Un mes a tu lado// Anton Yelchin (Terminada)

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-¿Puedo pasar?- Preguntó asomando su cabeza por la puerta que yacía cerrada hace unos instantes.

- Claro mamá.- Respondí mirando de reojo su entrada.

- Te voy a extrañar hija.-

- Yo también ma...- Le sonreí.- Pero lo dices como si me fuera a vivir a otro país y no es así.

- ¿No es mucho quedarte un mes allá?- Preguntó de nuevo tratando de convencerme en quedarme menos tiempo.

- Ay mamá, ¿acaso no confías en tu familia? Me quedo con mis tíos, ellos me cuidarán.

- No es eso, pero un mes es bastante para unas "vacaciones".- Dijo esta última palabra haciendo comillas con las manos.

- Acabo de graduarme y antes de empezar la universidad quiero hacer algo divertido. Después no tendré tiempo de hacer gran cosa acá.- Dije doblando las últimas prendas de ropa que me faltaban.

- Mmm ya, como digas. ¿No se te olvida nada?- Preguntó mientras hacía un escaneo a todo lo que llevaba dentro de la maleta.

- Cuando llegue allá te aviso.- Bromeé.

- Bueno pues, baja a desayunar para que estés bien comida durante el viaje.- Avisó saliendo de la habitación.

Soy Ada, recién graduada del colegio y justo ahora estoy terminado de empacar mis cosas para viajar a la ciudad donde viven mis tíos.

- ¿Ya estás enana?- Me preguntó Eddy, mi primo. En realidad se llama Eduardo pero como se la tira de gringo le gusta que le digan "Eddy".

- Ya casi, solo tengo que desayunar.- Respondí sentándome en la silla frente a él.

- Tía, ¿no tendrá por si acaso otra tostada como las que tiene Ada en su plato?

- ¡Sí mijo!- Gritó desde la cocina. - Venga a verla usted que para eso tiene piernas.

- Esta bien.- Dijo rodando los ojos al mismo tiempo que reía.

Eddy era como un hijo más para mis padres y  un hermano más para mi. Desde pequeño, siempre esperaba ansioso las vacaciones para venir y ahora ya mayor, cuando puede viene a visitarnos y la pasamos bien entre familia.

Lo mismo sucede con mis hermanos y yo con su familia. Emilia es la mayor de los tres, a sus 25 años ya trabaja en un importante hospital de la ciudad y está comprometida. Luego viene Ricardo que tiene la misma edad que Eddy, 21, y estudia arquitectura en la universidad. Tiene una novia con la cual lleva dos meses recién. Finalmente estoy yo , Ada, 18 años de edad y recién graduada del colegio. ç

Llevo dieciocho años nadando en la soltería y me encantaría salir a tomar el sol del amor algún día.

- ¡¡RAQUEL!! ¡Se me quemó la camiseta!- Gritó mi padre desesperado desde la planta alta de la casa.

- ¿Cuándo será el día en el que tu padre pueda planchar algo sin quemárlo?- Me dijo subiendo las escaleras al rescate.

- ¡Ahí va súper mamá!- Grité irónica.

- Después te andas quejando del porque estás sola.- Se me burló Eddy mientras comía de su tostada y justo cuando le iba a dar otro mordisco, se la empujé para que la mermelada se le embarrara por toda la cara.

- ¿Decías?- Fui yo esta vez la que reía.

(***)

- Disfruta mucho hija.- Se despidió mi padre con un cálido y fuerte abrazo.

- Te extrañaré papá.- Dije dándole un beso en la mejilla.- Espero que cuando vuelva ya no quemes las camisas al planchar.- Reí.

- Adiós mamá.- La abracé por unos minutos.

- Que Diosito y la Virgen siempre te protejan y te cuiden en todo momento.- Dijo dándome un collar con una cruz de adorno para después abrazarme.

Luego de eso me subí al auto de Eddy en el cual pasaríamos ocho horas, tales podrían ser tormentosas o gloriosas.

- ¡El trabajo pesado para el burro, ¿ah?!- Gritó Eddy desde afuera, subiendo la última maleta al auto.

- ¡Tú lo dijiste, no yo!- Grité en respuesta a su afirmación.

Subió al puesto de piloto y encendió el motor. Mire por la ventana a mis padres y me despedí con la mano.

- Cualquier cosa nos llamas.- Avisó mi madre.

Pero, ¿y mis hermanos? Yo ya me había despedido de ellos ayer en la noche ya que ellos salían temprano de la casa y yo aún estaría durmiendo.

Cuando el auto arrancó, Eddy insertó uno de sus tantos discos de Rock.

El afortunado de hoy sería Aerosmith.