Parte 22

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E- de una verdad... que no tuve el valor de enfrentar.... Nunca... nunca me atreví a decirles... que su madre no estaba muerta... (Inexplicables las caras de Héctor, Estrella y Ángel ante semejante noticia)

H- (poniéndose de pie) ¿mi mamá está viva?

E- (lo mira) si...está viva...

Est- ¿y dónde está?

E- (armándose de valor) su madre... hizo el sacrificio... de convertirse en su madrastra para estar cerca de ustedes... (Se da vueltas y la presenta) aquí está (los tres se la quedaron mirando) ¡aquí está su madre!.... ¡María es su verdadera madre!
(María llora emocionada, los muchachos se quedan impactados, asombrados no pronuncian palabra alguna, sólo ven fijamente a María y ella a sus hijos)
Est- ¿qué dijiste? (se levanta) a ver, a ver qué, qué, o sea que ¿María es nuestra madre?! (Sin poder creerlo)
(Llora y ríe al mismo tiempo, incrédula, se levanta del sillón)
M- Sí, yo soy su verdadera madre, yo, yo y no la mujer del retrato como les hicieron creer
H- no, eso no puede ser cierto! (yendo del otro lado del sofá) por favor
E- Héctor ¿crees que les mentiría en algo tan delicado?
Est- María, ¿María es nuestra madre? no, no, es que yo no puedo creerlo!
E- por favor, por favor ¡es la verdad!
Est- ok... suponiendo... sólo suponiendo que lo que dices es cierto, ¿por qué no nos lo dijiste antes?
E- Ustedes conocen la historia de María... para mí no era fácil decirles que su madre estaba en la cárcel
Est- pero ¿por qué? (gritando) ¿por qué inventaste esa mentira? ¿Por qué nos dijiste que... Que... Que nuestra madre había muerto si no era cierto? (desesperada) ¿Por qué?
E- fue la única solución que encontré para que ustedes no sufrieran, ustedes continuamente preguntaban por su madre y yo tenía que decirles algo no sé, cualquier cosa con tal de evitarles el dolor de saber que su madre estaba en una cárcel de por vida, acusada de asesinato... (De la misma forma que Estrella, desesperado)
(Héctor y Estrella siguen sin poder creer que María es su madre y ángel sin reacción)
H- papá (irritado, mientras Esteban se pasaba la mano por la cara y María observaba con lágrimas en los ojos) ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo fuiste capaz de hacer una ceremonia año tras año recordando a nuestra madre muerta?, ¿Por qué esa farsa para mantener vivo su recuerdo? una adoración por una mujer que nunca existió, ¡¡fuiste muy injusto papá!! (Negando con la cabeza) alimentaste por años la ausencia de nuestra madre....
M- no, no culpen a su padre, cuando yo regresé a México y me enteré de todo, también sentí rabia e indignación por lo que me habían hecho (consumida por las lagrimas y la emoción), pero después comprendí que todo era por el bien de ustedes (llorando) Héctor... tu vas a ser papá y vas a comprender lo que se es capaz de hacer por los hijos (acercándose un poco, aunque el sofá estaba de por medio)
H- sí señora, pero yo nunca los voy a engañar de esa forma, preferiría aguantar sus reproches a herirlos como han hecho con nosotros

Est- ¿por qué no nos dijo nada cuando se casó con mi papá? (llorando) si realmente nos veía como hijos, ¿por qué no nos dijo la verdad?
M- nunca... nunca vuelvas a dudar de mi amor de madre, si resistí veinte años encerrada en una prisión fue solamente por ustedes, por mis hijos, porque son mi más grande adoración (llorando más que antes) a pesar que fui condenada a cadena perpetua siempre, siempre tuve la fe que yo iba a volver a estar con ustedes
Est- (gritando) es que toda mi vida me hiciste mucha falta, toda mi vida... te casaste con mi papá y yo te dije que me hacía falta una mamá, y jamás me lo dijiste (María llora y agacha la cabeza) te quedaste callada, me hiciste llorar, me hiciste sufrir porque no te importó no te importé!
M- No, no (llorando)
(María se acerca a Estrella, pero ella se aleja y se sienta en el sillón)
Est- no, no me toque, no sé que pensar, no sé que decir, no sé lo que siento
M- Ten en cuenta que soy tu madre... que regresé, que estoy aquí para recuperarlos a los tres (aunque ángel no era su hijo), para poder tenerlos de nuevo entre mis brazos y poderles decir cuanto los quiero!
H- no señora... no señora por favor... Por favor no nos pida eso, aunque quisiéramos no es fácil para nosotros... Por años, por muchos años adoramos a una madre que no era usted... ¿Cómo, cómo pretende usted que ahora enterremos esos veinte años de amor, de veneración que le dimos a esa mujer del retrato? (señalando el cuadro)
(Esteban se acerca junto a María)
E- no, no, a María no le reprochen nada, yo soy el único culpable, yo fui tan cobarde al tratar de olvidarla (frota sus brazos mientras la observa a María a pesar que ella está de espaldas) muy tarde comprendí mi error, pero ya no podía dar marcha atrás, ya no podía decirles que ella en verdad era su madre
(Estrella se levanta y se pone junto a Héctor y Ángel <quien no podía pronunciar palabras> detrás del sillón)
Est- es que no, no, no nunca debiste engañarnos... ¿cómo, cómo decidiste por nosotros? ¿Cómo vamos a llamarla ahora?, después de que le gritamos que era una intrusa, y que no la queríamos como nuestra madrastra en esta casa ¿Cómo?
E- por favor, por ganarse un lugar en el corazón de ustedes es por lo que María ha luchado, ha resistido, gritos, humillaciones, TODO con tal de lograr que poco a poco la fueran aceptando
H- ¿sabes cómo me siento papá? cada vez peor, muy culpable al recordar todo lo que le hicimos, todo lo que le gritamos, y usted, usted por cada grito nos correspondía con una sonrisa, por cada desprecio que le hacíamos nos daba una mirada de cariño
M- cada una de sus palabras me desgarraba el alma (cerrando por un momento sus ojos), pero yo las perdonaba inmediatamente porque venían de ustedes... las personas que más quiero en esta vida a quienes les di la vida
H- no se si (vuelve del otro lado del sofá) tengo que culparla a usted, (mira a su padre) o culpar a mi papá (vuelve detrás del sofá).... Pero los dos nos hicieron muchísimo daño con esa mentira
E- a ver (se coloca un momento delante de María) ¿de qué forma yo puedo pedirles perdón, de qué forma... qué puedo hacer para que entiendan porque mentí?
An- ¿cómo... cómo entender?... nos quitaste el cariño de nuestra madre, ¿cómo te atreves? no diste un dolor inmenso al tratar de protegernos (mientras Estrella llorando se abraza con Héctor)
E- lo sé.... y no hay un día de mi vida que no me arrepienta pero por desgracia ya no puedo regresar el tiempo

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora