ELIGE

EL AMOR QUE YO ELEGIRÉ

Mi estilo de vida se podria considerar de las mas comunes, jamas conoci a mi padre y crecí bajo el cuidado de mi madre y abuelos, ellos me enseñaron a soñar con el amor verdadero.
Muchas veces solían entretenerme con sus historias, muchas de ellas mencionaban el inmenso amor que los unió y que hasta el día de su muerte no había disminuido en lo más mínimo.

Sus sentimientos vencieron muchos obstaculos, desde riñas minúsculas hasta la misma muerte, la cual llegó después de contar con 40 años de matrimonio. A mi abuela le encantaba contar como fue que se conocieron y ya jamás quisieron separarse, según sus relatos decía que fue amor a primera vista cuando ella estaba comprometida con uno de los hijos de una de las familias más importantes en esas épocas, su amor no fue bendecido por nadie y tuvieron que escapar a una ciudad más grande donde podrían amarse sin que nadie interfiriese. Tuvieron una hija, mi madre, a la cual educaron y criaron con mucho amor que a diferencia de ellos, ella tuvo un amor ingrato que la abandonó a la primera oportunidad que tuvo. No lo culpo, quien podría? Si me pasará lo mismo a mis 16 probablemente haría lo que él, se que no justifica lo que hizo pero está hecho y el tiempo no regresa.

- Mamá! ya llegue -

- hola querido, que tal te fue en la escuela -

- Ya no voy a la escuela mamá, desde hoy soy estudiante de primer año en preparatoria -

- lo siento querido pero para mi seguirás siendo mi niño - sus delgados brazos me envuelven en un abrazo, era típico de ella, siempre llena de energía y amor.

- Me estas asfixiando -

- ve a cambiarte y baja a comer - Y al fin me suelta

- si, si...-

Acabo de cumplir 15 años, amo a mi madre es la razón de mi vida, sólo no quiero verla sufrir y deje de llorar al recordar sus tiempos de adolescente cuando se enamoró perdidamente de mi padre, ella al igual que yo y mis abuelos deseaba tener una familia junto a su amor verdadero, pero no sucedió, ahora que cumplí la misma edad a la que ella se embarazo me repite a diario de que no debo caer en los juegos de personas mal intencionadas, que no quiere que pasé lo que ella y mi condición de doncel no ayuda, a pesar que sólo 1 de cada 100 personas nacía con esta condición.

Me cambie y lave mis manos para bajar a comer junto a mi madre.

- Mamá voy a salir a la casa de un amigo, el maestro de literatura nos dejó un trabajo en grupo -

- esta bien pero no hables con extraños y sobre todo llámame si pasa algo -

- Mamá ya no soy un niño, deja de preocuparte no me pasará nada,  ademas ya puedo cuidarme sólo -

- gracias por la comida, estaba deliciosa - tomo mi chaqueta y mi bolsa dirigiéndome a la salida - ya me voy - anuncio saliendo contento

- No corras cariño! - oigo decir desde fuera, sólo sonrío y sigo mi paso. Atravese un par de calles pero estaba tan distraído que no vi venir lo siguiente.

La cabeza me dolía y sentía mi cuerpo entumecido ¿que pasó?

- se encuentra bien? ¿logra oirme?  -

Lentamente abro los ojos tratando de acostumbrarme a la luz - ¿donde estoy? -

Lo primero en vislumbrar es a un hombre algo canoso con bata blanca, por su aspecto aseguro que estoy dentro de un hospital.

- esta en el hospital, lo golpeó un auto pero afortunadamente no tiene problemas mayores más que un par de rasguños -

- ¿que?! - intento levantarme exaltado pero mi cuerpo duele mucho - auch! -