La historia real.

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-¿Qué hay de ti? -Preguntó Yuri después de un largo rato de silencio. Mientras centraba su mirada en el perfil de la chica del cabello largo quien se volvió a ella al escuchar la pregunta.-Hablas tanto pero no sé mucho de ti.

-Creo que sigues sin contarme tu historia real. Así que, creo que estamos a mano.-Respondió alzando los hombros mientras conectaba la mirada con la chica más alta. Ganándose una mirada de incredulidad.

-¿Estas jodiendo conmigo? Me pasé casi una hora hablando de mi ayer. -Bufó.- Es la primera vez que algo así con alguien y me dices que no es mi verdadera historia. -Espetó con voz seca.- Realmente debes de tener algo, que aún no sé qué es que me hace hablar sin parar, después es cuando me fijo en ello.

-Haces muchas mofas. Cálmate un poco.- Yule negó con una sonrisa y se atrevió a dar un golpecito en la gorra de la otra dejándole está por completo  en la nariz.

Yuri no anticipó esto, y bufó nuevamente cuando Yuri hizo aquello. Dos días atrás si una completa desconocida le hubiera hecho aquello hubiera estallado soltando malas palabras. E incluso sacado el dichoso lapicero y colocado en la nuca.

Esta vez solo rodó los ojos y se acomodó su gorra.

-Me haz contado la historia de los hechos de tu vida pero no tu historia como tal. De eso solo un poco.-Dijo Yule, exponiendo su punto.- Me dices más de ti cuando me hablas de lo que significan las estrellas. No de cómo empezaste a robar. ¿Entiendes? -Finalizó, acomodando un mechón que había quedado por fuera en el cabello de Yuri.

Esta se tensó por por los contactos impredecibles de esta. Pero las palabras que dijo resonaron en su mente. Entendía de lo que Yule hablaba. Pero aquello no era fácil de contar, cuando hablaba de cómo había empezado a robar era otra cosa. Pero hablar de su interior era más duro. Le costaba. Le costaba demasiado.

Yule observó la batalla silenciosa que libró Yuri en ese momento. Decidió empezar a contar parte de su historia.

-Me gustan las montañas, justo así como esta. Tienen un verde precioso y verlas desde el caos de la ciudad me produce tranquilidad. Me gusta este lugar porque no hay mucho ruido, de hecho, solo el sonido del viento y algún que otro animal. Pero nunca escuchas la queja de alguna madre gritándole por teléfono a su hijo diciéndole:

-"Fausto, empezó a llover, la ropa se va a mojar."

-"Fausto, no juegues conmigo ¡Fausto la ropa!" Yule gritó justo como gritan aquellas mamás histéricas por su ropa remendando incluso los gestos de aquellas, Yuri no pudo aguantar la risa y se carcajeó.

Yule sonrió maravillada escuchando la risa de la mujer más peligrosa de la ciudad. Su risa fue como un bote para un náufrago esperando mucho tiempo ser salvado en aquella isla. En su isla, la risa de ella logró salvarla esa noche de la tempestad de las olas que parecían atestar contra ella últimamente con más frecuencia. Dándole calma como muy pocas cosas lo hacían.

-Eres una imbécil. -Dijo, aún riéndose.

-Tu siempre atacandome. Primero fastidiosa, ahora imbécil, después ¿Qué sigue? ¿Yule cucaracha voladora?-Preguntó divertida, ganándose una cara de asco por parte de la chica con gorra al momento de escuchar cucaracha. Parece que había acertado con esa pregunta. A la otra chica no le gustaban las cucarachas.

-Las cucarachas son asquerosas.

-¿Son asquerosas o te dan miedo? -Yule frunció el ceño juguetona. Realmente no creía que aquella chica alta le tuviera miedo a una cosa tan pequeña como esa.

-Me dan miedo. Adiós. Que vergüenza. -Amagó a irse mientras Yule se reía de aquella confesión. Esta la tomó del brazo y la sentó de nuevo en su lugar aún riéndose.

-Pero si no hacen nada. No puedo creerlo.

-¿¡Qué no hacen nada!? ¡Vuelan!- Alegó escandalizada. Yule estalló en carcajadas. Ganándose un blanqueo de ojos de la otra chica, quien sonrojada se preguntaba porque estaba allí contándole uno de sus tantos miedos a aquella chica.

De pronto Yule se quedó callada y la miró. Hizo una cara de asombro. Yuri frunció el ceño.

-¿Qué?

-¡Cucaracha!- Gritó señalando su cabeza y Yuri de un momento a otro estaba en el otro lado de aquella zona alta asustada y gritando.

Yule empezó a llorar de la risa. Y corrió antes de que Yuri se fuera molesta.

Corrió y la abrazó. Mientras la otra se tensaba e intentaba soltarse.

-Juro por Dios que te voy a golpear. Sueltame.-Dijo enojada tratando de soltarse.

-No.

-Si.

-No.

-Si.

-Matare cucarachas por ti. -Dijo Yule abrazando del todo a Yuri, quien se suavizó con aquel comentario.

Podría parecer algo tan pequeño. Pero allí en ese momento en el cual, las estrellas también estaban siendo testigo, Yule pensaba que podría matar cualquier miedo o demonio por Yuri.







Soy capaz de todo por ti.

y&y.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora