Capítulo XI

40 1 0
                                    

Desperté temprano, hoy saldría a desayunar con Dean para luego ir a la universidad, vestí casual y peine mi cabello con una gancheta, recogiendo los mechones que caían por mi cara y uniéndolos en la parte de atrás, dejándolo suelto, maquille muy leve mi rostro, muy temprano para un labial oscuro, pensé, mejor brillo labial, y listo.

Bajé y vi la hora, faltan 2 min para las 8:00 am, me despedí, tome mi bolso, bueno una cartera un tanto grande y exagerada como diría Nick, pero entran mis cosas que es lo importante.

Tomo un abrigo del perchero, y salgo cerrando con seguro tras de mi, guardo la llave en uno de los bolsillos internos de mi gran cartera, reí para mi, y caminé hasta la acera.

Tan puntual como siempre, ni un minuto más, ni un minuto menos, ya estaba ahí, 8 en punto de la mañana, le Sonreí y subí a su auto.

-Hola tesoro-Un beso muy dulce de su parte.

-Hola corazón, te ves hermosa.

Le respondí con una sonrisa y leve rubor en mis mejillas, es grandioso.

Condujo hasta una cafetería, y bajamos.

Tome su mano para entrar al lugar, nos sentamos y pidió una orden, de café, jugo, pastelillos, y tarta, estábamos comiendo en silencio cuando él habló.

-¿Estas emocionada porque pronto nos graduaremos?

-¡Claro!, ¿Cómo no estarlo?-Le Sonreí.

Parecía algo nervioso...

-¿Pasa algo?-Le mire cabizbaja.

-Nada amor, estoy feliz también -Sonrió forzado, le conozco.

-No me convences, algo te pasa y lo sé.

-Mi padre habló conmigo anoche minutos después de que te fuiste, él había llegado y me dijo que al graduarme nos iríamos a España, ya que ahí tengo una tía que podría conseguirme trabajo al momento de recibir mi título... -Cerró sus ojos con fuerza.

-Dean...-Dije casi en un susurro.

Él parecía algo nervioso.

-Sé que ya soy un adulto, pero no a cualquiera le dan trabajo al graduarse, también sé qué es una decisión muy fuerte porque si quiero puedo decir que no, y realmente diré que no.

Mi rostro solo mostro impresión, o peor aun, expresión de haber visto o escuchado una de las peores tragedias de el mundo entero.

-Ni se te ocurra decir que no. Usted va a decir que sí, y si no lo haces Dean Ashley Smith Gilinsky vamos a tener promebla.

Hablé con firmeza y con mucha seriedad.

-No digas mi segundo nombre...-Hizo pausa mientras rascaba su nuca ¿apenado?-Esta bien, lo voy a pensar, solo no quiero dejarte.

Yo tampoco.

-Pero es lo mejor que puedes hacer.

-Ya lo sé -Tapó su cara con ambas manos y negó.

Había terminado de comer hace un momento y dejé, él me vio, y observó que dejé de comer, me volvió a mirar, como diciéndome "Debes comer", y en silencio, ambos terminamos con nuestros platillos, él me ayudó a levantarme, y salimos directo a la universidad.

Al llegar cada quien por su lado, a sus respectivas clases, éstas para mi pasaron aburridas. Solo garabateaba en la parte de atrás de la libreta, pensaba todo tipo de circunstancias y lo rápido que pasaron estos años, ya estaba a punto de graduarme y ahora pasa esto. Estoy contenta por él, aunque siento que es así como debe pasar todo, Dios, el destino, el universo, la naturaleza así lo quiso, no puedo ir en contra de esto.

Imposible olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora