Capitulo 39: La Escena

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~Antes de empezar... Un aviso Hay una nota abajo del cap~

39 La escena Eran un par de gafas. Qué raro. Pestañeó otra vez. El rostro sonriente de Dumbledore se agitaba ante él. —Buenas tardes, Harry —dijo Dumbledore. Harry lo miró asombrado. Entonces recordó. —¡Señor! ¡La Piedra! ¡Era Quirrell! ¡Sophia! ¡Él tiene la Piedra! Señor, rápido... —Cálmate, querido muchacho, estás un poco atrasado —dijo Dumbledore—. Quirrell no tiene la Piedra. —¿Entonces quién la tiene? Señor, yo... —Harry, por favor, cálmate, o la señora Pomfrey me echará de aquí. Harry tragó y miró alrededor. Se dio cuenta de que debía de estar en la enfermería. Estaba acostado en una cama, con sábanas blancas de hilo, y cerca había una mesa, con una enorme cantidad de paquetes, que parecían la mitad de la tienda de golosinas. —Regalos de tus amigos y admiradores —dijo Dumbledore, radiante—. Lo que sucedió en las mazmorras entre tú y el profesor Quirrell es completamente secreto, así que, naturalmente, todo el colegio lo sabe. Creo que tus amigos, los señores Fred y George Weasley, son responsables de tratar de enviarte un inodoro. Sin embargo, la señora Pomfrey consideró que no era muy higiénico y lo confiscó. —¿Cuánto tiempo hace que estoy aquí? ¿Y Sophia? ¿Ron? ¿Hermione? —Llevas aquí tres días. Sophia, creo que no te habías fijado, pero está en la cama próxima. El señor Ronald Weasley y la otra señorita Granger estarán muy aliviados al saber que has recuperado el conocimiento. Han estado sumamente preocupados. —Pero señor, la Piedra... –Dijo mirando a Sophia. —Veo que no quieres que te distraiga. Muy bien, la Piedra. El profesor Quirrell no te la pudo quitar. Yo llegué a tiempo para evitarlo, aunque debo decir que lo estabas haciendo muy bien. —¿Usted llegó? ¿Recibió la lechuza que envió Hermione? ¿Andrómeda envió su señal? —Nos debimos cruzar en el aire. En cuanto llegué a Londres, me di cuenta de que el lugar en donde debía estar era el que había dejado. Llegué justo a tiempo para quitarte a Quirrell de encima... —Fue usted. —Tuve miedo de haber llegado demasiado tarde. —Casi fue así, no habría podido aguantar mucho más sin que me quitara la Piedra... —No por la Piedra, muchacho, por ustedes... El esfuerzo casi te mata y Sophia había sufrido varias cortadas, imagino que fue un Sectumsempra. Durante un terrible momento tuve miedo de que se hubiera desangrado. En lo que se refiere a la Piedra, fue destruida. —Espere, antes de seguir hablando de la piedra... ¿Sophia? ¿Desangrarse? –Dijo Harry mirando a su lado, pero solo vio los regalos en la otra mesa, porque ella estaba tapada con mantas. –Sí... no quería contarte, pero tendré que contarte la escena. Ella estaba tirada en el suelo sangrando, se veía inconsciente, y tú, bueno, Quirrell te estaba diciendo que en cualquier momento ella moriría en vano por ti. Tú, tú estabas inconsciente también, estabas tan pálido que por un momento pensé que habías muerto. Al tratar de levantarte estabas frio, tanto que pensé que era demasiado tarde, pero lo tocaste y se desvaneció. En cuanto a Sophia, la levante y la traje junto a ti. Y en cuanto a la piedra, si, fue destruida. –Dijo Dumbledore cambiando de tema. -Pero su amigo... Nicolás Flamel... —¡Oh, sabes lo de Nicolás! —dijo Dumbledore—. Hiciste bien los deberes, ¿no es cierto? Bien, Nicolás y yo tuvimos una pequeña charla y estuvimos de acuerdo en que era lo mejor. —Pero eso significa que él y su mujer van a morir, ¿no? —Tienen suficiente Elixir guardado para poner sus asuntos en orden y luego, sí, van a morir. Dumbledore sonrió ante la expresión de desconcierto que se veía en el rostro de Harry, por ambas cosas. —Para alguien tan joven como tú, estoy seguro de que parecerá increíble, pero para Nicolás y Perenela será realmente como irse a la cama, después de un día muy, muy largo. Después de todo, para una mente bien organizada, la muerte no es más que la siguiente gran aventura. Sabes, la Piedra no era realmente algo tan maravilloso. ¡Todo el dinero y la vida que uno pueda desear! Las dos cosas que la mayor parte de los seres humanos elegirían... El problema es que los humanos tienen el don de elegir precisamente las cosas que son peores para ellos. Harry yacía allí, sin saber qué decir. Dumbledore canturreó durante un minuto. —¿Señor? —dijo Harry—. Señor, aunque la Piedra ya no esté, Vol... quiero decir Quién-usted-sabe... —Llámalo Voldemort, Harry. Utiliza siempre el nombre correcto de las cosas. El miedo a un nombre aumenta el miedo a la cosa que se nombra. —Sí, señor. Bien, Voldemort intentará volver de nuevo, ¿no? Quiero decir... No se ha ido, ¿verdad? —No, Harry, no se ha ido. Está por ahí, en algún lugar, tal vez buscando otro cuerpo para compartir... Como no está realmente vivo, no se le puede matar. Él dejó morir a Quirrell, muestra tan poca misericordia con sus seguidores como con sus enemigos. De todos modos, Harry, tú tal vez has retrasado su regreso al poder. La próxima vez hará falta algún otro preparado para luchar y, si lo detienen otra vez y otra vez, bueno, puede ser que nunca vuelva al poder. Harry asintió, pero se detuvo rápidamente, porque volvió a pensar en Sophia. -Te sugiero que comiences a comer esas golosinas. Ah, las grageas de todos los sabores. En mi juventud tuve la mala suerte de encontrar una con gusto a vómito y, desde entonces, me temo que dejaron de gustarme. Pero creo que no tendré problema con esta bonita gragea, ¿no te parece? Sonrió y se metió en la boca una gragea de color dorado. Luego se atragantó y dijo: —¡Ay de mí! ¡Cera del oído! La señora Pomfrey era una mujer buena, pero muy estricta. –Ya pasaron diez minutos. –Dijo seria. –Bueno, Harry, me voy... Hasta luego. –Dijo Dumbledore y se fue. Harry se preguntaba porque Sophia no despertaba. Pensando en eso, se volvió a dormir. · · · -Ha-Harry... –Dijo una voz femenina algo ronca. Harry despertó y vio que Sophia se había volteado a verle. Todo su dolor de cabeza había cesado. Sophia había despertado. –Hola Sophia... –Dijo Harry fijándose de que nadie lo escuchara-. Te amo, y mucho, demasiado, salvaste mi vida, pero casi pierdes la tuya... No lo vuelvas a hacer, por favor. No quiero perderte. Sophia sonrió. –Ya me siento mejor. Bueno, algo. –Dijo Sophia. –Yo también, un poco. –Dijo Harry. –Te quiero. –Te amo.

- HOLA! Mi nombre es Stephanie y como veran yo no escribo esto.. si conocen la aplicacion "univicion" ahi estaba esta novela creditos a la escritora :D tengo 13 años y les invito a pasar en mis otras novelas hay una de jack frost y ticci toby, espero que les haiga gustado el cap!-

1 estrella y un comentario y sigo ;)

Besos :)

Amor de primer curso | Harry Potter y Tu [Terminada][Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora