Tiene el título de ser la subespecie más extraña y más genéticamente diferentes del lobo gris, que se halla en América del Norte. En nuestros días hay alredeor de 340 de ellos en más de 49 centros de investigación en todo los EE.UU. y en México. La minoración se debió primordialmente a la minoración del número de levantes y corzos, que cazan para alimentarse.