Noche. Oportunidades.

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La cena con hawks no fue tan mala, pedimos una pizza, después nos preparamos para dormir, teníamos aproximadamente 7 años de conocernos, habíamos convivido mucho tiempo, así que no había problema en dormir juntos.





Me desperté por tercera vez consecutiva, al ver el reloj que Hawks tenia en la habitación, pude notar que eren las 11:00 p.m pero no podía conciliar más el sueño.

-¿Petirrojo? ¿Estas dormido? -pregunte picando ligeramente su mejilla.

Tardo apenas unos segundos en reaccionar, el movimiento sutil del rubio me hizo sonrrojar, sujeto mi mano y la pego a su mejilla.

-¿Que pasa Ángel? -hablo con pesadez mientras abría suavemente los ojos-. ¿No puedes dormir? -asenti a su pregunta -. ¿Qué sucede, aun piensas en lo de hoy?

-Eso creo -me senté como pude en la cama, mientras hawks soltaba mi mano y me miraba curioso.

-¿Qué sucedió durante el ataque? -funcio el ceño.

No dude en contarle lo que pasaba, desde siempre el era capaz de saber lo que me ocurría, me conocía muy bien, mis humores y defectos. Para mi el es mi héroe favorito, mi chico favorito.

-Hoy, un villano que se hace llamar Tomura mencionó a mis padres, dijo su edad y nombre, incluso sabe que... Ya sabes...

-¿Sabe que eres su hija? -su mandíbula se tenso, y esa expresión en su rostro simplificaba el nivel de tensión en la habitación.

-Yo tampoco se como pudo suceder, entiendo que quizás sepa que mi padre esta en la cárcel, pero... ¿Todo lo del incidente esta clasificado no?

-Eso se supone, nadie pudo haber hablado, solo hay dos periodistas que se enteraron de la noticia, pero tienen un contrato de confidencialidad.

El alado suspiro pesadamente.

-Sabes -llame su atención -. Durante la batalla, creo que si hubiese pedido ayuda, no me hubiese pasado nada.

-¿Y que querías demostrar?

Hubo un silencio incómodo en la habitación. Sin que el rubio lo supiera me había preguntado lo mismo que Bakugou en la enfermería.

Solté una ligera sonrisa mientras pensaba mi respuesta.

-Es solo que... Por un momento creí que quizás mi padre podría estar allí.

-¿Tu padre? -dijo el rubio totalmente confundido.

-Se que suena ilógico -para mi no lo era, recordando que mi padre me pidió que le ayudara a escapar, la idea de que el lo hiciera por su cuenta, si, era ridícula, pero no imposible -. Algo me decía que lo vería, el solo echo de imaginarlo, me hizo actuar. También lo hice por Aizawa. -mire mis manos, recordé la sensación de poder, no olvidaba el dolor que sentí y tampoco el poder desbordándose por todo mi cuerpo-. Aunque no puedo negar que quería ser la mas fuerte, quería que todos me vieran, quería probar quien soy.

-Mirame -hablo suavemente, mientras con su mano tomaba mi mentón y lo elevaba con cuidado -. Mirame ángel -repitió-. Lo que hiciste por tu profesor fue un acto muy noble. No tienes porque mostrarle a nadie que eres fuerte, tu eres perfecta tal y como eres, tu fortaleza no solo se mide en tu poder, eres alguien especial, tu fuerza esta en tu corazón. Ángel mio, se porque lo hiciste. -su voz era suave, de hecho, sonaba un poco triste -. Si Renzo hubiera estado allí, podrías haberle mostrado tu fuerza, aunque lo ocultes se que aun lo quieres y que uno de tus propósito al entrar a U.A ha sido mostrarle que vales la pena.

No sabía que responderle, parecía que el me leía la mente, eso, a veces me asustaba.
Solté una risa irónica.

-¿Tan obvio es?

Chica Lista!  (Bakugou x Tu x Todoroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora