Recuerdo de los seis años.
La pequeña movía sus dedos entre las cuerdas provocando que estas emanaran una armoniosa melodía en todo el teatro escolar, la niña de cabellos rubios y ojos azules sonreía tocando aquel arpa gigante como si nada.
Todos decían que ella era una prodigio musical, todos la admiraban y veneraban.
Desde ahí amó la atención, los aplausos, los halagos y que toda la gente la reconociera y la veneraran.
Sí, ella niña se convirtió en lo que era yo ahora.
Una chica totalmente fabulosa y talentosa con el arpa, la misma Stacy Powell.
-Martha, trae mi toga y mi birrete. -Ordené en voz alta mientras me sonreía observándome en el espejo.
No había criatura más preciosa y perfecta que yo, definitivamente había nacido con todos los rasgos perfectos y una piel perfecta.
Toda yo, era perfecta o así me lo hice creer toda mi vida.
-Aquí está, señorita. -Murmuró mi mucama trayendo lo que le había pedido.
Lo tomé entre mis manos y me lo coloqué sobre mi perfecto vestido color coral con la espalda al descubierto y largo hasta los pies.
Obviamente, los vestidos de Versace eran los mejores en todo el mundo a mi parecer y el que dijese lo contrario pues, no tenía ningún gusto de la moda.
-Espléndida, como siempre. -Sonreí al verme en el espejo de cuerpo completo.
Muchos piensan que una mujer como yo no se graduaría, pero adivinen qué ineptos, ¡me gradué y con honores!
Las rubias no somos tontas como pintan por ahí.
-Mi bolso de Dolce&Gabbana por favor. -Demandé estirando mi mano hacia la mucama.
Esta corrió apenas la mandé y me trajo mi bolso de mano color dorado, lo tomé y coloqué dentro mis pertenencias importantes.
Me miré en el espejo una vez más y sonreí ante tal belleza, verdaderamente que mis atributos eran todos perfectos.
Al ver que estaba lista salí de mi habitación y bajé por la gran escalera de mármol y barandal de madera de caoba. Mis padres como siempre no estaban en casa porque estaban muy ocupados con sus negocios.
Mi padre manejaba una cadena de restaurantes y embarcaciones, mi madre por otro lado era una diseñadora de interiores a nivel mundial.
Así que casi nunca estaban en casa.
-Lewis, ¿el auto está listo? -Pregunté a mi chófer cuando bajé hasta la sala principal.
-Sí, señorita. -Respondió haciendo un asentimiento con la cabeza.
Sonreí complacida y la ama de llaves me abrió la puerta principal de la mansión, caminé escuchando el resonar de mis tacones blancos St. Laurent y me acerqué al bello Porsche blanco que ya estaba encendido.
Lewis me abrió la puerta del copiloto y me subí con cuidado para no arruinar mi vestimenta.
Iba a llegar perfectamente bien a la graduación.
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Heaven's Symphony 🔛 || Libro #2 Saga: Música Celestial
EspiritualEl corazón alegre hermosea el rostro, pero la hermosura de ella la dañaba su dolor y sufrimiento. ➡Segunda libro de la saga #MúsicaCelestial ➡Novela cristiana ➡Historia original. ➡No copiar ni adaptar. ➡Registrada en Safe Creative: 1810118707765 ➡️P...