Una melena negra que pasaba en dirección a los baños, vio como el rubio dejaba la carta apenas asomada bajo la puerta de su casillero, y rápidamente se escondió tras unas escaleras. Cuando éste se fue se dirigió rápidamente a tomarla.
Al leer lo que ponía en ella se le frunció el ceño, e instantáneamente volvió a estar alerta y miró a todos lados.
No podía saber quien era.
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Rubio Teñido
Short StoryHola, rubio teñido Se nota de lejos que no eres natural. ¿Qué te pasó por la cabeza al teñirte? Atte: un chico que reconoce la falsedad