—¿Lo vas a hacer?, ¿o seguirás llorando como un bebé esperando a que alguien más lo haga?
—Pero no sé que hacer, Hyung. —Estaba desesperado.
SeokMin siempre se sentaba junto a SeungKwan-ssi en el receso, me sentía mal, me hacia sentir como la peor mierda del mundo. Mientras que por otro lado siempre le contaba a SungCheol mis malas ideas para estar con SeungKwan.
Él solo negaba con su cabeza de un lado a otro cada vez que le decía algo sobre él. Pero joder, era muy difícil para mi no hablar de ese niño.
De ese maldito niño que me volvía loco.
—Te estoy diciendo que vayas con él, pero simplemente me ignoras. —Respondió el mayor irritado.
—Iré si me acompañas.
—No. —Se negó. —Es tu problema, no el mío.
—¡Pero, Hyung, yo te ayude con JungHan! —Chilló el menor.
—Era lo mínimo que podías hacer, siempre te he ayudado, Hansol.
—Por favor. —Le miró a los ojos. —Si lo haces te pagaré el almuerzo. —Le sonrió con malicia.
Sin esperar un segundo más, SungCheol tomó de la mano a Vernon llevándolo a la fuerza hacia la cafetería, quería su comida ahora mismo, joder, llegó hasta ahí sin haber desayunado gracias al "asunto importante" del que tanto le habló el menor a este.
—Si no pagas mi comida, juro que le diré a SeungKwan todo lo que me has dicho sobre él durante todo este tiempo. —Amenazó el mayor.
—No.
—Sabes que nunca miento.
—¡Esto es una jodida estafa, Hyung! —Chilló por segunda vez en el día.
—Parece que el estafador fue estafado.
Vernon solo hizo una pequeña mueca al escuchar eso, estaba en problemas, pero al menos se libraría de uno que siempre estuvo cargando durante parte de la secundaria y ahora en la preparatoria. Pero ahora solo se preguntaba si sería rechazado o aceptado.
. . .
Allí estaba, junto al niño brillante del salón, Seok y Seung se encontraban hablando calmadamente mientras comían. Nuevamente Vernon se deprimió al verlos tan felices juntos, sabía que estaba perdiendo junto a ese nerd de dentadura perfecta.
—¿Me estás escuchando, tonto? —La voz de Sung lo sacó de ese pequeño trance.
—Perdón, ¿qué decías? —Respondió sin ánimo alguno, era obvio, ¿o querían que fingiera estar feliz?, no señores, Hansol Vernon no es ese tipo de niño emo.
—Ugh, solo mueve tu trasero allí y paga mi comida y habla con él, y problema arreglado. —Habló fastidiado mientras le empujaba para que se moviera hacia la caja y pidiera lo que el quería.
—No hablaré con él si el otro está allí a su lado.
—¿Nunca dejarás de meter excusas?
—No son excusas. —Señaló hacia la mesa en donde se encontraban ellos. —¿Si vez?
—Bien, bien, en seguida saco a ese niño de allí, pero por lo que más quieras no la cagues, Vernon. —Dijo el mayor dirigiéndose hacia la dichosa mesa en donde estaba ellos dos.