Cartas de Yesi

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Dolor: "Percepción sensorial localizada y subjetiva que puede ser más/menos intensa, molesta o desagradable y que se siente en una parte del cuerpo; es el resultado de una excitación o estimulación de terminaciones nerviosas sensitivas especializadas".

Hoy estuve investigando el significado y me parece curioso que dentro de la definición de la palabra dolor, lleve implícita la palabra "excitación". Y es que, para ser honestos, el primer golpe si duele. Duele mucho. Y excita mucho.

Sabes que te amo más que a nada en el mundo, te amo, te amo, te amo y tú puedes hacer lo que quieras conmigo. Soy tuya completamente, en cuerpo, alma y espíritu y es que tú sabes exactamente qué hacer. Sabes llevarme a territorios que nunca soñé. Me has llevado de la mano a donde nunca hubiera imaginado.

¿Quién era yo antes de conocerte? Nadie. Solo otra del montón.

El primer golpe duele mucho. Pero el dolor no es la parte más difícil de digerir. Eso pertenece a la expectativa ¿Alguna vez te inyectaron cuando eras pequeño en una nalga? Bueno, conociéndote tal vez tú no tuviste miedo, tú no le temes a nada, pero para el resto de los mortales es toda una experiencia, el terror es psicológico, el miedo al dolor, a lo que viene. Al final la aguja no duele tanto, pero el sentimiento antes de la inyección es demasiado fuerte, demasiado suspenso, es tener que aceptar que van a hacer algo que te dolerá, pero es por tu bien. Entonces hay un miedo terrible a lo que se sabe con anticipación que ocurrirá. Ese es justo el miedo que tengo cuando me azotas amor mío.

Después de ese primer golpe llega la excitación y entonces el dolor pasa a un segundo plano, me gusta mucho estar excitada y tú siempre logras ponerme así. Tengo un iceberg derritiéndose en una interminable fuente fluidos tibios. Fluidos que tú y solo tú provocas con tu manera de excitarme de mil maneras. Con tu manera de sorprenderme cada vez que entramos a esa habitación. Nuestra habitación. Cuando finalmente solo estamos tú y yo. Justo en este momento está sonando "In to you" de Ariana Grande en mis bocinas.

"So baby, come light me up and maybe I'll let you on it

A little bit dangerous, but baby, that's how I want it"

Disfruto tanto esta canción, me recuerda tanto a nosotros. ¡Estamos loquitos amor mío! Bueno, te decía que me excitas muchísimo, pero verte en acción es lo que más me excita.

En realidad es todo tu ser el que ocasiona que me humedezca por completo. Solo contemplarte, ufff eres un león, eres un rey. Me excita cómo te mueves, como caminas, como hablas, todo mandón y como te respetan o mejor dicho (y esto es lo que más enciende el fuego en mi interior) como te temen los demás. Mi fuertote.

Hoy no podía dejar de verte mientras golpeabas al tipillo ese, Luis creo que se llama, mis hormonas se volvieron locas, la vista se me nubló, solo quería agarrarte y obligarte a entrar en mí ahí, no me hubiera importado hacerlo frente a todos en nuestro parque. Quería que me hicieras lo mismo que al morenazi. Que me golpearas pero mientras me hicieras el amor. Mi Derek, mi hermoso, mi dios.

Pensándolo mejor, creo que amo esa sensación de incertidumbre antes de las nalgadas. El miedo al estar así, en tus piernas, con la mirada hacia el piso y mis nalgas descubiertas, mientras me sostienes con tu poderosa mano izquierda por la parte de atrás de mi cuello. ¿Cómo puede ser que me sienta tan indefensa y a la vez tan protegida? Me transportas a cuando era una niña. Así castigaban a las niñas de antes cuando se portaban mal ¿Cierto? Y yo imagino que me he portado muy pero muy mal. Merezco todas las nalgadas del mundo.

El segundo golpe inesperado duele más. Grito. Más de una vez he derramado una lágrima del dolor. Y aún así no te contienes, lo sé, no estamos jugando a las nalgadas, se que me estás azotando como si fuera tu esclava. De alguna manera lo soy.

Pero algo pasa a partir de que me golpeas por tercera ocasión. Me pierdo en algún lugar y dejo de sentir dolor y ahora solo siento placer. Placer infinito, me pierdo en un océano de sensaciones indescriptibles, es como si pudiera respirar bajo el agua y absorbiera el gozo en su forma más pura, a lo lejos una playera que dice Nirvana, con el dibujo de la carita malhecha y los ojos que son dos tachas. Estoy en el nirvana y tú eres mi virgilio. Me guías por un bosque obscuro, camino desnuda y soy la presa, lo sé. Una parte de mí siente miedo, está petrificada del miedo, puedo ver tus ojos azules destellando entre las sombras, acechándome, cazándome, te relames los labios con lujuria, me vas a devorar, lo sé. Y no me importa, al contrario, deseo que ocurra. Mi cazador está ahí, acechando por mí, soy un ciervo indefenso, tú un tigre. No puedo ni pensar en oponer resistencia, no contigo. Tú eres dios.

Nada te detiene, estoy a tu merced, me sigues azotando. Cada vez más. Cada vez con más fuerza. El sonido que emite cada golpe es mágico. ¡Slap! Hace eco en toda nuestra habitación, una y otra vez. Mis nalgas se ponen rojas y entonces me cargas, me levantas como si yo fuera una muñeca de trapo, soy tuya, la fuerza de gravedad se pierde y estoy en el aire, atrapada en tus brazos, me cargas y me acomodas frente a ti, es mi momento favorito, cuando finalmente entras en mí. Es otro dolor que me encanta. Entonces puedo verte a los ojos, a tus hermosos ojos, no solo por su color. Sino porque de ellos sale esta mirada intensa, profunda, que casi emite llamas azules mientras me observa.

Estoy enamorada, lo sé. Todo mi cuerpo lo sabe, solo tú conoces la manera de tocarme, sólo tú puedes golpearme así. Soy tuya, te pertenezco. En realidad el mundo te pertenece y no hay nada que alguien pueda hacer para evitarlo.

Yo jamás hubiera imaginado esto. Yo era una niña tonta con novios tontos, tú me convertiste en mujer. Tú liberaste a la bestia que llevaba dentro y que yo ni sabía que existía. Y yo no puedo hacer más que admirar tu grandeza, celebrar tus logros, abrazar tu existencia.

Amo todo de ti.

Amo tu mente, tu música, tus palabras.

Amo los azotes que me das, amo tus manos enormes y amo perderme en ese sitio especial al que sólo tú me puedes llevar cuando cabalgas dentro de mí durísimo y luego me amarras el cuello con tu cinturón. La falta de oxigeno también me vuelve loca. Montura y jinete, intercambiando roles a cada momento, solo tú Derek, solo tú.

Amo las esposas, o mis medias, o tu cinturón, o que rompas las sábanas y con los jirones fabriques cuerdas para atarme, eres tan inteligente, usas lo que esté al alcance y lo utilizas con esa imaginación que solo tú posees.

Mi vagina se encoge contigo dentro, te aprieto fuerte mientras aprieto con los puños las sábanas al mismo tiempo que muerdo mis labios, jalo la cobija, la muerdo también, gimo cada vez más fuerte. Pareciera que el alma se me sale entre las piernas en forma de fluidos que escurren entre mis muslos. Siento que es un diluvio, voy a inundarlo todo con mis fluidos, pero tú no te detienes. De nuevo soy una muñeca de trapo, es como si estuviera desmayada, pero al mismo tiempo consciente de lo que ocurre, me llevas a otro plano de la existencia. Mis gritos se escuchan a un kilómetro de distancia y ahora no puedo dejar de sonreír. Luego viene la mejor parte. Cuando terminas. Tu grito parece un coro de ángeles del infierno. Ruges como una bestia. Tus movimientos no son de este mundo, parece que estoy presenciando un exorcismo. El demonio sale de ti en forma de un líquido blanco y caliente. Me llenas toda y este justo es mi momento favorito, es como recibir el elixir bendito, a veces en la cara, a veces en mi boca, a veces dentro de mí. Tu semen me convierte en una santa, como Juana de Arco. Me siento tocada por dios. Y entonces llega la calma, la bestia salvaje se calma, y me mima y me cuida, como sé que lo hará siempre. Sólo yo conozco esta parte de ti, la de un tierno caballero que acaricia a su amada. Bufas como el animal que eres. Vas recobrando el aliento mientras me acaricias la cara y me prestas una toalla para limpiarme. Yo no me limpio. Me encanta dejar secar tu esperma en mi cuerpo. Es mi pócima de la eterna juventud.

Tu sonrisa pícara, tu gesto de satisfacción y ese tierno beso que me das antes de despedirnos me hacen pensar que no importa cuanto duela, mientras me sigas golpeando, te voy a amar por siempre.

Conejos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora