Capitulo doce.

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--Te extraño --Murmuró mientras se arrodillaba frente a la lapida.

Hay veces que las lágrimas solo se escapan de los ojos de uno. Nadie puede retenerlas, son nuestras penas y tormentos siendo expulsadas del cuerpo en forma de cúmulos de agua. 

Marinette conocía muy bien las lágrimas. Por culpa de tres personas las conoció muy bien. 

Quizás su broma no fue la causante de todo su cambio. Quizás fue otra cosa, la perdida de alguien por ejemplo. Ella lo recuerda. Lo recuerda muy bien.

--Debí ser más inteligente --Un sollozo se escapo de sus labios-- más astuta --No era su culpa. Pero así lo siente ella.

Aquel trágico día cuando ellos la secuestraron para hacerla sufrir. Ese mismo día también había perdido a su padre. Después de haber recibido una llamada de su Sabine avisándole que Marinette había desaparecido, no logró ver que un auto conducía a toda velocidad, poco después de su muerte, había recibido un mensaje anónimo revelando el lugar en el que se encontraba.

Ese mismo día, Marinette realmente quedó marcada y llena de odio, tanto odio que lo manifestó en contra de sus compañeros. Odio que sólo descargaba con las personas que realmente lo merecían.

Aquel día, habían asesinado a la inocente y débil azabache de mirada dudosa. Dejando sólo a una joven destruida que se armaba sola. Una joven que no temía a nada y que no se dejaba pisotear ni intimidar. Porque por culpa de ser débil, perdió a uno de los pilares de su vida, su padre, y no deseaba perder a sus hermanos y mucho menos a su madre.

Por ello empezó a ejercitarse. Empezó a recobrar los estudios mejor que nunca, pero por sobre todas las cosas, aprendió a tenerse amor propio y carácter. Agradecía profundamente a su psicóloga, que la atendía una vez a la semana y la hacia cobrar el sentido común con la gente. No todos son malos. Pero tampoco, son todos buenos. Gracias  ella, no maltrataba a todos, y descargaba su furia y odio solamente con los que se lo merecieran. Los demás no tenían nada que ver con ella y por ende, tampoco merecían su odio.

--Ojala pudieras ver como crecimos, Marin --Embozó una sonrisa triste-- Bridgette --Suspira-- y  yo --Más lágrimas bajaban de sus ojos- Bridgette ganó un premio en su escuela --Empezó a recordar el rostro de su hermanita con algo cristalizados sus ojos y una sonrisa que irradiaba felicidad-- el premio de ciencias que te prometió que ganaría --Recuerda la noche que ellos dos hicieron esa promesa. Estaba viendo una película, y Bridgette la interrumpió para preguntar que era aquel extraño festival con maquetas raras. Después de saber lo que era, le prometió a su padre, Tom, que ella ganaría uno-- tuviste que verla, irradiaba felicidad y estaba tan orgullosa, yo estoy tan orgullosa de ella --Se secó las lágrimas con el torso de su mano- ¿Y sabes? Ella dijo que lo ganó por ti, y sólo para ti. Por su promesa --Su voz se empezó a quebrar-- todos sonreímos, pero queríamos llorar, aun te extrañamos papá, yo aun te extraño demasiado --Y no era un misterio ni una sorpresa, que Marinette fuera la más afectada. Ella tenia mas amistad con su padre. Con él estudiaba, con él recorría las calles por la noche a ver la luna y las estrellas-- La casa se siente tan apagada desde que te fuiste --Su voz ahora era un leve murmullo que se lo llevaba el viento-- Mamá trabaja más, y cada vez tiene menos tiempo para Bridgette y Marin --Mira en algún punto fijo de la tierra llena de pasto y flores-- yo trabajo tanto para ayudar a mamá y que ella pueda pasar tiempo con Bridgette y Marin --Y las lágrimas volvieron a caer-- porque ellos la necesitan, yo la necesito, todos la necesitamos. Pero ella no puede, el trabajo apenas la deja, y nos duele, porque sentimos que también la vamos perdiendo poco a poco --Y empezó a descargar todo. 

Su vida era una verdadera mierda. Su vida se volvió una verdadera mierda por un grupo de infelices.

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