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Al tocar el timbre de la salida, un moreno de alta estatura caminaba con parsimonia hacia su casillero para dejar sus libros, pero al estar por llegar su pulso se aceleró al identificar
un pedazo de papel blanco asomar de este.

¿Había descubierto quién era? Y después de días evitándolo, iba y le dejaba una carta?

Dejó caer sus libros y corrió el último tramo que le quedaba hasta la caja de metal. Abrió la puerta y allí vio las últimas dos cartas dejadas por él, y otra hecha con otro tipo de papel, claramente perteneciente a otra persona. Rápidamente la tomó para corroborar que era de Sack. Había descubierto su nombre de casualidad un día pasando junto a él y sus amigos, e instantáneamente le había parecido el nombre más bonito que había escuchado.

Comenzó a leer la carta y su corazón palpitó más rápido.


Hola, anónimo

Siento no haberte respondido, entré en pánico cuando descubrí quién eras pues eres de los más populares y yo soy yo

Quiero verte, es decir ya se quien eres, pero verte de frente y hablar ya sabes

Te veo a la salida en el patio delantero, junto al árbol más alejado de la puerta

Ate: yo


Rubio TeñidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora