¿Hay algo más?
Después de este mero intento de amor,¿Hay algo más? ¿En algún momento me quiso? ¿Me querrá? ¿Qué pensará de mí realmente?
Supongo que pensará lo mismo de siempre.
Soy una puta, porque las chicas con novio, no tienen amigos. Una chica decente no habla con ningún otro chico, y menos por redes sociales. Soy una puta, porque no me callo lo que pienso.
Soy una pedazo de zorra. Porque él lo dice. Y eso es suficiente.¿Algún problema con ese razonamiento? Díselo a él.
Soy un trozo de mierda, soy basura.
Tantas veces me he sentido culpable, tantas veces pensando que la culpa de todo la tenía yo. Y aún pienso, ¿Seré yo el problema?
Me pega porque yo le provoco. Si estuviera calladita e hiciera lo que él quiere.. No me haría esto. Pero sin embargo así estamos. Porque yo no me callo mis opiniones, porque cuando me enfado por una gilipollez me quiero ir de su casa. Y eso a él no le gusta. No puedo irme de su casa cuando yo quiera, me tiene que dejar él. Cómo seré tan tonta de tener iniciativa sobre mí.
Jamás debería ocurrírseme tal cosa. Joder.
Y una mierda joder. Una puta mierda.
Si a mí me sale de los cojones irme de esa casa, me voy de esa casa. Si a mí me sale de los cojones decir lo que pienso, lo hago. Y si a mí me sale de los cojones salir un viernes con mis amigos, lo hago.
Los pensamientos llenos de rabia, surcaban mi mente desde hacía un buen rato. Dash dormía, abrazándome. Yo, tumbada de lado, miraba mis zapatillas con ayuda del pequeño hilo de luz que salía de uno de los ventanales de la habitación.
Ahí estaban, mirándome. Diciéndome 'vámonos'.
Intenté quitarme su brazo de encima. Era curioso, él me pegaba como si de un perro me tratara, me obligaba a dormir a su lado, cogiéndome del cuello sin dejarme movilidad, y luego me abrazaba. Como si fuéramos una pareja llena de amor, como si me quisiera. De vez en cuando se desvelaba, y me acariciaba la cara con su mano.
Era jodidamente escalofriante, no sé si alguien sabrá de lo que estoy hablando, si alguien entenderá lo que estoy diciendo. Es como si fuera dos persona en una.
Antes de levantarme, me dí la vuelta. Mirando su bonita y perfecta cara. Sus cejas negras y grandes. La simetría y perfección de su cara. Se veía malo hasta durmiendo. Tenía el ceño fruncido,como si estuviera esperando a que me levantara, para gritarme. Miraba su barba, su negra barba.
Su barba me recordaba a su sonrisa. Su tímida sonrisa de cuando se sentaba en el sofá y me cogía en brazos, poniéndome encima de sus piernas, sonriéndome y mirándome los labios. Mientras me abrazaba, y me daba un beso en la frente, regalándome un te quiero.
'Te quiero Sara, no me abandones nunca'.-Decía mientras me abrazaba fuertemente.
Al momento resbaló una lágrima de mi cara. Cerré los ojos, tragándome el dolor que tenía guardado en la garganta. Quise gritar.
De mi boca salió un suspiro de dolor.
-Te quiero.-susurré.-Te quiero con todas mis fuerzas.- Y me levanté despacio, con cuidado. Ni se inmutó. Cogí mis zapatillas, mirándole por última vez.
¿Cómo podía quererle tanto? ¿Con todo lo que me hacía? Era ilógico,jodidamente ilógico.
Abrí la puerta, con sumo cuidado, y la volví a cerrar. Bajé las escaleras, y cuando llegué al piso de abajo, suspiré aliviada.
Me puse el plumas,cerré la cremallera, y apreté los botones. Me puse la capucha.
Abrí la ventana, y salté.