A través del tiempo [Hiroguel]

1- Encuentros casuales

Realmente esa no era una situación en la que se sintiera cómodo.

Se habían quedado varados en medio de la nada(o lo que para el semi-japonés era la nada). En realidad estaban en una de las carreteras de México.

¿Qué hacían allí? Pues no era gran cosa, Honeylemon había propuesto que como un descanso de la universidad y de su trabajo como héroes fueran a su país natal. Admitía que en realidad no era una mala idea, podría despejar su mente, cosa que muchas veces olvidaba hacer, nunca se daba un descanzo. Cálculos, memorias, ideas, inventos, trabajos, miedos y otro montón de cosas siempre rondaban por su cabeza.

Una de las cosas que más lo atormentaba era el encuentro cercano con la muerte de Tadashi. Ya habían pasado dos años desde el accidente con el Prof. Callahan. Su hermano había sobrevivido a duras penas a las quemaduras y a pesar de que seguía siendo la misma atenta y amable persona, para él las memorias de la sala de emergencia y los enfermeros moviendose rápidamente para salvar a su familiar seguían intactas, casi frescas, haciendo que el miedo en su interior fuera continuo.

¡Pero! Dejando su depresión a un lado, cuando aceptó ir al viaje con sus amigos pensó que irían directo a la capital pero no, Honey quería que hicieran una parte del trayecto por carretera y viéramos los poblados del camino con la escusa de que "Son parte de la cultura", sabía que desde ese momento debió haber tomado un vuelo de regreso a su país con su hermano (quien se había quedado por trabajo), pero en un intento de no parecer tan asocial con sus amigos decidió quedarse y como él tenía la mejor de las suertes, uno de los autos se había accidentado y no habían muchas posibilidades de que el otro pudiera remolcarlo.

-Deberíamos engancharlo al otro y llegar al pueblo más cercano- Dijo Wasabi, otro al cual no le agradaba la situación pero trataba de ser lo más maduro posible.

-No va a poder llevarlo por mucho, se dañará también- Gogo miraba con fastidio el auto buscando una manera de resolver el problema.

-Tanto conocimiento y no podemos contra un auto- Suspiró con fastidio el menor del grupo.

Era verdad, a ninguno se le ocurría cómo salir de allí. Podrían montarse todos en el vehículo que aún funcionaba pero se negaban a dejar sus pertenencias solas en medio de la nada.

Lanzaron un suspiro grupal cansados de pensar.

-Deberíamos meternos al auto para evitar el sol- Honey intentaba mejorar el ambiente pero realmente nadie estaba de ánimo, hasta Fred estaba en silencio-Ya pensaremos en algo- culminó.

Cuando estaban por entrar al auto, a lo lejos se escuchó el siseo metálico de las ruedas de una bicicleta. Alertas dirigieron su mirada hacia donde provenía el sonido y vieron a un chico joven que se dirigía hacia ellos. Se detuvo frente a los autos y los miro primero con extrañeza pero luego sonrió alegre.

-¡Hola extranjeros!- Exclamó con una imperfecta pero entendible pronunciación de inglés-¿Necesitan ayuda?-

-*Hola ¿Eres de por aquí?*- Respondió Honey alegre de encontrar a alguien por esos caminos.

-*Gracias a Dios, hablas español. Mi inglés no es muy bueno*-Dijo aliviado de no tener que seguir usando esa lengua tan extraña para él. - *Sí, vivo en el pueblo de Santa Cecilia, un poco más adelante*-explicó.

Honey rió un poco y continuó.

-*¿Podrías ayudarnos? Nuestro auto se accidentó y necesitamos remolcarlo*-

-*¡Por su puesto! En el pueblo hay una grúa, puedo decirles que vengan a remolcarlos*- Ofreció amablemente.

-*Gracias eh... *-