Padre e hijo

Calor de una familia.

Estaba notablemente mal.

Casi no comía. Casi no dormia. Ya no hablaba. Ya no salia de su cuarto, a menos que fuera para comer o hacer sus necesidades.

A todos les afecto la muerte de Goku, pero a quienes les afecto más fue a la familia Son.

En especial a su hijo.

Se sentía sumamente culpable. Se sentía como un idiota arrogante.

Era culpa suya que su padre muriera, ¿cierto?

Era su culpa que su hermano o hermana no tuviera un padre en su vida, ¿cierto?

Era su culpa que todos los amigos de su padre estuvieran tristes, ¿cierto?

Era su culpa que su madre llorara cada noche por la muerte de su padre,¡¿cierto!?

Se abrazo a sí mismo, sintiendo como la culpa lo carcomia por dentro.

Él era el que debería estar muerto..., ¿cierto?

Así...tal vez...todos estarían felices, ¿cierto?

El sonido de como alguien tocaba la puerta de su habitación hizo que saliera de sus pensamientos.

—¿Puedo pasar?— escuchó la suave voz de su madre.

Suspiro antes de responder con un ‘si’.

La puerta se abrió lentamente, mostrando a su madre, quien entró y cerro la puerta detrás de ella.

Su madre camino a paso lento hacia la cama y se sentó en ella.

Miró a su hijo, viendo a través de sus ojos el dolor que intentaba ocultar. Sonrió con tristeza mientras lo rodeaba con sus brazos de manera protectora, como solo los padres pueden hacer.

Por alguna razón, Gohan no logro ocultar sus sentimientos, y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

¿Cómo es que su madre siempre sabía cuando algo malo le ocurría? No lo sabía, pero le gustaba.

Correspondió al abrazo, sintiendo como su madre acariciaba su cabeza.

—Es mi culpa.— susurró el híbrido mientras las lágrimas seguían cayendo.

—Claro que no lo es.— Su madre negó con la cabeza. Su tono de voz era suave y cálido.

—Si lo es. Pude haber derrotado a Cell, pero no lo hice. Es mi culpa que mi hermanito o hermanita no vaya a tener un padre.— Su voz sonó entrecortada.

—Si de alguien fuera la culpa, seria de Cell o de quien lo creó, no de ti.— Le abrazó más fuerte, transmitiéndole aquella calidez que tanto adoraba.

—Pero...—

—¿Acaso tu construiste o creaste a aquella criatura?— preguntó aquella mujer que le dio la vida.

—No, pero...—

—¿Acaso tu creaste aquel torneo?—

—pero...—

—¿Acaso tu hiciste que Cell explotara?—

—...—

—¿Fuiste tu quien le dijo a Goku que hiciera eso?—

—...—

Milk sonrió mientras se separaba del abrazo y hacia que su hijo la mirara. Tomo sus mejillas con sus manos y quitó con delicadeza aquellas lágrimas.

—No es tu culpa, hijo. Estoy segura de que a tu padre no le gustaría que te culparas por su muerte. Y también estoy segura de que nadie se sentiría mejor o feliz de que tu hubieras muerto ahí— empezó a decir mientras pegaba su frente a la de su hijo, quien estaba sorprendido porque su madre leyera sus pensamientos —. Yo también lo extraño, pero este es el ciclo de la vida; se obtiene, se evapora. Se encuentra, se pierde. Hay que aprender de eso, y valorar lo que nos dejo cada experiencia; cada momento; cada risa; cada sentimiento.—

Gohan se lanzó a abrazar a su madre, derramando lágrimas.

Milk correspondió al abrazo mientras las lágrimas también salían de sus ojos.

Ninguno de los dos se dio cuenta de la tercera persona que estaba en la habitación, quien los abrazó a pesar de que no lo vieran.

Los tres, sintieron el mismo calor que cuando se abrazaron cerca de aquel lago.

Los tres sintieron el calor de una familia.