¿Qué pasaría si descubrieras que la única persona en quien confiabas te ha provocado el peor daño de tu vida?
Esta es la historia de Elizabeth, una chica de 21 años que vive con sus padres y su hermana mayor en New York. A pesar de tener todo lo que...
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Narra Ryan
Elizabeth da media vuelta y camina para adentrarse a la fiesta, pero observo que se marea y rápidamente la tomo por la cintura para evitar su caída. Nos encontramos a unos cuantos metros de distancia. Nuestros cuerpos chocan y puedo sentir que su cuerpo vibrar tanto como el mío ante este acercamiento. No puedo evitar mirar su rostro y sus labios carnosos que desprenden mucha sensualidad .No quedamos mirándonos directamente a los ojos por unos segundos y luego ella rápidamente se suelta incomoda de mi agarre.
Elizabeth: Disculpe debe ser la rapidez con la que gire, que me mareo.- me agradece y se dirige de nuevo a la puerta para entrar.-
La veo irse nuevamente a la fiesta, pero en un impulso camino hacia a ella para detenerla. No sé qué me pasa, pero esta mujer tiene algo que me incita a tenerla cerca. El olor que desprende, su sonrisa, su mirada... su boca. Toda ella me atrae, aunque siento que trata de evitarme. La cojo del brazo y tiro de él sujetándola contra mi torso. Puedo ver su cara de sorpresa ante mi atrevimiento. Esta proximidad no hace más que provocar en mí una lluvia de sensaciones inconfesables que ella me provoca. Es la primera vez que una mujer, que no llevo mucho tiempo de conocer, me provoca tanto deseo de tenerla cerca. Me siento hechizado por su olor, anhelo poder besarla y poseerla.
-¿Debería ser más cuidadosa al caminar Srta. Brown?- Su rostro está a solo unos metros del mio.No puedo evitar mirar sus labios y desear probarlos. Le acomodo un mechón de pelo que evita mi vista a su cuello. Su respiración se acelera y me mira sorprendida.-
Elizabeth:¿¡Qué está haciendo!?-murmura esta frase con voz entrecortada y nerviosa.-
Esta joven ha logrado hacerme perder la cabeza haciendo que actué solo por mis impulsos. Nunca me había pasado esto antes. Nunca he perdido el control por una mujer y mucho menos por una aventura nocturna .Siento que debo detenerme, pero mi cuerpo hace caso omiso a lo que mi mente me dice.
-Suélteme por favor. Esto no es corre....-Trata de soltarse nuevamente pero mis manos se mantienen firmes a su cintura.-
Mis ojos se posan en sus apetecibles labios y logro ver que ella en los míos. Muestro una ligera sonrisa provocativa de lado y me acerco a su rostro para poder saborear este olor que tanto deseo. Este acercamiento aún más peligroso, logra que ella se sienta aún más nerviosa y parpadee más rápido de lo habitual. Siento que en cualquier momento me va a soltar una bofetada y eso me excita más aún.
Ryan: Aún estoy muy molesto por su forma de actuar hace un momento, Srta. Brown.¿Cómo debería calmar este enfado?-la miro con una sonrisa, que percibo que la incómoda y molesta a la vez.-
-Sr. Carter acabo de ofrecerle mis más sinceras disculpas. Realmente estoy muy apenada por este incidente.-Al ver que no la suelto de la cintura, me fulmina con la mirada.-¡Debo regresar a la fiesta, así que suéltenme!-pronuncia molesta. Sé que ella no me la va pone fácil. Es esquiva pero no soy una persona que se da por vencido fácilmente.-
