Remian miró a sus pies como Dana se esforzaba por respirar aunque obviamente no pudiera, no le quitaría el cuchillo, sabía que era mejor tenerla inmovilizada que intentar controlarla luego.
Ni siquiera podía imaginar a Naths intentando pelear con ella, y sabía cómo había quedado su protegida después de aquel encuentro, sólo detestaba a Dezz por restringirle su búsqueda después de haberlo atacado, ni siquiera sabía cómo aquella lo había conseguido, pero estaba malditamente seguro de que podía, incluso Naths si le se hubiera tomado el trabajo de enseñarle podría hacerlo, lo había logrado...
― Los mataré ―aseguró el Ángel Oscuro intentando reincorporarse.
Remian no dudaba de ellos, por lo que se aseguró de que la herida fuera hecha con una Daga que en verdad la lastimara, quito la de Dezz y puso la suya, y por la expresión de Dana comprendió que ella había creído que él la liberaría, pero en realidad, aquella opción no estaba en sus planes.
La observó un momento mientras sola se envenenara, todo sería mejor, al menos aquello le daría un poco más de tiempo.
Podía paladear en el aire un sutil aroma a muerte y destrucción.
Necesitaba calmarse, no quería desatar a su bestia interna, la calma siempre había sido necesaria para alguien que podía perderlo todo si se atreviera a soltarse de golpe.
Pudo escuchar como Lena llegaba a escena, intentando cambiar las reglas del juego, y demonios si lo estaba logrando, agradablemente Raphael comenzaba a reaccionar, y era algo muy importante para lo que él sabía, y por supuesto, todo el mundo ignoraba. Fue por lo mismo que incitó a Lena a venir en primer lugar, y era por lo mismo que tenía que prepararse, una guerra se desataría, y para que Michael no perdiera la cabeza, tenía que estar demasiado atento.
Un destello de luz le informó la llegada de Azael, pero no era a ella exactamente a quien quería ver, Dianna no le había contado aquello, por qué estaba el Demonio allí, y en compañía de Bastiaan...
Remian miró a un costado intentando que nadie se percatase del Ángel agonizando a sus pies, y menos que menos, de que Azael pudiera ver en las condiciones en las que Naths se encontraba, aunque Azy no era el problema, sino Bastiaan.
***
Azael lo llevó a destino y pudo sentir que alguien moría, los latidos abruptos de un corazón iban disminuyendo, y lo único que pudo pensar fue en Naths en manos de aquel bastardo, pero antes incluso de poder llegar a él, fue lanzado por los aires.
Michael... el bastardo estaba allí.
Khael gruñó de rabia, sabía que tenía que calmarse, encontrar el punto de fricción para poder pensar con claridad, pero nada de aquello funcionaría, el Arcángel había asesinado a su madre, y moriría por ello, sin importar cómo, lo haría.
Agradablemente no había salido desarmado, pero aún no usaría ninguna de sus armas, disfrutaría pegarle he infringir dolor a mano limpia.
Michael estaba enajenado en su furia, lo podía sentir, no estaba muy lejos de como él se encontraba en aquel momento, quería asesinarlo, los dos pretendía lo mismo, entendía su propia motivación, pero no la de él, aun así, si aquello en verdad era un Ángel Oscuro como Remian le había dicho, no necesitaba tener un motivo para enfurecerse, ya que el bastardo no poseía conciencia de lo que hacía, y Khael no le daría el tiempo necesario para arrepentirse.
Respiró por un momento, y comenzó a devolver cada golpe con el mismo ímpetu, intentando amortiguar y esquivar cuanto pudiera. Podía escuchar sus alas, como las batía a modo de advertencia, y sabía que si él hubiera tenido alguna en algún momento de su vida, estaría haciendo lo mismo.
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Saga Ángel Oscuro I. La Sangre del Culpable.
RomanceLa sangre del Culpable, es la primera entrega de la Saga Ángel Oscuro. Está narrada desde diferentes puntos de vista, en un enfoque paranormal. La sangre del Culpable girará en torno a una Profecía, la cual, no presagia exactamente un final feliz...