Padre e hijo

Abrazo familiar.

Nota: Dragon Ball y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a Akira Toriyama.

Si dijera que no estaba confundido, asustado y claramente temeroso, estaría mintiendo.

Los juego de Cell, o “The Cell Games”,  se estaba acercando, y no entendía para nada a su padre.

¿Cómo podía estar tan calmado en aquella situación?

¿Acaso tenia algún plan?

Si era así, ¿Por qué no se lo contaba?

¿Acaso no confiaba en él?

Tantas preguntas hacían que las emociones del Son se volvieran un remolino, haciendo que sintiera varias cosas a la vez.

Se abrazo a sí mismo mientras veía su reflejo en aquel lago en cual habían ido a pescar su padre y él.

Se quedo un rato ahí, viendo como el agua se movía al mismo tiempo que las hojas, las cuales caían en el agua, flotando encima de ella.

Sintió una mano en su hombro, y cuando volteo a ver quien era, vio a su padre, con su típica sonrisa, la cual aseguraba que todo iba a estar bien incluso en la peor situación.

Sin decir nada, su padre se sentó a su lado.

Después de un rato de silencio, Goku decidió hablar.

—¿Te sucede algo, Gohan?—

El nombrado no contesto y simplemente se limito a ver aquel lago otra vez.

—tu...— comenzó a decir después de un rato —¿confías en mi?—

Esa pregunta pareció sorprender a su padre, pues abrió los ojos como platos después de oír aquella pregunta.

—Claro que confió en ti, Gohan.— respondió aun sorprendió por la pregunta.

—¡¿Entonces por qué estas tan calmado!?— Sin darse cuenta, había terminado gritando.

Goku sonrió con un toque de tristeza mientras ambos volteaban a ver como el Sol se  ocultaba.

—No sabemos lo que ocurrirá cuando estemos allá, Gohan— empezó a decir Goku mientras mantenía aquella sonrisa en su rostro —. No sabemos si ganaremos o si perderemos.—

—¡Es por eso que deberíamos seguir entrenando!— replicó Gohan mientras se levantaba de donde estaba sentado.

—Gohan, tenemos que disfrutar algunas veces, entiendelo. No sabemos si ganaremos o si perderemos; No sabemos si alguno morirá o no.— continuó aun con calma. —¿Qué sucedería si esta fuera la última semana en la que nos veríamos? El último recuerdo que tendríamos seria el de entrenar y entrenar, en vez de un recuerdo feliz en el que estemos todos juntos. ¿Qué pasaría si yo muriera en los juegos de Cell? El último recuerdo que tendrían de mi, seria el de estar entrenando. —

Gohan abrió la boca, intentando encontrar alguna excusa. Pero, su padre tenia razón.

—Hay que aprovechar esta oportunidad de estar todos juntos, aunque sea una última vez.—

Goku se levantó para después acercarse a su hijo. Se arrodilló y lo abrazo, y al poco rato el híbrido correspondió al abrazó, cayendo de rodillas al suelo.

Milk, quien los estaba buscando para avisarles que la cena estaba lista, quedo enternecida con aquella escena.

Goku, quien noto la presencia de su esposa, le hizo una seña con la cabeza, en señal de que se uniera a aquel abrazo.

Milk sonrió antes de caminar hacia ellos. Al estar cerca de los dos, se dejo caer de rodillas y abrazo a las dos personas más importantes en su vida.

Y, ahí estaban los tres, en el pasto, abrazados mientras el cielo se volvía de un color azul oscuro y se llenaba de estrellas.

Y, con un abrazo familiar, llego la noche.