Mi origen

1.1K 59 5
                                    

"Las cosas no siempre son lo que parecen..." palabras que mi madre siempre me decía en forma de juego, cuando tomaba la apariencia de cualquier persona al azar. Era un juego simple, visualizaba a lo lejos a alguna pareja, esperaba a que se despidieran y tomaran rumbos diferentes, cuando la chica se encontraba fuera del alcance visual del chico, mi madre se transformaba en la mujer que acompañaba a su "presa", corriendo, interceptaba al chico, pidiendo prestado dinero para pagar el transporte, con la excusa de haber sido robada, sin percatarse, unas calles después de despedirse, he de decir que mi madre siempre procuro analizar y razonar mucho antes de actuar, observaba la forma de vestir de la persona, procuraba cada detalle, su forma de caminar, sus ademanes y gesticulaciones, cada fino detalle con el fin de saber su clase social y así crear un estimado de cuánto dinero pudiese portar.

Tenía 4 años cuando la vi entrar en acción. Fue una tarde en el parque, sentadas en una banca cerca de un pequeño lago, había estado esperando mucho, pues mi padre solo me contaba historias de lo genial que se veía mi madre transformándose.

— Aoi —dijo llamando mi atención, a lo cual solo me gire—. ¿Lista para ver que tan genial es tu madre?

Recuerdo, como mis ojos se abrieron por la emoción.

— ¡Sí! —afirme con voz chillona y llena de alegría.

Seguido mi madre se puso de pie, supongo que ya había visualizado su presa, pues al instante se transformo en una mujer joven de cabello castaño y tez morena. Salió corriendo hacia la izquierda de donde estábamos, y por la espalda tomó la mano de un chico muy apuesto.

— ¡Perdona! —grito de momento, haciendo que muchos que pasaban cerca la observarán, pero más importante logro que el chico se volteara y la mirase sorprendido, al momento que con la voz alterada y a punto de llorar le decía —. Lamento si te asuste, me acaban de robar, ni siquiera me percate, cuando lo note ya no tenía mi dinero conmigo. Siento mucho tener que pedirte esto, ¿me podrías dar un poco de dinero?, juro que te lo devolveré, es solo que no tengo como volver sin dinero.

—Por dios, pero dime ¿estás bien no te hicieron daño?

—No, para nada, como te dije, ni siquiera me percate cuando me sacaron el dinero.

—Tranquila, te prestare lo que necesites no hay problema.

—Gracias, en verdad no sabes lo que significa para mí. ¿Me puedes prestar 8.000 ¥ ?

— ¿Cómo? ¿En verdad necesitas tanto?

—Sí, bueno igual y si no me puedes prestar el dinero lo comprenderé. Veras después de la cita que tuvimos, planeaba ir por un regalo para una amiga, ciertamente tengo al menos unos 3 años sin verla, es una chica increíble, la aprecio mucho siempre me ha apoyado en los momentos más difíciles, ella se quedo conmigo incluso cuando yo la rechazaba, es la persona más sincera que conozco, es mi mejor amiga... Pero está bien —decía con la cabeza baja —. Te entiendo veré quien me puede ayudar.

—No, no tengo problema, solo me sorprendí un poco, no creí que necesitaras tanto.

Al final el chico le dio el dinero. En aquel momento me sorprendió la estupidez que una persona enamorada. En este contexto, creo que es peligroso enamorarse. Uno no puede fiarse de apariencias.

—Te acompaño a tomar tu transporte, no quisiera que te pase algo malo.

— ¿En verdad? Muchas gracias, solo quisiera pasar un segundo al tocador si no te molesta, quisiera lavarme el rostro, ya sabes, refrescarme un poco después de esto.

Se dirigieron a un restaurant cruzando la calle, supongo que pidieron permiso de entrar al sanitario explicando lo sucedido. En el momento en que mi madre no se encontraba a la vista del chico, se des transformaba y adoptaba su apariencia normal. Y así salía como si nada, con dinero en la mano y sin nadie que la detuviese. Pasaba a recogerme y yo solo volteaba a ver la cara de estúpido del chico, esperando a alguien que realmente nunca estuvo allí.

