Parte 34

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Hospital....

Est- mi sobrino es hermoso (con el niño en brazos junto a Vi-vian)
Vi-vian- sobrino y ahijado Estrella, queremos que seas su madrina
Est- ¿de verdad? (Notablemente feliz)
Vi-vian- claro que si
Est- ay gracias, muchas gracias, eso me hace más feliz

Pasillo del hospital...

Heriberto- todo esta bien, pero necesitará cuidados, hay que tener en cuenta que fue una cesárea y no parto normal
H- sí, hablaré con mi mamá, lo mejor será que nos instalemos en la casa de ella hasta que Vi-vian esté bien
Heriberto- yo creo que será lo mejor, si necesitan cualquier cosa no duden en pedirnos ayuda
H- muchas gracias Heriberto, bueno voy a ver a Vi-vian
Heriberto- ve, mañana les haremos una revisión y les informamos cuando les daremos el alta
H- de acuerdo, muchas gracias de nuevo, sobre todo por atender a mi mujer a pesar que no es tu especialidad
Heriberto- nada que agradecer, para mi no son mis pacientes sino mis amigos, amigos de mi familia
H- lo mismo para nosotros, son grandes amigos para nosotros.
Heriberto- muchas gracias (le palmea el hombro) ve con tu hijo y tu mujer y felicidades nuevamente
H- gracias

Mansión Sanromán....

*Habitación matrimonial*
Baño

Se preparó el baño, sumergirse en agua caliente con sales era realmente relajante para ella. Se sacó los zapatos, se preguntó como podía seguir aguantando todo el día los tacos. Siguió con su saco y cuando iba a sacarse la camisa sintió unas manos que se abrieron paso para hacer el trabajo ellas misma.

M- mi amor (tirando la cabeza hacia atrás hasta recostarla en el pecho de su esposo)
E- ¿mmm? (Deposita un beso en el cuello a medida que desabotonaba la camisa de ella)

Sentir las manos de su marido por su cuerpo era algo que adoraba. En sus brazos se sentía la mujer más amada, respetada y feliz.

Estiró su mano hacia el pantalón de su esposo para desabotonar el cinto y la cremallera, era algo incomodo estando de espaldas a él. Pero lo logró y comenzó a palpar la longitud de Esteban en toda su extensión. Pudo notar que cada vez crecía más.

E- vas a terminar matándome (desprendiendo el sujetador para comenzar a acariciar sus senos)
M- solo quiero darte placer, responder al placer que me das
E- te amo, quiero otro hijo (besando su cuello mientras se encargaba que sus pezones se pusieran cada vez más rígidos)
M- te amo

Sumergida en la pasión que estaba sintiendo no escuchó las palabras de Esteban.

Las prendas de ellas terminaron junto a las de él. Giro en sus fuertes brazos y le dio paso que el se deleitara con sus senos. Tomó uno en su boca y lo succionaba generando gemidos en María. Pasó al otro dejando un rastro húmedo en el anterior.

La fue guiando al jacuzzi, donde se sumergieron y buscaron sus bocas para explorarse. Las caricias no sesaban, el acariciaba con una mano sus pechos y con la otra su cadera. Ella por su parte acariciaba el pecho de su esposo bajando por su abdomen hasta llegar a su longitud ya crecida y preparada para sumergirse en ella.

Los dedos de Esteban palparon el lugar mas íntimo de María, supo que estaba completamente preparada para recibirlo. Dos dedos hábiles se hundieron en su femineidad dándole placer y momentos después llevarla al punto máximo.

Cuando María tuvo su primer orgasmo Esteban la tomó de las caderas y la colocó a horcajadas haciendo que se deslice por su dura y erguida longitud.

Las paredes de su interior se seguían sacudiendo luego de la explosión que segundos antes había sentido, su marido comenzó a moverse logrando cada vez mas placer. Sentía no poder soportarlo y cuando se recuperó acompañó los movimientos de él.

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora