Capitulo sesenta y dos.

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Suspiró por onceava vez quizá. Su hermana se encontraba durmiendo junto a Marin. Ella no podía salir del hospital aun. Había dos oficiales resguardando su habitación. Su madre fue la responsable de ello, y mucho no le costó considerando la lista de motivos por el cual ella debía cuidarse. 

No tenía celular alguno para comunicarse con sus amigos. Sólo sabía lo básico, como que Lila intentaba encontrar a Plagg, Luka estaba con su hermana y la mejor amiga de esta, y de Chloe y Adriana no sabía nada. 

El libro en sus manos perdió su valor en cuestión de instantes, estaba cansada emocional y mentalmente. Odiaba estar en reposo tanto tiempo, pero hasta que el medico no le diera el visto bueno para salir no le quedaba de otra que resignarse a esperar.

Odiaba quedarse de aquella manera. Nadie que le hablara, sin nada para hacer, sólo ella y sus pensamientos de culpa por todo lo que se encontraba atravesando su familia y amigos. Si tan sólo hubiera sido más inteligente, si sólo hubiera sospechado de aquella bebida y sus ligeros sintomas. Era su culpa el encontrarse en aquella situación, porque siempre tendía a minimizar sus emociones y malestares para seguir con sus obligaciones, y ahora todos a su al rededor se encontraban alterados.

Hubiera preferido morir aquel día que abusaron de ella para quitarse este sentimiento de culpa y odio que tantos años llevaba revertir. 

Algunas emociones son más fuertes que uno, en algunas ocaciones.

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