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El primero en caer fue Jumin.

-¡Rápido (T/N)! Si nos encuentra vamos a lamentarlo...

Jaehee tomaba de tu mano mientras corría hacia una zona segura, escudriñaba el campo abierto desde su escondite, debía asegurarse de que no hay moros en la costa antes de esprintar hacia la meta. Asentiste a las palabras de tu compañera no obstante siempre has sido muy avispada, nadie ha podido contigo en este peligroso juego, ni siquiera él.

Recargaste el cartucho de tu arma y le dedicaste a una sonrisa serena a tu amiga, a diferencia de ti Jaehee era todo un manojo de nervios, sostenía su pistola con temblor para luego reajustarse los lentes una y otra vez, ¿por qué tuvo que acceder a esta locura en primer lugar? Ah, sí, el señor Han se lo pidió.

-No te preocupes, no hay manera de que pueda derrotarme.

-Pero él es un verdadero monstruo- Jaehee susurraba en tono apenas audible.

...

Justo cuando ambas estaban preparadas para marcharse al siguiente punto de control, los arbustos cercanos llamaron tu atención y la de tu compañera, las hojas se sacudían con violencia en conjunto a voces masculinas que reconociste perfectamente.

-Shhh, no seas tan ruidoso Yoosung, nos van a descubrir-Zen se quejaba a regañadientes, tras él el rubio arrastraba los pies con cansancio.

-Pero ya perdimos de vista a Seven... ¿No podemos descansar?

-No con esa bestia rodando por allí, ¿No viste lo que le pasó a Jumin por su culpa? Seven no tuvo piedad.

-Pero Elizabeth no está por aquí, solo será un descanso diminuto- Yoosung hacia ojitos de cachorro.

Zen frunció el ceño sosteniendo con firmeza su rifle, torcía los labios en desaprobación pero no importaba cuanto insistiera, Yoosung simplemente salió de los arbustos y se sentó en el suelo.

-Ah, mucho mejor~

Una sonrisa traviesa se dibujo en tus labios cuando apuntaste al chico con tu arma, Yoosung abrió los ojos como platos al darse cuenta.

-Nos rendimos- Dejó escapar un chillido levantando las manos, su pistola cayó sobre el manto verde a sus pies.

Zen quien hace momentos se había alarmado no pudo evitar sonreír al verte.

-Babe no juegues con eso-Murmuraba, acercándose a ti.

-¡Zen!-Jaehee corrió hacia él-¿Están bien?,¿en donde está el señor Han?

-Hemos perdido a Jumin-Yoosung replicaba en lugar del albino- Elizabeth 3rd apareció en campo abierto y Jumin fue directo hacia ella...

-Seven le disparó-Zen culminó de explicar la situación con una expresión neutral.

-Qué tragedia...-La asistenta Kang no podía hacer más que lamentarse.

-Debemos dividirnos ahora, le será más difícil cazarnos si no estamos juntos-Sugeriste llevando la diestra sobre tu cadera, con la mano libre reposabas el arma sobre tu hombro.

Tal como si fuera un hechizo de invocación el susodicho se asomó detrás de los arbustos sonriendo ampliamente. Seven llevaba unas orejas felpudas de gato que hacía juego con su conjunto.

-Miaou Miaou, ¡Piensa rápido!

Un disparo acertó sobre Yoosung. Jaehee se había espantado tanto que corrió hacia el campo abierto, intentaste detenerla pero Zen te detuvo tomándote de la muñeca.

-¡No, Babe debemos huir!-Rápidamente corrieron hacia el camino opuesto, más el sonido del disparo alcanzó tus oídos.

La ardua persecución continuaba, las pisadas en carrera de Seven se apreciaban cada vez más cerca. Zen entonces te miró con una indeleble sonrisa.

-Solo hay una forma de detener esto...

Antes de darte tiempo a protestar, el albino te empujó hacia los arbustos garantizando tu escondite, luego se detuvo en seco y se dio vuelta con el arma apuntando hacia el trayecto que ya había recorrido, extrañamente Seven no se revelaba.

-Se que estás ahí, no tiene caso que te sigas escondiendo...

El pelirrojo quien reía, finalmente se había revelado, como una pantera había rodeado a su rival, apareciendo de entre los matorrales con su arma apuntando hacia Zen.

-¡Tocaste a mi novia sin mi permiso! No te perdonaré... Chau, Chau Zen.

Aunque le tomó por sorpresa, el albino no pudo hacer mucho... Seven no tuvo piedad al oprimir el gatillo.

Apreciaste dicha escena y esta vez fue tu turno de vengar a los caídos.

-¡Hey amorcito!

Seven giró la mirada hacia ti, sorprendido.

-¡Piensa rápido!-Disparaste.

La pintura de color rosa se esparció por los ropajes del pelirrojo y en respuesta se llevaba las manos hacia el pecho fingiendo agonía.

-¡Ohhh!, ¡Traicionado por mi propia novia-Fingía llorar.

-¡Wii! ¡gané!- dejaste caer la pistola de pintura e instantáneamente corriste a abrazar a tu novio, rodeando su cuello con ambos brazos, ahora lo atacabas a besos.

Pronto los demás miembros del juego llegaron a la escena, todos con una mancha de pintura roja visible en sus trajes, excepto por Jumin quien había sido disparado en las nalgas.

-Fue un buen juego, hubiera ganado si no me hubiera distraído con la belleza de Elizabeth 3rd...

-¡No hubieras ganado ni aunque esa bestia no estuviera allí!-Zen replicaba, levantándose del suelo.

-Chicos... Mejor dejemos a esos dos a solas-Yoosung irrumpió, señalando a la pareja que no paraba de desbordar amor.

Seven rodaba por el suelo sin soltarte, depositando besos tras besos sobre tus labios mientras te acurrucaba en su regazo, era demasiado deslumbrante como para que el escuadrón de solteros pudiera tolerarlo.

-Eres genial amorcito, serías una gran agente secreta~-Seven te mimaba, tallando las mejillas contra ti.

-Aprendí del mejor agente de todos-replicaste, emitiendo un ronroneo.

Los demás estaban de acuerdo en dejarte a solas con tu novio, después de todo una vez que Seven correspondía a tus muestras de amor,  no había alma que pudiera despegarlo de ti.

Mystic Messenger  《Mini-shots》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora