Carta 39.-

784 93 0
                                    

"Ese día después de que me curara de mi cuerpo, salimos a un centro comercial hacia tanto tiempo que no salía con mi Azusa, me ponía alegre tener que tomar tu mano y salir aunque sea una vez al mes contigo, esta vez espero si te hayas dado cuenta de que me arregle solo para ti, me dirigí a un puesto de helados y como una pequeña niña pedí uno, tú con una sonrisa pediste otro, me observabas con una sonrisa y yo a ti, tengo que pasar eso solo para verte feliz, o eso me imaginaba yo, después de pedir los helados nos dirigimos a un lugar apartado, donde nadie nos viera y tome tu brazo y te acerqué a mi, dándote un tierno beso, tenía rato que no sentía tus suaves labios coló la seda y dulces como el helado que comías, tú sonreías en el beso y me acercaste más a mi, me encantaba tener días así contigo, donde olvidábamos todo y solo importábamos tú y yo, en una cita a solas, nos sentamos en una banca a conversar, tomaste mi mano y pude ver, que los cortes que tienes debajo de una venda eran los que yo tenía, sonreír al ver que esos cortes también los tenía en mi brazo."Hey, Justin tú crees que, París me ama tanto?" Comenzaste a conversar con Justin nuevamente, sabía que era era un amigo tuyo y que el esa el único que te daba amor como tú te lo das ahora, a causa de dolor".

El muchacho de los ojos tristes ; Azusa MukamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora