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Capítulo 28

Baekhyun despertó lentamente. Sentía la boca pastosa y su cabeza palpitaba. Estaba tumbado sobre algo duro. Y tenía frío. Abrió los ojos de par en par. Un techo gris... de roca. Roca encima, roca debajo. Estaba...
¡Chanyeol! ¿Dónde estaba?

Movió su cabeza demasiado rápido. Sintió náuseas y le ardió la garganta. Tragó y cerró los ojos de nuevo.

— Pronto pasará —dijo una voz de tenor alegremente—. Los humanos no reaccionan tan mal como los lupi. Chanyeol todavía tardará un rato en recuperarse.

— Nos han gaseado. —La náusea empezaba a desaparecer, pero le seguía doliendo la cabeza.

— Un derivado del fentanilo. Primitivo pero eficaz. Sugerencia mía, me temo. Pensé que causaría menos daños que un golpe en la cabeza si erais tan estúpidos como para acudir a nuestra pequeña cita.

Baekhyun volvió la cabeza lentamente. Y se quedó mirando.

— ¿Kai?

— En carne y hueso.

El bello rostro estaba destrozado. Piel cicatrizada cubría el hueco de los globos oculares. La piel estaba cuarteada y sucia, la sangre seca proveniente de las terribles heridas había desaparecido de algunas partes, pero todavía permanecía en otras. La barba le había crecido mucho. No llevaba camiseta, y sus téjanos estaban rígidos por la sangre seca.

— Estás hecho un desastre.

— Una visión para asustar a los niños, seguro. Pica una barbaridad.

El era un lupus, se recordó a sí mismo. Podría curar sus heridas... Si es que sobrevivían a aquello.

La boca seguía pastosa. Pero cuando sintió que su cabeza volvía a su ser, alargó su mano izquierda y se tropezó con el brazo de Chanyeol. Su piel estaba caliente y resultaba reconfortante. Había vuelto a su forma humana cuando el gas le había dejado fuera de combate.

Sintiéndose más estable, Baekhyun decidió intentar sentarse. No se desmayó. Pero tuvo que tragar a conciencia un par de veces. Chanyeol estaba tumbado junto a él, con los ojos cerrados. Que estuviera desnudo no era una sorpresa, ya que estaba avisado de que la ropa no solía sobrevivir al cambio. Tenía puestos los grilletes, pero lo más probable es que cayeran si él volvía a cambiar.

La respiración de Chanyeol era tranquilizadoramente regular. Puso su mano sobre el hombro de él y se dio cuenta de que tenía el brazo desnudo. Miró hacia abajo. Vestía una simple camisa de algodón blanco varias tallas más grande, y nada más. Maldita sea, habían... El cuchillo había desaparecido.

No eran buenas noticias. En vez de sentir pánico, sintió que un nudo de ira, frío y duro, empezaba a formarse en su interior.

— ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?

— Uno pierde la noción del tiempo aquí dentro, pero supongo que os trajeron hace treinta minutos, más o menos.

Treinta minutos. No era mucho, dependiendo de lo que hubieran tardado en traerles a este sitio. Los demás necesitaban tiempo para colocarse en sus posiciones.

— Dime qué aspecto tiene este sitio, ¿quieres? —dijo Kai—. He adivinado algunas cosas, ya que me han dejado salir de vez en cuando para hacer trucos o para tomar el té con nuestros anfitriones; pero los ojos captan mejor los detalles que los oídos.

— Estamos en una jaula de cristal. Parece un cristal muy grueso. Y estamos en una cueva, o una caverna.

— Todo eso ya lo sé. —Kai estaba impaciente—. Limítate a los detalles.

Peligro Tentador [Adaptación] ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora