Sus pies no se movieron lo suficientemente rápido y un empujón lo hizo tambalear, dándose de espaldas contra el suelo. Soltó un quejido y una patada en el costado le sacó un poco el aire.
–Tu asqueroso noviecito ya no va a salvarte, basura –escupió con asco Chad, mientras por su espalda llegaban unos pocos de sus amigos.
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Rubio Teñido
Short StoryHola, rubio teñido Se nota de lejos que no eres natural. ¿Qué te pasó por la cabeza al teñirte? Atte: un chico que reconoce la falsedad