14- Reinicio

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Llegar a la resignación y darles una explicación poco detallada a sus amigos no tomó mucho tiempo. Él era de fácil hablar y mentir no era lo suyo, algo que todos decían que era algo bueno pero a veces, sólo a veces, quisiera poder decir unas cuantas mentirillas sin empezar a balbucear haciéndolo quedar no solo como un mentiroso incapaz si no también como un idiota. De todas maneras, lo que sí era capaz de hacer era guardarse las cosas. Él se negaba a hablar de aquel grupo de amigos antes de poder hablar con ellos de frente, eso era debido a su conciencia culpable de no haber podido comunicarse con ellos después de tanto tiempo y aunque ya estaba en contacto con Honey, debido a que cada quien tiene su vida, no habían podido cuadrar una reunión. Además , también estaba su situación con Hiro, llevaban dos, sí, DOS pinchis semanas viéndose a lo lejos sin dirigirse palabra y ya estaba perdiendo la paciencia consigo mismo, pero Hiro tampoco ayudaba quedándose sentado 

¿Es que estaba pegado a la banca o qué?

Acostado, mirando el techo más blanco que había visto en su vida pensó que ya era hora de hacer que su neuronas empezaran a hacer sinapsis cuando viera al japonés. Él realmente quería volver a hablar con Hiro. Aún después de tanto tiempo, el sentimiento que le causaban sus conversaciones era algo que recordaba muy bien; el cosquilleo de emoción con cada mensaje, el anticiparse a cada respuesta, la ansiedad de no estar seguro si lo que respondió era lo correcto, todo eso estaba muy bien grabado en su memoria. Después de todo era la primera y única vez que eso le pasaba, y aunque no entendía muy bien qué era lo que hacía las conversaciones con Hiro tan especiales y diferentes a las de sus otros amigos Miguel quería recuperarlo.

Fuera del campus de la universidad Ito Ishioka pero no tan lejos de la misma se encontraba el apartamento que los hermanos Hamada habían comprado. No había sido fácil alejarse de su tía Cass pero el tener que separarse era algo que naturalmente iba a pasar y para lo que todos ellos inconscientemente se habían preparado; sin embargo, el hecho que ambos hermanos siguieran juntos calmaba el clásico sentimiento materno de la tía Cass de que sus prácticamente hijos no sobrevivirían sin ella.

El irse de su casa también tenía que ver con todo lo que sucedió con el profesor Callaghan. Al convertirse en el nuevo "líder" de Big Hero 6, Hiro no podía dejar de preocuparse por cuidar de su familia y aunque bien, nada grandioso sucedía a menudo era bueno el ser precavido y vivir en un lugar aparte también le daba más libertad con sus experimentos sin preocupar constantemente a su tía. Tener a Tadashi consigo era un plus, en realidad la idea de mudarse había sido de él originalmente; Hiro suponía que su hermano no quería que tanto su tía como Hiro mismo sintieran la necesidad de cuidar de él aún después de recuperarse completamente, así que después de un tiempo, optó por hacer lo que cualquier adulto joven haría, mudarse. Más adelante, Hiro decidiría unírsele tras haber dejado en claro que no lo hacía solamente para hacer de su niñera.

Ahora, dos años después de mudarse, el Hamada menor estaba sentado en su silla giratoria meciéndose de un lado al otro, mordiéndose el pulgar ansiosamente mientras intentaba descifrar el por qué no podía enfrentar la situación con Miguel con la misma madurez con la enfrentó la independización... "Porque tu madurez emocional en temas del amor es nula" dijo su conciencia, a la que nadie le dio permiso de hablar; sin embargo, la muy entrometida tenía razón. Él no tenía experiencia alguna en ese ámbito y por lo tanto no tenía referencias. Lo más cercano que estuvo de algo parecido a esa cosa que llaman amor, y mira que revolvía el estómago aceptarlo, era su corta amistad con Miguel y ahora el muy él aparecía otra vez, con su tonto hoyuelo incluido, para hacerlo hacerse las mismas preguntas que hace tiempo decidió hacer a un lado para concentrarse en su presente inmediato.

Pero por su puesto, el mundo tenía otros planes.

Casi se ahogaba en saliva cuando Tadashi regresó un día diciendo que conoció a un chico mexicano que lo había confundido con él, que resultó ser el de su accidente en México y que luego conversaron por un buen rato. Obviando los comentarios burlones de su hermano, pues Miguel le había dicho el montón de cosas bonitas que alguna vez le contó sobre Tadashi, su hermano le insistió que el músico parecía estar feliz y con ganas de volver a hablar con él, por lo que durante las últimas dos semanas le estuvo preguntando si ya se había vuelto a poner en contacto con el moreno a lo cual respondía un vago "Es que estoy ocupado" porque contarle de su vergonzosa rutina de saludos no era ni lejanamente una opción.

A través del tiempo [Hiroguel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora