo e insistió.

-Tómala, yo puedo comprar otra no hay problema.

Algo titubeante, tomé entre mis manos el libro negro con letras doradas que decían "Santa Biblia", una sonrisa cruzó mis labios en la espera de leer cuando llegara a casa.

Y en cuestión de minutos la Range Rover de Harry se hallaba aparcada frente a mi casa.

-Stacy. -Me llamó antes de que me bajara del vehículo.

Me giré a verlo con la mano aún sobre la manilla de la puerta.

-Mañana... tenemos un evento de la empresa, una reunión con ejecutivos y también habrá comida... pensaba que tal vez tú podrías tocar el arpa durante el evento. -Pidió él rascándose la nuca notoriamente avergonzado, su petición me tomó desprevenida.

-¿A mí?, es decir... es raro que me lo pidas si están Cedric o Heaven. -Murmuré algo abrumada.

¿Por qué invitarme a mí?

Harry volvió a negar con la cabeza sin dejar su sonrisa.

-Te lo estoy pidiendo a ti, además que ellos están en su luna de miel aún. -Sonrió divertido al verme de soslayo, era verdad.

Suspiré y terminé aceptando su oferta.- De acuerdo, lo haré.

El rubio sonrió contento y se despidió de mí cuando me hube bajado de la camioneta, caminé hasta la puerta de la mansión y sonreí para mis adentros.

Me sentía feliz y de verdad.

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Quería contarle a mi madre que ahora era cristiana, y esperaba que eso no le molestase en absoluto ya que no le vi ningún interés antes por las cosas de Dios.

-Bienvenida, señorita. -Saludó Marta haciendo una pequeña reverencia hacia mí.

Le sonreí amablemente por primera vez antes de hablar.- Gracias Marta, ¿mis padres están en casa?

Antes de que ella pudiera responderme siquiera, se escucharon unos gritos en el piso de arriba provocando que girara mi cabeza abruptamente.

-¡Quiero el divorcio!

Aquellas palabras que salieron de boca de mi madre me helaron por completo, estaban en una discusión donde su matrimonio pendía de un leve hilo.

Pude ver que papá bajó las escaleras con pasos fuertes, ninguno de los empleados y yo dijimos nada al respecto. Mi padre me miró enojado y salió de la casa casi echando chispas.

Mis ánimos de pronto cayeron a mis pies.

-¡Mamá! -La llamé subiendo en carreras a buscarla.

Y la encontré sentada en la cama mientras lloraba desconsoladamente, verla de esa manera me partió en muchos pedazos mi corazón.

-Ya... mamá... todo estará bien, Dios tiene control de todo. -Susurré al sentarme junto a ella para abrazarla.

Se aferró a mí sin dejar de llorar, aunque deseaba saber la razón de la discusión que tuvieron no quise tocar el tema con ella estando así.

-Lamento que escucharas eso... hija... -Murmuró entre sollozos sin soltarme aún.

Más yo negué con la cabeza sin dejar de acariciar su rubio cabello con mis dedos.- No importa, sólo desahogate.

No sabía que el divorcio de mis padres sería el inicio de muchas pruebas que iba a tener el futuro, y tampoco sabía si iba a estar lista cuando estas llegaran.

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Bueno, sabemos que al empezar este camino nos vendrán muchas pruebas y aflicciones, pero confiemos en Jesús que ha vencido al mundo 🙌 comenten y voten! 🙏

¡Dios les bendiga!