Chica Lista! (Bakugou x Tu x Todoroki)

Padre. Conflictos

—Hola padre, me alegra verte —mis ojos se iluminaron al verlo, el es la única familia que me queda.

—Hija mía, creía que no vendrías, te demoraste. Comenzaba a sentirme mal —frunció el ceño—. Realmente te extrañe pequeña.

Una sonrisa de lado se formó en mi rostro.

—Vamos padre no es para tanto.

—Es verdad, no sé qué es lo que haría sin mi pequeña, perdería la cordura, simplemente no podría.

—Te extraño tanto padre. 30 minutos al mes no son suficientes para estar contigo. No puedo esperar para abrazarte y decirte lo mucho que me haces falta.

No pude evitar que mis ojos se cristalizaran.

—Lo sé pequeña, yo también quisiera abrazarte y tenerte a mi lado. Estropear tu cabello y ayudarte con tus tareas. No puedo esperar a estar contigo. Dime cariño, ¿qué tal la escuela?, la ultima vez me dijiste que entrarías a yuei por recomendación.

—Así fue padre, de hecho hoy tuvimos prácticas de batalla.

— ¿Enserio? Cariño eso es genial, y dime, ¿qué tal te fue?

No pude evitar ponerme nerviosa, me avergonzaba contarle lo que pasó, que perdí la calma y lo arruine por no ser lo suficientemente fuerte. Pero tampoco quería mentirle.

Apreté mis puños con fuerza.

—Mi equipo y yo fallamos la prueba. Logre coordinarnos pero aún me falta mucho entrenamiento, perdimos a causa de mi descuido, perdí el control de mi don, y sobrepase mi límite.

—Ya veo. Te he dicho que debes ser cuidadosa, aún no eres lo suficientemente fuerte.

Agache la cabeza, se que el tenía razón, no podía justificarme con nada.

—... —me mantuve callada.

—Pero... me alegra ver que estás dando lo mejor de ti, y que estas bien a pesar de haber pasado tu límite.

Levante la cara, creí que seguiría con su sermón, pero no fue así, me estaba apoyando y dando ánimos, sonreí y el me devolvió la sonrisa pero duro poco, cuando el guardia dio dos golpes a la puerta y nos interrumpió.

—¡5 minutos!

¿Tan poco? Aún no he podido contarle sobre Bakugou, sobre Kirishima o Todoroki. Mucho menos he podido contarle sobre cómo me siento. Me cuesta creer que solo pueda estar con el tan poco tiempo, no me es suficiente.

—Aún no puedo creer que estés aquí padre. Todo esto es una maldita estupidez 

—Lo sé pequeña, pero oye —comenzó a bajar su tono de voz y acercarse al vidrio, a lo cual yo lo imite—. Esto no será por mucho, recuerda lo que hemos hablamos, puedes ayudarme.

Sus palabras helaron mi sangre, claro que recuerdo lo que hablamos, ¿cómo no hacerlo?

1 mes antes.

— ¿Qué tal ha ido tu entrenamiento?

—Bien, aunque me han comentado varios profesores del instituto que me recomendaran para ingresar a yuei.

—No importa cuántas recomendaciones tengas si no tienes el talento para demostrarlo, debes ser fuerte. Ahora mismo a tu nivel hasta un niño podría derrotarte.

—Lo sé padre entrenare mucho más.

—Debo decirte que no estoy del todo de acuerdo para que ingreses a esa escuela. Espero que al menos aprendas a usar mejor tus dones.

—Aprovechare al máximo todo. Te hare sentir orgulloso padre, te lo prometo.

—Aoi hay algo de lo que quiero hablarte —su tono se volvió más serio.

— ¿De qué se trata padre?

—Acércate —comenzó a susurrar—. Quiero salir de aquí pronto y deseo que tú me ayudes.

Estoy segura que de haberme visto en un espejo vería la misma expresión que tiene un niño al recibir una mala noticia. No pude evitar hablar con angustia y desespero.

—No te entiendo padre, ¿Cómo podría yo ayudarte? No lo lograría —dije negando con la cabeza.

—Claro que si es solo cuestión que entrenes más duro, eso si quieres hacerlo por el modo difícil. Pero por otro lado podrías sacarlo todo y transformarte en la persona más fuerte que conozcas. No lo sé algún profesor o compañero quizás. Ya sabes, un tanto arriba de tu nivel.

—Pero, mi madre me decía que sobrepasar mi límite podría ser peligroso para mí.

—Lo importante es que estemos juntos mi niña. ¿O es acaso que no quieres verme?

..

Ahora mismo ni siquiera sé que decirle, claro que lo extraño, pero ¿qué pasaría si me atrapan?, ¿si no lo logro?, no estoy segura que mi cuerpo resista el tiempo suficiente. En el supuesto que lo logre ¿viviremos escapando por siempre, a donde se supone que iremos?

—Lo estuve pensando —se notaba el nerviosismo en mi voz—. No estoy segura que sea un buen plan, hay muchos huecos y tengo miedo que pase después, no se si lo logre padre.

—Oh, ya veo, ¡Esos malditos héroes te han lavado el cerebro, por eso no quieres que este contigo, te han puesto en mi contra!

—No, no es así, por favor padre cálmate —me apresure intentando aclarar.

— ¡Yo siempre te he apoyado! ¡¿Cuándo me apoyaras tú a mí?!

—Por favor padre entiéndeme

Mis súplicas y los gritos llamaron la atención del señor Issey que ahora se acercaba a mí y me intentaba alejar del cristal que me separaba de mi padre. No pasaron ni 2 segundos cuando seguridad entró para sacarme a mí y a Issey de allí.

— ¡HANAKO HUBIERA QUERIDO QUE LA FAMILIA SE MANTUVIERA UNIDA! —gritaba aún mi padre—. ¡NOS ESTÁN SEPARANDO Y TU LO PERMITES!

Después de todo el caos, el señor Issey me llevó de regreso a su casa, durante todo el camino procure no verlo, y al llegar con Azami y Yoichi fue lo mismo. No tuve apetito alguno durante la comida, ni ganas de hablar con nadie. Intente distraerme con la tarea, pero fue en vano. Por lo general entrenar me ayuda a calmarme y poner las cosas en su lugar. Fui al patio trasero y colgué un costal de box en el árbol más cercano.

Solo golpeaba con toda mi fuerza, pateaba turnando mis piernas, el sudor recorría todo mi cuerpo, mis puños estaban rojos pero no podía detenerme, golpeaba una, y otra ,y otra vez pero el dolor no se iba, no era un dolor físico, era uno en el alma, de esos que atraviesan tu pecho y perforan tu ser.

De mi mano izquierda salió un hilo de sangre pero nada me detuvo, hasta que en un golpe en falso con mi pierna caí al suelo, perdí el equilibrio.

—¡AARRGH! —grité desde lo más profundo de mi, con la esperanza de sacarlo todo con un grito.

Mis ojos comenzaron a humedecerse. Parecía casi inerte con la vista hacia el cielo, como si mirando hacia arriba me fuese a caer alguna respuesta mágica que solucionará todo. Se supone que ver a mi padre fuese un momento feliz, y ahora... No sé qué debo hacer, no sé que estoy haciendo con mi vida, no entiendo nada...

Solo quiero irme a casa.