003

40 8 1
                                    


Los cabellos de NamJoon cayeron sutilmente por su sien, mientras el viento acomodaba su camiseta contra su trabajado torso, su cuerpo reluciendo en sudor.

Las clases de gimnasia habían empezado más rápido de lo que hubiera esperado, pero no se quejó, disfrutando de los suspiros que soltaban una que otra compañera cuando lo veían escalar con naturalidad cada uno de los ejercicios impuestos por el profesor. Se desplomó sin delicadeza sobre el suelo al completar su trabajo, y miró por el rabillo de sus rasgados ojos, al chico de cabellos negros, Kim SeokJin.

Había llamado su atención desde el incidente vergonzoso de los nombres. El chico era una especie de antisocial, que aunque tratase con una sonrisa a cada persona que se le acercase a hablar, nadie parecía mostrar interés en él. Tan bochornoso, que hasta NamJoon sentía pena por él. SeokJin vestía su uniforme completo, el buzo unas tallas más grandes que sus debiluchas piernas y el resto cubriendo hasta su cuello, haciéndolo ver muy gracioso y tierno. Min YoonGi también habló de él; “Ese chico se quedó mirando mientras me ocupaba de Hani.”

No necesitas intimidar al nuevo con tu mirada, creo que ya lo hizo tu presencia —el pálido chico dijo a su lado mientras se secaba con una pequeña toalla el sudor que había adquirido con el ejercicio.

NamJoon le pasó una mirada penetrante— ¿Intimidarlo? Claro que no, no soy de esos tipos.

Suga se encogió de hombros. Talvez podía parecer una persona de carácter rudo y mirada oscura, pero el más alto se consideraba alguien tratable en el sentido sobre las relaciones.
Entre su charla de ambos, no se percataron cuando una figura se presentó frente al tema de su conversación. Un tipo de una altura menor que NamJoon pero con el mismo aire de suficiencia, de cabello platinado y mirada perturbadora.

—Oh, maldita sea —espetó YoonGi, con una mirada desesperanzada hacia SeokJin.— Le doy dos semanas.

NamJoon volteó a ver, fijando la mirada en su amigo. ¿Cómo podía estar diciendo eso en vez de ayudar al chico? Jackson no era necesariamente un hombre amistoso, y su repentina cercanía a Jin sólo dejaban en claro sus intenciones. —Carajo, YoonGi. El chico necesita ayuda.

—¿A qué te refieres? Nosotros no tenemos nada que ver ahí. Si Jackson decide hacer lo que sea con el chico no me interesa, y a ti tampoco debería de hacerlo. —dejó con la palabra en la boca al bronceado, pues se alejó de su lado.

NamJoon miró de nuevo a SeokJin, que aún parecía no notar la cercanía de Jackson hacía él. YoonGi talvez tenía algo de temor hacia lo que Jackson hiciese sobre su amigo, pero él no. Él no le temía a nada.
Con pasos seguros caminó hasta el otro lado de la cancha, siendo perseguido por la mirada de decepción de YoonGi.


—Lo vas a hacer de nuevo, hijo de perra.

LIFE IS A FUCKING BAD JOKE ⇢ ;namjin;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora