Equilibrio {Reylo}

Capitulo 20

Todos los presentes que observaban la escena se llevaron las manos a los ojos o a la boca. La noche había caído y solo el fuego iluminaba el campo de batalla en ruinas.

Y en el centro, una joven jedi abrazaba el cuerpo de Ben Solo.

Y pegados, justo a la espalda del chico, veinte disparos de blásters temblaban, brillaban y danzaban congelados.

Rey y Ben tenían los ojos cerrados. Ben notó la tensión en los músculos de Rey y empujó, cuidadosamente, hacia un lado.

Rey dejó soltar los disparos, que hicieron explotar los pedazos de chatarra esparcidos por el suelo, pasando a través del lugar que ambos habían ocupado.

Rey entrecerró los ojos, el esfuerzo había sido demasiado grande. Ahora era Ben quien sujetaba su cuerpo y lo estrechaba para sí. Todo su cuerpo temblaba.

Luke tenía razón. Debía escuchar a su corazón, algo que había ignorado hasta que había visto la vida de Ben escapar entre sus dedos.

—No puedo...

—¿Qué? —Ben no entendía, observaba el rostro dormido de Rey. La chica intentaba abrir los ojos pero no podía.

—Matarte. No puedo...—la chica levantó la mano y con el dorso de sus dedos acarició aquel rostro, aquel rostro... del que estaba enamorada. Ahora se daba cuenta, ahora lo admitía... ¿amaba a un monstruo? No, ella siempre había estado convencida... Ben Solo no era un monstruo. Solo estaba atrapado.

Ben apoyó el rostro en el de Rey. Lágrimas empezaron a caer por sus mejillas.

—Ben... —El chico se sorprendió cuando sintió un metal frío en la mano. Rey le alcanzaba el láser—Snoke sigue dentro de mí. Hazlo desaparecer.

Ben tardó unos segundos en entender. Negó con la cabeza.

—No —añadió.

—Me... duele... líbrame de él —sollozó—. Tú eres el único que puede con él. Yo no he podido.

Más lágrimas se deslizaron por el rostro de Ben. Sollozó. Seguía negando con la cabeza, pero Rey tenía cerrados los ojos. El cansancio la había vencido.

El cuerpo de Rey se movió. Unos espasmos recorrían todo su cuerpo.

—¡No! —gritó— ¡Mata a Ben Solo! ¡Mata a Ben Solo! ¡Mata a Ben Solo!

Los ojos de Rey se abrieron, desorbitados, mirando hacia el cielo. Sufría.

—Rey... ¡Rey!

La chica empezó a llorar.

—¡Duele! ¡Me duele! ¡Ben!

—No... Rey...

La chica chillaba, con los ojos desorbitados. Ben miraba horrorizado. Su cuerpo se convulsionaba. Volvió a coger el frío puñal y lo pegó perpendicular al pecho de la muchacha. Su rostro estaba inundado en lágrimas. Sollozaba como un niño, sollozaba como el día en que tuvo que irse de casa. Tenía miedo. Perdía a sus padres. ¿A dónde iba? Solo debía activar el láser.

—Rey... lo siento muchísimo. Snoke no podría haberme castigado de peor forma.

Ben apoyó el rostro en el de Rey, besó su frente y...

La chica gritó y un halo negro salió disparado de su cuerpo. Se ahogaba, tosía. Todo empezó a tomar forma, alrededor de ellos, como una gran tormenta. El cuerpo de Snoke se presentaba gigante ante ellos, salía despavorido de aquel cuerpo antes de que lo asesinaran.

Ben miraba hacia arriba y el miedo se leyó en cada centímetro de su rostro.

—Pagarás por lo que hiciste, Ben Solo. —Sonó una voz lenta de ultratumba.