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Continuado el especial.
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Yoongi llegó a un punto de su vida donde jamás pensó estar, era total y plenamente feliz, estaba casado con lo que él consideraba la mujer más hermosa sobre la faz de la tierra y se había enterado hace un par de meses que sería padre.

Ahora cada día no podía evitar levantarse con una sonrisa, cosa rara en él pero lo cierto era que no cabía de la alegría.

¡Tendría una familia!

Los nueves meses pasaron volando en un abrir y cerrar de ojos. Y de pronto una noche ya era hora de que un nuevo bebe llegará al mundo.

Él le había especificado claramente al bebé que naciera en el día pero no, nacería en la noche, ahora sabía de antemano lo rebelde que sería su hijo.

La noche era más oscura de lo normal y lo único que escuchaba eran los quejidos de dolor de su mujer que parecía querer establecer una competencia contra las notas altas de Michael Jackson por lo raro que gritaba.

Frenó el auto en una luz roja, tenía prisa, debía tenerla, ¡no estaba preparado para estás situaciones! Si por él fuera encargaría al bebe por cigüeña y problema resuelto.

Un golpe desde atrás de su auto provocó que este avanzara unos metros, se enfureció, un taxi había chocado contra ellos. Peor momento imposible, ¿no?

El golpe desde atrás no fue nada grave más no tuvo tiempo de cruzar cuándo un camión, que venía hacía ellos, hizo volcar el auto donde estaba él, él y su embarazada esposa.

Cuando despertó en el hospital se le fue informado que su esposa y bebe no lograron sobrevivir al choqué. Ese fue el primer día que lloró en su vida. Lloró y lloró como si mañana no hubiera. Un llanto desgarrador.

Lo que Yoongi no supo fue que su pequeño Min Sungjae, su hijo… Si sobrevivió al choque y seguía con vida en manos de una pareja que había pagado clandestinamente por él, para después arrepentirse y abandonarlo con 2 años en un orfanato. Patético final, ¿cierto?


[…]


Dos años más tarde era el día de su futura boda, su segunda boda.

Yoongi jamás pensó que volvería a enamorarse después de todo lo que sufrió en el pasado, pero con el pasar del tiempo conoció a cierto chico llamado Park Jimin, un dulce enfermero que lo consoló durante sus días de ingresado, y se podría decir que puso su vida de cabeza.

Jimin era un dolor de cabeza para él, al principio con sus sonrisitas y malos chistes, más no supo en que momento aquel enano se volvió tan importante para él.

La boda sinceramente fue un completo desastre ya que sus estúpidos amigos habían asistido, Taehyung se comió el pastel antes de cortarlo, otra vez, Hoseok bailo hasta decir nomas y cayó sobre los regalos, Jin regañaba a todos hasta que se puso a bailar disco, Namjoon corría detrás de Namhyok quien huía con las llaves del auto, Jungkook jugaba clash Royal, Jongjin tumbo la bola de disco, nadie sabe como lo hizo pero lo hizo y Yugyeom seguía sin saber que hacer o decir.

Al final si lograron casarse, por poco, más cuando fueron a pedir los anillos hubo un inconveniente pues Park Kyung, el hijo adoptivo de Jimin, con su primer añito, se comió los anillos pensando que eran habichuelas mágicas de oro.

Yoongi sonreía enternecido, hace mucho que no lo hacía, cargo entre sus brazos a su pequeño hijastro mirándolo a los ojos, que lindo era tener una familia.

—¡Appá!—Chilló de alegría el pequeño entre brazos riendo.

Jimin no podía estar más feliz y preocupado, después llevarían el niño al medico.


Quería ponerle dramita, klesdigo :vr

BTS being a brokenheartedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora