Según un consejo que leí tiempo atrás, un aspirante a escritor debe escribir todos los días. Y recomiendan hacerlo en un diario a manera de escritura libre.
A su vez, según la RAE, "Escribidor" significa un mal escritor. En mi caso, me gusta utili...
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Hace unos días estuve hablando con una amiga sobre la comparación que hacían de una novela turca que estuvo de moda hace poco (Fatmagul) con una novela local. Y esto da pie al artículo de hoy.
Hay una razón muy grande por las que no me gustan muchas telenovelas, y es porque las que he visto de chica (ya que mi madre y mi abuela les gustaba y una a esa edad repite lo que hacen los grandes) eran malísimas. Con mensajes machistas, destructivos, que normalizaban situaciones que no deberían darse. Sin evitar mencionar el drama irreal e incoherente que le meten mostrándonos situaciones tan inverosímiles, por no decir ridículas.
Hoy voy a hablar de una novela peruana, que aunque fue un remake de una telenovela venezolana de los 80s, para la época en la que se transmitió en las pantallas de la televisión peruana (2000) debió haberse repensado muchas cosas para hacerla más acorde a la época. Hablo de "Leonela, muriendo de amor". Y a pesar de lo tóxico de su argumento, esto no ha mellado para que sea retransmitida varias veces más.
Cuenta la historia de Leonela, una mujer de clase media alta, que en la noche que anuncia su compromiso con su novio de toda la vida, es abusada sexualmente por Pedro, un hombre sencillo a quien el novio le había pegado horas antes. Este, en el colmo, tiene celos del novio de Leonela y le dice que no se puede casar con ella porque ya había sido su mujer (LOL). Luego, Leonela lo denuncia. Pedro es llevado a la cárcel, pero no por la violación, no, sino porque mata (no me acuerdo cómo) a un tipo.
Leonela, obviamente, está traumada por la violación, pero le duele más el rechazo que sufre por parte de su novio (quien la deja) y de quienes creía sus amigos. Para rematar, queda embarazada de Pedro por la violación. Decide seguir con su embarazo, pero dar en adopción al niño. Y así pasan los años.
En un momento, como Pedro es el galán de la telenovela, guapo, bueno y demás, aunque justifique su violación porque estaba cegado por la ira y la bebida (oh, qué bonita justificación, entonces todos los que reciben una humillación, que se amparen en beber y violar a cuanta mujer se le cruce por el camino), sale de la cárcel por buena conducta y se gradúa de abogado. Y como esta telenovela es un dramón puerco del montón, pues se cruza con Leonela luego de eso.
Pero, en algo inverosímil que no sé cómo mierda se les ocurrió a los que se inventaron esta historia, Leonela comienza a enamorarse de Pedro (este ya estaba encaprichado, más que enamorado por ella, así que si la otra le decía que sí, él iba como perrito faldero a sus pies). ¿Y qué creen? Claro, terminan casándose (?), porque es súper bonito querer estar de por vida con quien te violó una noche (nótese la ironía). Y no, no estamos hablando de Síndrome de Estocolmo, porque Leonela no fue secuestrada por él. Aunque como tampoco sé mucho del tema, pues prefiero no ahondar en este síndrome.
Para rematar, como Leonela todavía arrastra los traumas de su violación, por muy bonito e ideal que quieran pintárnoslo, pues se le hace imposible consumar su relación con Pedro. ¿Y qué creen? Este, en lugar de entenderla y tenerla la paciencia debida, porque más que bien, así estando borracho, o lo que sea, ES POR CULPA de este idiota que su mujer esté traumada con el sexo, ¿qué creen? Decide irse con cuanta mujer se le insinúa porque no puede estar sin tener relaciones y es un poco más que un perro en celo, pintando a Leonela como una incomprensiva, boba y egoísta "que no perdona a su marido" por vivir traumada por una violación.
Esta telenovela, por donde se vea, da un mensaje machista, tóxico y dañino, mostrando a la víctima de una violación como la mala, por no querer "aceptar" al "bueno" de Pedro, el violador. Una muestra más en donde la víctima de un abuso, en lugar de ser vista como tal, es vista como el victimario. Y lo más inverosímil de la situación es que, en su momento, "Leonela, muriendo de amor" fue una telenovela que se transmitió en el horario estelar de muchos canales, rompiendo índices de sintonía.
¿Cómo puede la gente ver semejantes bodrios? Peor todavía, ¿terminar empatizando con Pedro y censurar a Leonela, la víctima real? En fin, que el mundo está hecho patas arribas.
