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Amanecí vestida y sin él a mi lado. Cuando salí de la tienda, bajo una pequeña roca habia un papel, que resultó ser una carta.

Querida Ada

Es este el medio por el que me despido eternamente de ti. No me busques, yo iré por ti. ¿Recuerdas el tiempo que estuve ausente? Sé que sí. No fue por la salud de mi abuelita, de hecho ella falleció de la misma forma en la que yo lo haré. Cáncer de estómago. Todo ese tiempo estuve en terapia, tuve una recaída y eras tú mi motor para poder recuperarme y darte un último adiós. Me alegro haber sido yo tu primer beso y... tu primera vez. No la olvides nunca. Yo nunca lo haré, me lo llevaré al cielo como el mejor de mis recuerdos. Te amo Ada y aunque fue muy poco el tiempo que pasamos juntos, me bastó para saber que te amaba y saber que contigo estaría en mis últimos momentos de vida. Te preguntarás, ¿por qué no te lo dije? Fácil. No quería que sintieras pena de mi, no iba a soportar otra mirada más de pena. Ojala te hubiera conocido antes para disfrutar de más tiempo a tu lado. Cuando te vi aquella tarde en el restaurante, parecías un ángel y pensé: Sí así van a ser los ángeles que me reciban en el cielo, llévenme ahora. Es aquí donde me despido amor. En este, mi último mes de vida quiero que sepas que un mes a tu lado ha sido lo único que he necesitado para irme en paz y completo de la tierra. No olvides que te amo Ada. Las estrellas y yo siempre cuidaremos de ti en todo momento.

Por siempre, Leonzio.

Un mes a tu lado// Anton Yelchin (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora