Capitulo 27: Horarios de repaso

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-No puedo, Sophia, lo siento -respondió Hagrid. Harry notó que miraba de reojo hacia el fuego. Harry también miró. -Hagrid... ¿Qué es eso? Pero ya sabía lo que era. En el centro de la chimenea, debajo de la cazuela, había un enorme huevo negro. -Ah -dijo Hagrid, tirándose con nerviosismo de la barba-. Eso... eh... -¿Dónde lo has conseguido, Hagrid? -preguntó Ron, agachándose ante la chimenea para ver de cerca el huevo, tenía una cara como de un ministro de magia investigando un lugar sospechoso. - Debe de haberte costado una fortuna. ¿Sabes que son ile... -Lo gané -explicó Hagrid cortándole la palabra-. La otra noche. Estaba en la aldea, tomando unas copas y me puse a jugar a las cartas con un desconocido. Creo que se alegró mucho de librarse de él, si he de ser sincero. -Pero ¿qué vas a hacer cuando salga del cascarón? -preguntó Sophia. -Bueno, estuve leyendo un poco -dijo Hagrid, sacando un gran libro de debajo de su almohada-. Lo conseguí en la biblioteca: Crianza de dragones para placer y provecho. Está un poco anticuado, por supuesto, pero sale todo. Mantener el huevo en el fuego, porque las madres respiran fuego sobre ellos y, cuando salen del cascarón, alimentarlos con brandy mezclado con sangre de pollo, cada media hora. Y mirad, dice cómo reconocer los diferentes huevos. El que tengo es un ridgeback noruego. Y son muy raros. Parecía muy satisfecho de sí mismo, pero Hermione y Ron no. Ron parecía un detective con la cara que tenía. -Hagrid, tú vives en una casa de madera -dijo Hermione, pero Hagrid no la escuchaba... Canturreaba alegremente mientras alimentaba el fuego. Ya tenían algo más de qué preocuparse: lo que podía sucederle a Hagrid si alguien descubría que ocultaba un dragón ilegal en su cabaña. Se fueron de la cabaña después de despedirse.

De pronto ya había pasado una semana.

-Me pregunto cómo será tener una vida tranquila -murmuro Ron, mientras noche tras noche luchaban con todo el trabajo extra que les daban los profesores. Hermione había hecho ya horarios de repaso para todos. Los estaba volviendo locos. Pero sobre todo a Sophia y a Harry. Les ponía tanto repaso que no tenían tiempo ni de mirarse. Cada vez que despegaban la cabeza de los libros, Hermione se parecía mucho a Snape, solo que en vez de quitarles puntos, les ponía más, y más, y MAS repaso. Entonces, durante un desayuno, Harry y Sophia comían juntos mientras leían un libro de Herbología antes de la clase. Hermione parecía furiosa y murmuraba algo para sí misma. Desde hace días que Sophia y Hermione no se hablaban por sus malos comentarios sobre la relación entre Harry y ella. En eso, Hedwig entregó a Harry otra nota de Hagrid. Sólo decía: «Está a punto de salir».

Ron quería faltar a la clase de Herbología e ir directamente a la cabaña.

Hermione no quería ni oír hablar de eso. -Hermione, ¿cuántas veces en nuestra vida veremos a un dragón saliendo de su huevo? -¡Tenemos clases, tonto!, nos vamos a meter en líos y no vamos a poder hacer nada cuando alguien descubra lo que Hagrid está haciendo, ¿Entiendes? ¿¡Acaso quieres que me dé un infarto!? ¡NO FALTARAS A CLASES! -Grito Hermione furiosa. -¡Cállate! ¡Ni eres su mamá ni deberías andar diciendo eso a toda voz! -susurró Harry y ella parecía a punto de explotar, pero cuando vio que lo había dicho el su actitud dio un giro de 360 grados. Parecía haberse calmado. -Está bien, Harry. Tienes razón. -Dijo con voz cariñosa y Sophia alzo una ceja. -¿Desde cuándo nos hablas de esa manera? -Dijo Sophia con la ceja aun alzada. -Desde que él tuvo la razón. -Dijo Hermione. -Yo he tenido varias veces la razón y tú haces todo lo contrario. Te ofendes, te enfureces y me reganas. Seme sincera. ¿Pasa algo con Harry? -Dijo Sophia increíblemente molesta, y en lo que parecía, celosa. Harry miraba con atención a ver que respondía Hermione. Hermione tenía una cara como de que la habían atrapado con las manos en la masa y respondió sin pensar. -No sucede nada con él. Es que él es... él es... ¿m-mas inte-inteligente? -Dijo dudosa y pálida y Sophia se ofendió. -¿Me estas llamando tonta? ¡Soy mayor que tú! -Por un minuto... -¡P-pero sigo siendo la mayor!

Sophia y Hermione discutieron durante todo el camino hacia la clase de

Herbología y, al final de la clase, Ron consiguió que Hermione aceptara ir a la cabaña de Hagrid con ellos durante el recreo de la mañana. A Sophia nole agradaba la idea de tenerla cerca. La situación entre las dos se ponía cada vez peor. Cuando al final de las clases sonó la campana del castillo, los cuatro dejaron sus trasplantadores y corrieron por el parque hasta el borde del bosque. Hagrid los recibió, radiante. -Ya casi está fuera -dijo cuando entraron. El huevo estaba sobre la mesa. Tenía grietas en la cáscara. Algo se movía en el interior y un curioso ruido salía de allí. Todos acercaron las sillas a la mesa y esperaron, respirando con agitación. De pronto se oyó un ruido y el huevo se abrió. La cría de dragón aleteó en la mesa. Estornudó. Volaron unas chispas. Sophia se alejó levemente porque casi le quema el cabello. -¿No es precioso? -murmuró Hagrid. Alargó una mano para acariciar la cabeza del dragón. Hermione miro con asco. Este le dio un mordisco en los dedos a Hagrid, enseñando unos colmillos puntiagudos. -¡Bendito sea! Mirad, conoce a su mamá -dijo Hagrid y Hermione parecía mirar con terror. -Hagrid -dijo Harry-. ¿Cuánto tardan en crecer los ridgebacks noruegos? Hagrid iba a contestarle, cuando de golpe su rostro palideció. Se puso de pie de un salto y corrió hacia la ventana. -¿Qué sucede? -Alguien estaba mirando por una rendija de la cortina... Era un chico... Va corriendo hacia el colegio. Sophia fue hasta la puerta y miró. Incluso a distancia, era inconfundible: Malfoy e Ingrid habían visto el dragón. -Déjalo ir -lo insto Hermione-. Déjalo en libertad. -No puedo -decía Hagrid-. Es demasiado pequeño. Se morirá. Miraron el dragón. Había casi duplicado su tamaño en sólo unos minutos. Ya le salía humo de las narices. -Es que no puedo dejarlo... ¡Es muy bonito y conoce a su mama! ¿Verdad que si? -Dijo Hagrid tomándole una patita. Sophia estaba tan extrañada que parecía tener un ojo más grande que el otro. -Ha perdido el juicio -murmuró Sophia a Harry casi inaudiblemente. Hermione los miro casi con odio, pero no lo notaron. -Hagrid -dijo Sophia en voz muy alta-, espera dos semanas y Norberto será tan grande como tu casa. Malfoy se lo contará a Dumbledore en cualquier momento.

Hagrid se mordió el labio. -Yo... yo sé que no puedo quedarme con él para siempre, pero no puedo echarlo, no puedo. Harry se volvió hacia Ron súbitamente. -Charlie -dijo. -Tú también estás mal de la cabeza -dijo Ron-. Yo soy Ron, ¿recuerdas? -No... Charlie, tu hermano. En Rumania. Estudiando dragones. Podemos enviarle a Norberto. ¡Charlie lo cuidará y luego lo dejará vivir en libertad! -¡Genial! -dijo Ron. -¿Qué piensas de eso, Hagrid? -Dijo Sophia. Y al final, Hagrid aceptó que enviaran una lechuza para pedirle ayuda a Charlie. Se fueron al castillo alegres, en son triunfante. Estuvieron muy felices en las clases. Al final del día, llegaron a la sala común. Sophia saco a Andrómeda de su jaula para que diera un paseo y se la pasaba con Harry. Parecían caerse de lo mejor. -Harry, trae a Hedwig... a ver si se caen bien. -Dijo Sophia y Harry dudoso la buscó, estaba comiendo. La trajo y parecía tenerle miedo a Andrómeda. -Hedwig, la gatita es de Sophia, además esta educada, vamos, acércate... -Dijo Harry sentado al lado de Sophia. Hermione los fulminaba con la mirada. -¿Quién les dijo que podían jugar con sus mascotas ahora? ¡A estudiar! Recuerden: ¡Siempre hay algo que hacer! -Dijo Hermione al verlos jugar. Sophia suspiro y viró los ojos cansada de repasar. -Hermione, ¡Déjanos ser de una vez! Necesitamos tiempo para estar juntos y jugar o hacer cualquier cosa y tú nunca nos dejas. ¡Parecieras tener algo en contra de nosotros! Es que tú nunca piensas en nada más que estudiar.... ¡Pues no! Déjanos algo de tiempo para jugar. Ven tú también Ron, juguemos. -Dijo Sophia y a Hermione se le llenaron los ojos de lágrimas. Se fue llorando a la habitación. -La hiciste llorar, Sophia... ten un poco de sentimientos... -Dijo Ron mientras traía su ajedrez. -Pero, Ron... es cierto. Parece tener algo en contra de Sophia y yo... y no nos deja ni respirar a ninguno de los tres... -Dijo Harry. -Bueno, es cierto... Oye, Hedwig parece caerle bien a Andrómeda... -Dijo Ron y Harry se volteó a jugar ajedrez.

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Amor de primer curso | Harry Potter y Tu [Terminada][Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora