II - Alguien Especial.

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—Bueno... Ahora que todos estamos aquí, de seguro saben en que salón estarán trabajando, ¿no? —Sumire vio como todos asentían de buen animo.

Boruto estaba en una parte del salón apoyado en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho, miraba con atención a todo el mundo que comenzaban a reunirse con sus respectivos compañeros para cada trabajo. Uno de cada grupo fue recibiendo una hoja de parte de Sumire.

—Bueno, en la hoja que les di, se mostrarán los salones que van a poder trabajar en lo que les tocó. Si tiene una duda con que hacer, pueden dirigirse al lugar donde les indica en las hojas —comentó Sumire con una sonrisa de animo para todos—. Bueno, ya pueden ir a lo suyo. Mientras mas rápido mejor podremos acabar mas rápido.

Todos escucharon atentamente a lo que había dicho la Kakei y todos salieron del salón para dirigirse a dud respectivos salones de trabajo. Sumire y Boruto salieron igual, viendo a todos yéndose por los pasillos y esperando que no se vayan a perder, cosa que era muy ilógico.

—Bueno... ¿Qué se supone que haremos nosotros dos? —Boruto preguntó impacientemente hacia la peli violeta.

—Bueno, como somos los supervisores, tenemos que ir a nuestro respectivo lugar. —respondió Sumire con prisa, comenzando a caminar por los pasillos.

El silencio se fue manifestando junto a los pasos que hacían los dos formándose en un eco por todo el pasillo. El simple silencio que se había manifestado, fue haciéndose mas incómodo, sofocando a la Kakei de los nervios, viendo de vez en cuando de reojo a Boruto que seguía caminando a su lado. Sentía como su corazón palpitaba con fuerza desde su pecho a una velocidad para nada normal de lo que había sentido en su vida. Solo podía rezar para que Boruto no la oyera, y sin saber cuando, habían llegado a donde tenían que ir.

—A-Ah, aquí es Boruto-kun. —señaló Sumire a la puerta que estaba cerca de ellos. Abrió la puerta, deslizandola hacia un lado para entrar  sin preocupación.

—¿Esta no es la sala de profesores? ¿Al menos tenemos algún permiso de entrar aquí? —Boruto miró con el celo fruncido a Sumire que se detuvo para encarar a la duda del Uzumaki.

—Como estaremos viniendo cada día, tenemos que supervisar las cosas desde un punto notable. Por ello, se nos prestó aquí para estar al tanto y mas fácil para los demás de saber donde acudir si hay una duda con sus trabajos... Además que aquí hay computadoras para no aburrirnos mientras estamos aquí.

—Vaya, eso es impresionante. —dijo con alto respeto a la chica—. En verdad eres genial. Hehe. No cabe duda que eres una gran chica.

Aquellas palabras que dijo Boruto dieron un efecto de mas para la chica, haciendo que esta se tornara un poco colorada.

—¿Eh, te sucede algo delegada? Tienes la cara roja 'ttebasa. —Boruto fue quitándose su banda ninja por un momento para levantar su cabello de adelante, dejando al descubierto su frente para acercarse con calma a la chica que se había quedado quieta.

La chica vio como el Uzumaki había tocado su frente con la suya, estando a unos centímetros de su rostro, sintiendo de cerca la respiración de Boruto. Aquello era tan tentador para ella, que no podía hacer nada y solo sucumbir ante el tacto que daba la frente de él.

—Mm... No siento que tengas fiebre ni nada por el estilo. Es muy raro que estés así... ¡¿Eh?! ¡Sumire, estas aun mas roja 'ttebasa! ¿Segura que estas bien?

—¿Eh? ¡Ahh! Awawa... Lo... Lo siento, no es nada. Estoy bien. —Se fue alejando descuidadamente para atrás para calamarse, solo se limito a observarlo por un momento para después adentrarse a la sala con la mirada abajo de la vergüenza.

~Quererme Como Yo A Ti [BoruSumi]~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora