NIKOLAV HABÍA PRESENCIADO Y OÍDO en su totalidad la conversación entre la novia de Patrick y la chica con la que estaba obsesionado... «Alejandra», repitió mentalmente. Sí, ese era su nombre. Tenía sentido para él que lo fuera. A su parecer, Miriam la conocía bien y eran buenas amigas, pero por lo visto, la chica no la recordaba, y al ver todas las fotos de su amiga había roto en llanto.
Todo había sucedido demasiado rápido, haciendo que sus planes se desmoronasen por completo. Su marido se la había llevado de inmediato y Nikolav se había quedado con las ganas de estar más cerca de ella.
«Ella venía a hablar conmigo», se dio cuenta él mientras se levantaba de su cama al atardecer, esta vez sin compañía. «Venía decidida a hablarme. Me conoce, pero ¿cómo?», se preguntó.
Estaba confundido y ahora las cosas se complicaban. No podía tan solo manipular a la amiga de la novia de su jefe, eso le acarrearía problemas. Respetaba a Patrick y sabía que él tenía sentimientos muy profundos por su humana, quien a su tiempo sería convertida en vampira. Sería de muy mala educación aprovecharse de su amiga. Decidió que debería seducirla de una manera más caballerosa.
Tal vez si conversara con Miriam podría conseguir más pistas. Había oído palabras sueltas... pero le parecía que la pelirroja había dicho que: en primer lugar, Alejandra se iba a casar con un vampiro; en segundo, que era híbrida. Esto último quería decir que, tal vez, ella era la hija perdida de las hadas, de la que tanto había escuchado meses atrás, cuando ella había sido descubierta. Un príncipe en su reino se iba a casar con ella, pero él no recordaba haber asistido a un casamiento mientras estaba viviendo allí. Si este había ocurrido, él no se había enterado, o no había sido invitado.
Decidió que intentaría hablar con Miriam más tarde, o con Patrick, quien quizás sabía algo. Tal vez ellos podrían ayudarlo a resolver sus dudas sobre esta chica tan especial.
***
—¡¿Cómo podés saber que ese psíquico no estuvo jugando con tu mente?! —exclamó Juliann con enojo. No estaba para nada contento con los recuerdos que su mujer supuestamente había recuperado. Sabía que algo extraño estaba ocurriendo, lo podía sentir en su corazón y en el fondo de su ser, mas no quería siquiera pensar que lo que tenía con Alejandra no era cierto. Era el amor de su vida y no permitiría que nada los separase.
—No estaba jugando con mi mente, Juli —le aseguró ella, bastante calmada—. Estoy segura de que no. Los recuerdos fueron demasiado vívidos.
—Es que... cielo —suplicó él, una lágrima formándose en su ojo—, no quiero que nada de eso sea cierto. No puede serlo. —Ella lo abrazó fuerte; entendía lo que estaba atravesando. Juliann le dio un beso en la frente, conteniendo las lágrimas con un gran esfuerzo.
—Esto que tenemos es real, yo te amo y sé que vos también. No me imagino habiendo hecho nada de lo que me dices que hice en el pasado. Es imposible, Ale. Incluso en el caso de que fuera cierto, eso no cambiaría la forma en la que me siento. Te amo y este es amor verdadero.
—Yo también te amo, Juli, y no quiero que esto sea cierto. Pero si lo es... quiero descubrir todo lo que no puedo recordar. Algo me dice que es importante hacerlo.
—¿Por qué no nos olvidamos de esto? —sugirió él, esperando poder convencerla de que era una mala idea seguir teniendo sesiones con ese psíquico al que ya había comenzado a odiar con pasión.
—Lo intentaré, pero no te prometo nada —expresó ella, esbozando una leve sonrisa.
—Me había olvidado de algo —cambió de tema él, al recordar que aún no le había dado el brazalete.
—¿Qué cosa, amor?
—Tengo un regalo para vos, dejame que lo busque. —Juliann buscó el brazalete, lo tomó del bolsillo del pantalón que había usado la noche anterior y volvió a la sala de inmediato—. Cerrá los ojos y extendé tu mano —le pidió.
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Sangre Olvidada: Sangre enamorada #3 (Versión original)
Vampire♥TERCER LIBRO DE LA SAGA♥ «Puedes no recordar a quien amas, pero la sangre olvidada estará a la espera, llamándote a encontrarla». Alejandra, Juliann y Nikolav despiertan en el mundo humano con recuerdos que no son los suyos y con vidas muy diferent...