Prólogo

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-Axel ¿Aceptas a Camila como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así́ amarla y respetarla todos los días de tu vida?

Acepto!- dice con una enorme sonrisa y un brillo en los ojos

Al terminar de escuchar esa palabra, siento como mi corazón se rompe, mis ojos se cierran automáticamente y un par de lágrimas corren sobre mis mejillas.

—Se acabó... — pienso

Me giro y me dirijo a la salida, muy despacio como si me pasarán los pies. Sabia que no debía de haber venido pero tal vez era necesario verlo con mis propios ojos y quitarme cualquier estúpida esperanza.
No lo quiero aceptar pero algo dentro de mí aun guardaba una milésima de esperanza, de que él al último momento se arrepintiera y saliera a buscarme pero no... eso solo pasa en las novelas y no en la vida real.

Antes de salir de aquella iglesia, me volteo para verlos por última vez y ahí... es donde el padre dice lo que termina de destrozarme

-El señor confirme con su bondad este consentimiento que han manifestado ante la iglesia y cumpla con ustedes su bendición. Y lo que Dios ha unido hoy, que no lo separe el hombre.-

Siento como un nudo en mi garganta se empieza a formar, mis ojos empiezan a picar, avisándome que en cualquier momento voy a romper en llanto. Trato de tomar aire para tranquilizarme pero no puedo, al ver como el "Hombre de mi vida" casado con otra mujer.

Axel la toma de la cintura con una sonrisa, la acerca a él y la besa. No soporto más y salgo de aquella iglesia con el alma y el corazón hechos pedazos, tomo las llaves de mi auto y sin más salgo de ahí, voy directo al aeropuerto para poder llegar al lugar donde volveré a empezar mi vida y olvidar todo lo malo.

Antes de abordar el avión, voy al baño a arreglarme un poco, cuando estoy frente al espejo lo que veo es la consecuencia de un corazón roto. Mis ojos hinchados y rojos de tanto llorar, mi maquillaje ya corrído y mi cabello todo alborotado. Aun me cuesta trabajo reconocerme, no quedó nada de aquella chica de hace unos meses,esa que radiaba luz y alegría, en cambio ahora lo que quedó es una chica con una sonrisa triste,decepcionada del amor.
Porque el hombre que creía era el amor de mi vida, hoy jura amor a otra mujer.

Aun sigo sin entender como mi vida puedo cambiar tanto en un abrir y cerrar de ojo.
Si alguien me hubiera advertido que no amara a ese hombre de la forma en que lo ame, porque sólo me traería dolor y sufrimiento, de igual manera lo hubiera hecho. ¿Por que?... fácil, porque lo amo y lo ame de una forma que jamás me imagine amar alguien.

Sí...lo sé ... Yo ya no puedo, ni debo amarlo; No después de haberme roto el corazón de la manera que lo hizo, no después de que le importara un comino que tan destrozada me dejó.
Más que amarlo, debo odiarlo pero no, no puedo hacerlo porque él me hizo feliz en el momento que nadie lo hacia, él me enseñó lo maravilloso y lo doloroso que pude llegar a ser el amor.
Pero es un riesgo que se toma, tal vez fui muy ingenua al creer que el primer amor sería el bueno.

Me colocó unos lentes oscuros, amarró mi cabello en un chongo mal hecho, tomó mis cosas y salgo. Quiero olvidarme de todo, dejar todo lo malo en este lugar y volver a empezar.

Subo al avión para poder huir de mi horrible realidad e irme hasta el otro lado del mundo.
Todo lo que empieza acaba, las personas cambian y el amor termina

Así como un terremoto que puede destruir todo a su paso, hasta el edificio más fuerte y estable, lo vuelve escombros, así mismo pasa con el amor, hasta el amor más fuerte, termina.

Nuestro amor no era la excepción, tal vez crean que mi vida es como una historia de amor que termina con un final feliz, pero lamentablemente no lo es ...

El Amor También Termina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora