Are Rumors.

Capitulo veinticinco.

--En verdad les estoy agradecida de que me hayan perdonado --Comentó una sonriente Chloe, ella en verdad creyó que la tratarían de mentirosa o la tratarían mal.

--No tienes que agradecer --Dijo Plagg con una sonrisa-- cualquiera que se disculpe de corazón por sus malas actitudes, siempre va a recibir un perdón de mi parte --Aseguró el morocho.

--Y de mi parte también --Exclamó emocionada la italiana resaltando aun más su acento.

--Y creo que no hace falta decir, que del mio también --Dijo con una sonrisa la azabache. Luka miraba ahora a la nueva integrante y al grupo de chicos con una sonrisa. Le agradaba ver como las personas reconocían sus errores y los enmendaban.

--¿Y tu? --Preguntó la rubia mirándolo directamente. Lo único a lo que atino a reaccionar, fue a sonrojarse.

--¿Yo? ¿Yo qué? --Preguntó entre titubeos y un leve tartamudeo.

-- ¿Me perdonas por haber sido cruel contigo antes? --Preguntó con seriedad y sinceridad. Con una chispa de culpabilidad en sus ojos. Que no dudo en responder de inmediato.

--Siempre estarás perdonada Chloe --Afirmó con total seguridad. Haciendo que el mundo desapareciera ante sus ojos, donde sólo estaban ellos dos, en medio de aquella ruidosa cafetería.

Aunque el canto de las otras dos femeninas en la mesa, con un tono de burla en su canción los hizo volver a la realidad.

--Chloe y Luka se van a casar --Cantaban a la par mientras agitaban por los hombros a los nombrados. Lila a Luka y Marinette a Chloe. Dejando ruborizados a ambos individuos y con un Plagg intentando calmar a su pareja.

--Lila cariño --Le llamaba apenado por las dos pobres almas atrapadas en los juegos de su pareja y mejor amiga-- calma cariño, vas a matarlo de la pena --Le advirtió mientras tomaba las manos de su novia.

Ahora que Marinette quedo en solitario por las parejas de su grupo, decidió sacar el característico lado dramático que su mejor amiga le había enseñado.

--No se preocupen por mi --Informó con un tono exagerado de angustia-- yo seré la tía solterona que cuide a sus bendiciones para que puedan traer más generaciones a Francia --Tres de la mesa se sonrojaron por las revelaciones de la azabache. Sólo una castaña sonrió con picardia ante el intento de bochorno de la contraria.

--No te preocupes Mari --Dijo con una sonrisa la castaña-- Francia no deberá de preocuparse por las futuras generaciones una vez que Plagg y yo nos cacemos --Informó generando más bochorno al pelinegro. 

El ambiente se lleno de risas y más chistes, disfrutando de la compañía del otro, aunque alguna presencia más que otra. 

Aunque Marinette sonreía, y le gustaba aquel ambiente, no pudo evitar mirar a la mesa donde estaban los Agreste y Césaire sentados, cruzando miradas con la rubia a la que alguna vez llamó amiga. Ambas sintiendo un nudo en la gargantas por las palabras atascadas en ese nudo, volteando la mirada, siendo ignoradas por sus compañeros. 

Ambas con el mismo pensamiento en su cabeza, odiaban las vueltas del destino y sus sucios trucos.