- Siempre es asi? Preguntò Daniel a Frederick.
- Sabes... Te podría decir que sì. Pero realmente estaría mintiendo. La señorita Hatsune era una mujer bastante querida por todos, podría asegurar que, antes del accidente la señorita era otra persona.
-Accidente ? dijo Daniel elevando una ceja.
- Ah, no lo sabias? La señorita hatsune muriò y reviviò literalmente. Me causa bastante intriga, què tipo de enfermedad desarrollò en su terca cabeza con la contuciòn del accidente.
- Ja ja jà, que chistoso. Respondió daniel con un muy notorio toque sarcástico.
- Nuestro ascensor muchacho, sube.
dos pasos detrás de Frederick, daniel le seguía para entrar al ascensor. Una vez dentro, continuó la conversación.
- Y cual fue el accidente? pregunto daniel sin mirar a Frederick.
- Recuerdas por casualidad que hace unos 5 años, en los medios de comunicación se sobreexplotó la noticia de que una mujer fue la única sobreviviente del ataque terrorista en la iglesia central?
- Oh sì , por supuesto... ehmm, oh ¡¿Fue hatsune?!
-Sì campeón! vaya, què inteligente muchachito-respondiò Frederick con su recurrente cara de payaso.
El ascensor se detuvo en la azotea. Frederick impaciente se dispuso a abrir la reja del mismo.
-Por què no cambian los ascensores? preguntò daniel a frederick.
-¿disculpa? respondiò Freederick mirándole de reojo.
- Eh.. Sì , cambiar, remodelar las instalaciones; que no se vea tan espeluznante el lugar.
Frederick aun quieto y con su mirada por encima del hombro centrada en Daniel ,solamente se se dirigió hacia un extremo de la azotea, con una seña hizo que Daniel le siguiera.
Un lindo pasillo al aire libre con paredes de plantas trepadoras y crisantemos contrastando tenuemente en el fondo verde de las enredaderas en las cuales desde cierto ángulo dejaba entrometerse pedazos de cielo y luz del sol.
-Es un lindo dìa, no te parece?- Preguntò Frederick mientras se acomodaba en un barandal que dejaba a la vista las dos hectáreas
de terreno sobre las cuales estaba construido casi todo.-Sì , lo es... No tenia idea de que este lugar existía. Adivinarè, aquí pasas el tiempo libre como jardinero en secreto-Añadiò Daniel mientras sonreía
Una fuerte ventisca sacudiò levemente los cabellos de frederick mientras èl solo guardaba silencio y se mantenía con la mirada perdida en el horizonte.
-Ehm, perdon Frederick. Siempre hablo de màs.
-Hacía que la vida pareciera màs fácil, ella y su linda manía de ponerle una sonrisa a todos en el rostro. Yo no era el Jardinero, lo era Miyu. En el patio del ala A Solía haber un lindo sembrado de margaritas, Miyu fue la autora de ello... tambien su destructora. ¡Oh !y este lugar es prohibido, nadie puede saber que subimos aquí- agregó Frederick sin más.
Los ojos de Frederick se iluminaron después de mencionarla. Daniel solo le escuchaba atento , sin hacer contacto visual, la situación ya era bastante incomoda. Daniel al no saber de què hablaba Frederick , intuyò que se trataba de un amorìo del pasado.
- Y què pasò con ustedes? preguntò Daniel
- Eh...Nosotros..? con ella màs bien. Como te digo, enloqueciò jajaja- Respondió frederick un tanto incomodo.
- Tenía 14 cuando mi mamá nos contó a mi hermana y a mí algo de la noticia. Recuerdo que estábamos sentados cenando algo horrible, cuando ella nos advertía de los peligros de la calle.
- Estabas muy joven Daniel.
- Mi padre hizo parte de la resistencia polaca, cuando en su vano intento de liberar a la ciudad de los nazis en 1944 todo se vino a bajo...
- Oh , Daniel, no tenía idea de que tu padre hizo parte de ello... Tu madre no es que me hable mucho.
- Sabes lo reservada que es... Y lo paranoica a veces.
Los dos hombres intercambiaron sonrisas. A la vista de los caballeros , en el patio del edificio de enfrente yacia Miyu, sentada en una silla de concreto que , al estar situada en medio de muchas plantas y flores le hacía resaltar el cabello negro que se mecía al son del viento por su pálida mejilla izquierda.
- Aún sientes cosas por ella?- preguntó Daniel
- Nunca deje de sentirlas... - responde Frederick con nostalgia en la mirada
- Por qué no le hablas? Un par de chocolates y un ramo de Margaritas pondrían las cosas en buen ángulo- respondió Daniel con una gran sonrisa entusiasta en la cara
- Por qué no te lanzas al vacío desde esta altura a ver si vuelas?- Dijo Frederick sin gesticular.
- por qué eres tan grosero? Solo quería ayudar... - responde Daniel subido de tono
- Por qué piensas siempre que todo es tan fácil? Niño, por tu bien y sobrevivencia aquí ,te aconsejo siempre estar preparado para lo peor- Respondió aún más fuerte Frederick haciendo que Daniel se tornara de un color más pálido.
Hubo un momento de silencio, Daniel agachas mirando sus dedos apoyados en el muro de la azotea y Frederick tan concentrado en aquel patio...
- Nunca me habías hablado así tío. Dejé a mi madre y hermana solas en casa para venir a apoyarte en eso del proyecto genoma y según veo lidiar con tus traumas amorosos.
- Espera, qué acabas de decir?- preguntó Frederick abriendo considerablemente los ojos ante Daniel
- Sí, no te conté que madre terminó con mi ahora ex padrastro... Qué cosas las de la vida, el tipo me agradaba- respondió Daniel mientras se rascaba la cabeza.
- No me refiero a eso, pedazo de tonto. Cómo sabes lo del proyecto genoma? - reiteró Frederick.
- Ayer cuando número 3 y yo estábamos configurando las computadoras de la planta inferior vi un folio en su mesa, él se distrajo y pues lo leí y ya sé todo lo del proyecto genom...
- ¡Calla, shhh, las paredes tienen oídos !- respondió Frederick interrumpiendo intencionalmente a Daniel.
Una alarma sonó , proveniente de unos parlantes que abarcaban todo el terreno de la propiedad.
- Es hora de volver al trabajo, el descanso terminó Daniel- Dijo Frederick dirigiéndose otra vez a los ascensores.
- Estábamos en descanso? Pero si yo no he podido ni desayunar - agregó Daniel quien seguía nuevamente a Frederick para tomar el camino de vuelta , no sin antes arrancar un crisantemo y guardarlo en el bolsillo del uniforme color blanco que tan incómodo le parecía.
- Daniel, hagas lo que hagas no digas nada del proyecto y si te lo mencionan Hazte el tonto. Es peligroso saber tanto muchachito.
Daniel dirigió su mano para disponerse a abrir la reja del ascensor , pero antes de hacer contacto con la lata alguien la abrió desde adentro.
- Buenos días colegas... Creí haber escuchado que este lugar era prohibido para los trabajadore... Oh, señor Frederick, perdón , yo creí que..
- Número 5. Qué lo trae por aquí? Nosotros venimos de hacerle mantenimiento al calentador de este edificio- respondió frederick mientas frunciendo el ceño se ponia la parte de arriba de su uniforme.
- Señor, lo siento... Yo venía a la misma tarea- respondió el hombre desconocido.
Frederick se tornó un tanto molesto ya que dicha excusa del tal mantenimiento era solo eso, una excusa..
- Más bien creo yo que nos está siguiendo. Es así número 5!? - preguntó frederick en un tono tan fuerte que hasta Daniel se sobresaltó.
Daniel y Frederick se subieron al ascensor junto con el otro hombre y cerraron la reja de un golpe.
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Luciana [EN CREACIÓN]
Science FictionEs posible, dentro de la perfección de la naturaleza que existiesen humanos con cualidades que, para el común, traigan consigo pánico y peligro; Para otro pequeño porcentaje ventajas en la mejora de los campos científicos y médicos... Pero en busca...