-Antes de decirte esto - comenzó Dan -debes saber que Eliza es nuestra niña. Que lo será ahora y siempre, y no dejaré que nadie nos la quite.
Phil tomó a la bebé en sus brazos y se sentó con ella en el sillón de la sala. Daniel se apoyó contra la pared y miró a su familia con ternura.
-Cuando adopté a Eliza, ese día que querías otro hámster ¿recuerdas?
-¿Cómo olvidarlo?
-Pues bien... ese día que cambió nuestras vidas.
Dan caminó hacia donde estaba Phil y besó la frenre de Eliza con delicadeza.
-Eliza fue la niña perfecta a penas la vi - continuó Howell, ahora colocando su mano en la mejilla de Phil -y en seguida dije que ella era a quien quería. Pero... la mujer que me acompañaba para ver a los niños me dijo que me convenía escoger a otra pequeña.
-¿Por qué? -inquirió Phil, pero Dan colocó su dedo índice en los labios del muchacho.
-¿Tú crees que yo podía hacer algo así? Eliza había sido mi niña desde que la vi por primera vez. ¡No podía dejarla!
-Pero Dan... dime que sucede con ella.
-La mujer me advirtió que Eliza estaba en el orfanato porque sus padres no podían cuidarla. Y no es que no tuvieran dinero. Sino que la ley se la había quitado. Pues su padre era un borracho agresor y su madre una drogadicta. Ni siquiera querían a la pequeña. La conservaban sólo por el dinero que el gobierno les daba en el plan social.
-Pero Dan... la mujer de hoy...
-Si. Era su madre. Es verdad. Su verdadera madre.
El rostro de Lester se deformó por completo. No podía creer lo que sucedía.
-Oh Dios...
-Pero Phil. Olía a cerveza y cigarillos. De seguro mañana ya ni se acuerde que ha estado aquí.
-¡Daniel! ¡es su verdadera madre! ¡no podemos contra eso! ¿comprendes? No importa lo que ella haga o no. ¿Cómo le quitas una niña de los brazos a su madre?
Eliza comenzó a llorar en ese instante. Daniel la tomó de las manos de Phil y la recosto entre sus propios brazos. En seguida la niña se volvió a dormir, con una sonrisa dibujada en su rostros.
-¿Verdadera madre, Phil? Tú eres su madre.
-¡Oh no! Yo soy el padre.
-Todos saben que tú eres la madre Phil.
-¡Tú la trajiste a nuestras vidas, Daniel, es claro que eres la madre!
-Bueno. Basta. No discutamos esto ahora. Debemos llamar a un abogado y ver cómo siguen las cosas.
-De acuerdo.
Se quedaron en silencio unos segundos hasta que Dan dijo:
-Ahora dejemos en la cuna a Eliza y vayamos a la cama, que el grito Phandom de ese policía me recordó por qué me gusta que nos shipearan.
-Pervertido...
-Cállate mamá Phil.