Hacerse el héroe no siempre resulta bien.

La casa en la que vivía, estaba alejada de la ciudad, no era una casa enorme, al contrario, era pequeña, pero siempre me resulto muy cálida. Mi parte favorita del día era cuando regresaba mi padre de trabajar, y nos sentábamos los tres a la mesa a cenar y contar lo que hicimos en el día. Mi padre casi no se encontraba en casa, así que cuando llegaba, era momento de convivencia. Sabía que mi madre lo amaba mucho, por ello lo trataba con respeto. Mi madre es tan genial que no estaría con cualquiera, por eso lo respetaba.

— ¡Padre fue increíble, debiste haber visto! —gritaba con euforia—. Estábamos en el parque cuando ¡boom!, mamá se transformo y engaño a un chico que intentaba hacerse el héroe con una chica.

—Oh, parece que ya te enseño su habilidad —dijo con pesadez

—Ya cariño, no fue para tanto. No es nada del otro mundo.

— ¿Bromeas?, ¡Fue lo más genial que he visto! No entiendo porque no me dejas acompañarte más seguido, me aburro sola en casa.

Es verdad. Ambos salían mucho de casa, padre aún más, mamá solo salía al menos 4 veces por semana.

—No tanto como ver la habilidad de tu padre en acción —volteo a verlo, con admiración mientras esbozaba una cálida sonrisa

— ¿En verdad padre?

—Quizás algún día puedas verlo en acción. Cuando cumplas 17, te mostrare.

— ¡Genial, ya quiero tener 17!

Mi madre solo reía al igual que mi padre

—Anda Aoi, es hora de dormir

—No mamá, solo un rato más, déjame al menos ver la televisión, serán solo 20 minutos —suplicaba con voz chillona.

—Solo 20 minutos Aoi, después, iras a dormir —ordeno mi padre

— ¡Genial gracias! —corrí a encender la televisión, al momento me detuve viendo aquella imagen, era una transmisión en vivo, un debut de héroe —. Agh —hice una mueca de asco

— ¿Qué pasa niña? —me pregunto mi padre mientras se dirigía a mí y revolvía mi cabello.

—Es el viejo debut de All Migth, dicen que salvo 100 personas en menos de 10 minutos

Me pareció hipnotizante aquel acto, por un momento deje de lado lo molestos y descuidados que eran los héroes. Por primera vez, mis ojos reflejaron un brillo de curiosidad, hacía un héroe.

— ¿Todos los héroes, son estúpidos?, ya saben, como los chicos que mamá roba, ¿Todos son así de estúpidos?

Sé que mi vida no era lo que algunos llamarían ejemplar, sé que no fui criada en la mejor familia, mis padres no fueron héroes a pesar de tener el potencial, ellos fueron personas buenas que hacían cosas malas. Pero, se equivocan, madre, con quien más convivía, jamás me incito a ser villana. Cada que ella robaba dinero, guardaba la mitad para nosotros, y la otra mitad la donaba a orfanatos, decía que es importante recordar nuestros orígenes, ser humildes y agradecidos.

Esa noche, tras esa pregunta, ella entendió, que era inevitable, mi camino sería difícil, y solo le quedaba esperar.

—No niña, no todos son así de estúpidos, hay héroes muy inteligentes y fuertes, cuando te dediques a lo nuestro, deberás tener cuidado con los auténticos héroes

—Cariño, ya hablamos de esto.

En ese momento no entendí el disgusto de madre.

—Creo que se ve genial.

Fue tiempo después que me di cuenta de algo importante, tal vez no es tan malo ser un héroe, pero un héroe real. Que ayuda y usa la lógica, aquellos que salvan a la gente de villanos reales, de aquellos que hacen daño a muchísimas personas.

Qué hermoso fueron aquellos días de antaño, cuando podía disfrutar de la sonrisa de mi madre, cuando mi padre, a pesar de tener disputas de opinión con mi madre, pasaba tiempo ameno y respetaban las diferencias entre ellos. Lo que daría por regresar a esos días.

Chica Lista!  (Bakugou x Tu x Todoroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora