- Levántate enana que ya llegamos.- Con su mano me comenzó a empujar en el asiento.
- Yaaaa idiota.- Gruñí y le pegué. Si había algo en este mundo que yo odiaba, era que me levantasen.
Bajé del auto, agarre mi maleta pequeña, acomodé mi cabello y como nunca, le ayudé a sacar las maletas a Eddy. Por lo floja que soy decidí llevar las 3 maletas grandes y pesadas de una sola, sabrá Dios cómo lo hice pero lo hice. No iba a volver, ¿quién no odia tener que hacer dos viajes para sacar las cosas?
- Hola tía.- Saludé educadamente al entrar.
- Querida, tanto tiempo. ¿Cómo estás?- Me abrazó delicadamente.
- Bien tía.- Sonreí.
- Bueno pues, estás en tu casa. Cuando vuelva tu tío les aviso para que bajen a comer.- Se dirigió a Eddy y a mi.
Subí al cuarto de huéspedes en el que siempre me quedo cuando vengo y comencé a acomodar las cosas de mi maleta. Para hacer la tarea más entretenida puse un poco de música.
Entre cantos, gallos y bailes raros, logré guardar todo. Salí de la habitación que sería mía por un mes y me dirigí hacia el cuarto de Eddy. Como no estaba en su cama ni en el escritorio, seguramente se estaría bañando.
Y no me había equivocado. Eddy salió del baño con nada más que una toalla amarrada en su cadera. Pareciera que en cualquier momento se iba a caer.
- ¿Te gusta lo que ves enana?- Bromeó.
- Asco, no seas tarado. Amárrate eso más fuerte porque si se llega a caer me vomito.- Dije asqueada volteando mi mirada.
- A Grace le da de todo menos asco cuando lo ve.- Grace es una de las tantas conquistas de mi primo pero ella es con la que más ha durado...en cuanto a sus aventuras, porque ni hablarle de compromisos a Eddy.
- ¿Qué haremos hoy?- Le pregunté mientras jugaba con un yoyo que encontré por ahí.
- ¿Quieres ir a una fiesta? Con eso de que ya tienes 18 puedes entrar a los bares y eso.- Contestó y sacó su ropa de un cajón. - Quién sabe, a lo mejor y esta noche encuentras al amor de tu vida.- Rió.
- Mmm, está bien.- Contesté. Esta sería la primera vez que iría a un bar ya que por fin soy legal. -Le avisaré a Lola si puede ir, aparte y aprovecho verla.- Comenté en voz alta. He venido tantas veces aquí que incluso ya tengo un grupo de amigos y amigas los cuales adoro pero es Lola con la que más me llevo.
- Lola la gordibuena, sí que está buena.- Dijo Eddy.
- Cállate tarado.-
Al rato llamé a Lola y conversamos un buen rato hasta que recordé el porque la llamaba principalmente. Me dijo que si podía y que llamaría a los demás para que también vayan. Así que hoy noche habrá parranda.
Por alguna extraña razón aquí tarda mucho en anochecer. Ya eran las 7:30pm y aún parecía como si fueran las 4pm. Muy raro pero hermoso a la vez.
-¡Eduardo! ¡Ada! ¡Bajen a comer!- Gritó mi tía desde el segundo piso.
Me puse mis pantuflas para estar cómoda y baje al comedor donde había una bandeja repleta de macarrones con queso y un plato con varios filetes de carne. Siempre que venía esta era la cena de bienvenida que mi tía hacía y me encantaba.
- ¡Aida! Qué bueno tenerte aquí de nuevo. Toma asiento por favor.- Salude con un fuerte abrazo a mi tío. Él era una persona muy cómica y agradable, hacía que mis vacaciones acá fueran más entretenidas. - Y bueno, ¿Qué tienen planeado para hoy jovencitos?- Preguntó intrigado.
- Iremos a una fiesta.- Respondió Eddy metiendose un pedazo enorme de carne a la boca.
- Me parece bien chicos, solo háganme el favor de no tomar mucho.- Nos advirtió mi tío.
- Cuidado con andar trayendo a muchachas acá a la casa Eduardo.- Le amenazó mi tía a su hijo apuntándolo con el cuchillo causando que me riera de lo chistosa que era la escena.
- Está delicioso tía, como siempre.-
- Especialmente para ti cariño. Ya sabes que eres como la hija que nunca tuve.- Me agarró suavemente el cachete y lo apretó. A la mayoría les molesta ese tipo de muestras pero a mi no. En lo contrario me parecen tiernas pero cuando ya creen que están moldeando plastilina, la cosa cambia.
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Un mes a tu lado// Anton Yelchin (Terminada)
Short StorySinopsis ¿Qué es lo más interesante que puede ocurrir durante un viaje? Enamorarse no es una opción. Tal parece que a si ocurrió con dos jóvenes. Él, desinteresado en encontrar el amor y ella, contándole a las estrellas del cielo sus des...