Yami/Atem x Reader

Primer Juego

Narradora P.O.V

Después de haber cruzado la gran barrera, Yami cambió de ropas, pero (T/n) no olvidaría jamás el conjunto que había sellado el destino de su familia...

No dejaba de ver como es que Yami había cambiado en unos instantes, de ser tez blanca a una tez morena, igual a la de las personas de Egipto, sintió como sus piernas estaban fallando, no quería que los demás sacerdotes la vieran como alguien débil...

-No es posible, ¿co-cómo llegaste aquí?¿por qué.....¿¡Por qué no volviste como lo prometiste Faraón!?- sus palabras salieron con más rabia de la que sentía, pero aún así, no podía controlar aquella furia que estaba creciente en su interior.

-Por favor escucha, yo... yo... yo no sabía que tenía que volver, solamente fui enviado aquí por un capricho de los Dioses, pero no soy el único, también está..- fue interrumpido por otra voz, la voz que los había mandado llamar.

-Mi Señora, ha regresado- se inclinó ante (T/n) y besó su mano, con tanta delicadeza como si de una muñeca se tratase, en cambio Yami, sentía el alma arder, como si fuera a ordenar en cualquier momento que le arrancasen la lengua.

-Mi señora, también la oscuridad ha regresado, el maleante, el que una vez probó la maldad...Bakura está fuera, ha....ha regresado- los ojos de la chica empezaron a brillar de manera en que la furia dominaba en ella, retiró su mano del agarre de su "siervo"

-Es un alivio que hayamos llegado primero, así tendremos un poco de ventaja en el juego- empezó a subir las escaleras con aire de grandeza, porque así era, "La Emperatriz" había regresado, solamente que está vez sin las memorias que debieron ayudarlos.

Yami P.O.V

Sabía que me odiaba, lo sentía en mi ser, podía ver aquel odio que una vez Marik sintió, ella misma lo hacía visible, no quería que fuera así.... quería hablar con ella, sostener su mano y decirle todo, pero en el momento en que volteo a vernos, fue como si de otra persona se tratase.

-Lamento decirles esto, no es la forma, ni el momento, pero ustedes se han vuelto prisioneros de este templo...¡GUARDIAS, A LAS CATACUMBAS!- de repente guardias habían aparecido como si hubieran estado esperando en las sombras -Y tú- dijo señalándome a mi -Es hora de que enfrentes las consecuencias...Faraón, llévenlo al Salón, hay temas que discutir- nos dio la espalda como si fueramos simples cosas a las cuales puedes desechar.

Tristan y Joey, trataban de pelear contra la fuerza bruta de los guardias, pero en 2 golpes ya estaban peor que como sacos de papas, Marik e Ishizu, fueron llevados tranquilamente, Tea trató de alcanzar a Yugi y viceversa.

-¡Alto! ¡No puedes tratarnos así!¡Somos tus amigos!- sus pasos se detuvieron, todo el mundo se detuvo, inclusive estaba seguro que el tiempo mismo había dado su vida para ver como es que las palabras que ella decía, lastimaban lo que quedaba de nosotros.

-Jamás he dicho que lo seamos.... Faraón- sus ojos voltearon a vernos, eran fríos...¿Dónde había quedado la chica que nos había sonreído? ¿Dónde había quedado aquella persona que vi?¿Dónde quedo (T/n), la chica que formó parte de nosotros en tan poco tiempo?

-¡Esto no se quedará así (T/n)!- dijo Yugi esta vez, (T/n) se dio la vuelta e hizo que uno de los guardias arrastrará a Yugi hasta donde ella se encontraba, traté de alcanzarlos, pues no sabía que es lo que ella trataría de hacerle, agarró su rostro y lo acercó al de ella.

-Esto no es un juego Yugi, es la vida real y cómo tal, debes de asimilarla- soltó su rostro de forma que parecía que iba a caer, Yugi dejó de moverse, parecía en shock, como si hubiera visto a la misma muerte.